La creciente industrialización de las ciudades
impulsó la continua emigración hacia los centros textiles
y mineros que demandaban mano de obra de hombres, mujeres y niños,
con bajos salarios, excesivo número de horas de trabajo y condiciones
de vida y sanidad deficientes a lo largo de gran parte del
XIX. La prolongación de la jornada laboral (14 16 horas), el
trabajo en cadena, la irregular nutrición, el incremento de
la mortalidad, el paro y el desempleo, frecuentes por las crisis cíclicas,
generó un movimiento de rechazo, el movimiento obrero, tendente
a transformar y mejorar las condiciones de vida.
Aunque fueron cuatro las Internacionales Obreras estudiamos sólo
las desarolladas en el siglo XIX, prescindiendo de la III Internacional
(o Komintern, fundada en Moscú en 1919, vigente hasta 1943;
en 1923 los socialistas se á~ieron creando la 1 Internacional
Socialista) y de la IV Asociación Interna¬~~1 de Trabajadores
(fundada en Berlín en 1938, inspirada en las ideas de Trotsky
en oposición a la Internacional Comunista moscovita).
EL
MOVIMIENTO OBRERO HASTA 1848
El
Cartismo
En las primeras fase de la industrialización
los obreros ingleses centraron sus protestas en la destrucción
de fábricas y de maquinaria ludismo aunque pronto ron a reivindicar
el aumento de salarios, la disminución de la jornada laboral
y la representatividad obrera. En la Carta del Pueblo presentada a
la Cámara de los Comunes. (1837) el movimiento cartista pedía
sufragio universal,circunscripciones electorales iguales, inmunidad
parlamentaria supresión de la exigencia de ser propietario
para pertenecer a la Cámara de los Comunes.
Socialismo
utópico
Todos los socialistas utópicos tenían
en común algunas creencias:
1)Bondad
de Dios o de la Naturaleza para regir las comunidades humanas.
2)Inteligencia e ingenio humanos para forjar un nuevo orden social
diferente al reivindicado por el liberalismo político y económico
y por el romanticismo.
3)Desaparición de la desigualdad económica basada en
el abuso de la propiedad.
4)Facilidad para «exansionar universalmente los proyectos de
la nueva armonía social, porque los hombres, conociendo la
verdad, la pondrían en práctica rápidamente.
5)Repugnancia a la intervención política y a las manifestaciones
violentas; pretendían una solución social lenta y pacífica.
6)Unión de todas las clases sociales para salvar la humanidad
y conseguir una sociedad armónica.
Robert Owen inició la experiencia utópica
en su fábrica de New Lanark (Escocia), modelo de filantropía,
producción y maquinaria. Suprimió el trabajo nocturno,
limitó la jornada laboral a diez horas, instruyó a los
trabajadores en escuelas gratuitas y laicas, creó cajas previsoras
para enfermedad y vejez, estableció un almacén cooperativo
donde cada trabajador cambiaba sus productos por otros de similar
valor, suprimiendo el beneficio comercial y la moneda. La comunidad
de New Lanark se transformó en aldea modelo, solidaria y sin
vicios sociales. La experiencia, que propició las primeras
cooperativas de producción y consumo, se trasladó a
otros lugares de Inglaterra y E.U.A., pero terminó en fracaso.
Entre los modelos de la nueva sociedad destacan los falansterios de
Fourier, pequeñas comunidades de alrededor de 1600 personas,
dedicadas al trabajo agrícola e industrial; aunque el trabajo
era colectivo y la vida comunitaria, no se abolió la propiedad
privada. La distribución del trabajo corría a cargo
de la asamblea de miembros quienes destinaban al capital el 4/12,
al talento el 3/12 y al trabajo el 5/12. Al mundo de la armonía
se llegaría por evolución pacífica libremente
consentida por la humanidad. La ayuda de los capitalistas esperada
por Fourier para la construcción de falansterios fue siempre
insuficiente; los experimentos intentados en Francia, Bélgica,
España y México se frustraron.
Para Saint Simon la industria sería la principal fuente de
riqueza; el liberalismo económico, apoyado en una clase de
ociosos e inútiles que dominaban la vida pública, estaba
condenado a malograrse. En la propuesta de la nueva sociedad controlarían
el poder político las élites intelectuales (técnicos)
y las productoras (industriales), capaces de organizar la economía
sobre bases tecnócratas. Cada hombre trabajaría de acuerdo
con su capacidad y sería recompensado en función de
los servicios prestados.
Cabet describe el modelo de sociedad ideal en su Viaje a Icaria (1842);
las instituciones regidas por sufragio universal de hombres y mujeres
y los medios de producción comunitarios terminaron en un excesivo
autoritarismo en los experimentos agrarios que realizó en el
atrayente mundo nuevo de los Estados Unidos.
Las líneas programáticas de justicia social y solidaridad
humana fueron más p opias de los precursores del socialismo
científico. Louis Blanc propugnaba la eliminación de
la competencia, que enfrentaba a todas las clases sociales, mediante
el establecimiento de talleres sociales con capital estatal, realizados
durante la etapa de Gobierno Provisional de la II República
francesa. El fracaso de la revolución de 1848 produjo la estabilización
política en todos los países europeos y la prohibición
de asociaciones obreras en Francia y Alemania.
TENDENCIAS
IDEOLOGICAS DESDE 1848
El desarrollo industrial, con la ascensión
económica de la burguesía y algunas mejoras en el horario
laboral del proletariado (10 horas en Gran Bretaña y 12 en
Francia), aunque con deterioros económicos y sociales (crisis
de 1857) favoreció una explicación más rigurosa
de los postulados del socialismo cieniffico en sus dos variantes del
marxismo y del anarquismo.
El marxismo
desarrollado por Marx y Engels (en el Manifiesto Comunista y en El
Capital se sustenta en los siguientes principios:
1) El método de análisis es el materialismo histórico:
la base de la historia son las fuerzas productivas y lo relaciones
de producción, siendo el eje central la economía. Las
relaciones do producción determinan las instituciones políticas
y jurídicas y la ideología moral, estética o
filosófica.
2) La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.
En el s. XIX la clase opresora era la burguesía y la oprimida
el proletariado.
3) La fuerza de trabajo genera plusvalía o cantidad de trabajo,
necesaria para elaborar el producto, no pagada al obrero por el capitalista
4) La transformación de la sociedad capitalista en socialista
solo es posible con una revolución violenta transformadora
del sistema económico. El poder obrero, establecido por un
partido, establecerá la dictadura del proletariado; esta dictadura
serça transitoria, hasta la desaparición de las clases
sociales y la formación del paraíso socialista.
El anarquismo
cobra relieve cuando en el seno de la I Internacional se enfrenta
a la tendencia autoritaria representada por el marxismo. La hostilidad
libertaria hacia cualquier organización política motivó
su persecución por los gobiernos y probablemente por esta razón
no consolidó amplios movimientos de masas en Rusia, Francia,
Italia y España. Bakunin defiende la revolución contra
Ida autoridad estatal y las instituciones eclesiásticas, militares
y económicas; partidario de la eliminación del Estado
que será sustituido por comunas autónomas autogestionadas,
federadas o no entre sí, que constituirán regiones o
*naciones preservando siempre la libertad individual. Proudhon propugna
una nueva sociedad con cooperativas y sociedades de socorros mutuos,
con supresión la moneda y gratuidad del crédito que
pasa a una sociedad mutualista de productores; el Banco del Pueblo
crearía los fundamentos de la libertad política industrial.
Kropolkin es partidario del reparto de bienes según el principio
de la necesidad y no del rendimiento. Las distintas formas de anarquismo
(individualista, mutualista, revolucionario y anarcosindicalista)
atacaron abiertamente la dictadura, en especial la del proletariado.
INTERNACIONALES
OBRERAS
La
Primera Internacional (1864 76)
Desde 1862 comienzan contactos entre obreros franceses
e ingleses quedeciden en la Exposición Internacional de Londres
(1863) el apoyo internacional a la revolución polaca. La sesión
inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores tuvo
lugar en Londres (1864), con representación alemana, francesa
e italiana que traté sobre la política salarial europea.
Pronto surgieron divisiones internas entre anarquistas y marxistas.
En los congresos anuales formularon la e4tmtegia del movimiento obrero,
difundieron la solidaridad internacional de la 101212e obrera e impulsaron
la formación de la conciencia proletaria; partidarios
de la huelga y la revolución como armas políticas, reivindicaron
la disminución del trabajo de mujeres y niños y la jornada
laboral de ocho horas.
Los ideales internacionalistas fueron llevados a la práctica
con el establecimiento de la Comuna (1871), sublevación armada
de la población parisina. La experiencia comunera introdujo
elementos nuevos en la lucha obrera como fueron la elección
municipal, el control de la policía, la elección y responsabilidad
de magistrados, el racionamiento, la distribución de armas
a ciudadanos o el envío de comisarios para la recaudación
de impuestos en provincias. El fracaso de la Comuna parisina, el enfrentamiento
entre anarquistas y marxistas y la decisión del Partido Socialdemócrata
Alemán de buscar la solución a los problemas con los
poderes políticos de cada Estado, motivaron la desintegración
de la A.I.T. en el Congreso de la Haya (1872) quien hizo posible que
el Consejo General se trasladase a Nueva York, hasta su disolución
definitiva en el Congreso de Filadelfia (1876).
Segunda
Internacional (1889 1914)
Nació en París en 1889 e impulsé
el internacionalismo proletario y la formación de secciones
y partidos nacionales autónomos. Además de las tendencias
enfrentadas características de la I Internacional (el marxismo,
partidario del Estado proletario, y el anarquismo, de la federación
de comunas sin aparato de Estado), sobresale ahora el enfrentamiento
dialéctico entre el socialismo y el reformismo.
El socialismo liderado por Lenin, Kautsky y Rosa Luxemburgo se basaba
en la no participación en los gobiernos capitalistas y en la
toma del poder mediante un proceso revolucionario que terminaría
con la implantación de la dictadura del proletariado. Estos
ideales se experimentaron en Rusia durante la guerra ruso nipona (1905),
organizando la nueva sociedad en soviets de obreros, campesinos y
soldados mediante la democracia obrera directa; aunque la revolución
de 1905 fracasó, serviría de modelo a la Revolución
de Octubre de 1917.
La tendencia reformista o revisionista, defendida por Bernstein, surgida
de la escisión del partido socialdemócrata alemán,
fue partidaria de la alianza entre el proletariado y la burguesía,
de la negación de la lucha de clases por considerar que no
existía, de la participación obrera en la producción
de la empresa mediante compra de acciones y de la democracia parlamentaria
que permitía realizar reformas por vía pacífica.
Otra tendencia ideológica fue la sindicalista que consideraba
a los sindicatos los instrumentos más idóneos para promover
la revolución social mediante huelgas y acciones violentas;
demandaban que el Sindicato sustituyese al Estado y se convirtiese
en el propietario de los medios de producción. La Gran Guerra
puso fin a la II Internacional.
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