La Europa de los Congresos y la Restauración 1815 1830


La caída del Primer Imperio francés fue interpretada por las potencias coaligadas contra Núpoleón como una victoria sobre los principios de la Revolu¬ción. Lospaíses vencedores restauraron el orden tradicional ligado a la sociedad del Antiguo Régimen. El Congreso de Viena y el Sistema de la Santa Alianza remodelaron la monarquía absoluta, organizaron la paz y reordenaron las fronteras de los países europeos.

EL CONGRESO DE VIENA

Los diplomáticos reunidos en el Congreso de Viena (1 X 1814 a 9 VI 1815), en representación de las cuatro grandes potencias Metternich (Austria), Nesselrode (Rusia), Castlereagh (Reino Unido) y Hardenberg (Prusia), a los que posteriormente se añadió Talleyrand en representación de la Francia restaurada , tenían el objetivo de restablecer la paz y rehacer de nuevo las fronteras europeas, para alcanzar "un sistema de equilibrio real y duradero". Consideraban a las naciones entidades organizadas mediante un proceso de acumulación histórica y el intentar transformarlas violentamente era rechazable por antinatural. Los países europeos se regirían por los principios de la monarquía absoluta (legitimismo), la religión oficial (tradicionalismo) y el equilibrio europeo; no tuvieron en cuenta el nacionalismo. Se mostraron contrarios a la soberanía nacional y al parlamentarismo. Consideraron la guerra justa si era realizada contra movimientos revolucionarios.

Los congresistas de Viena reorganizaron el mapa europeo: el Reino Unido reforzó su hegemonía marítima en el Mediterráneo (Malta, islas Jónicas), el Atlántico (El Cabo, HeligoIand) y el Indico (Ceilán). En el continente europeo incorporó el reino de Hannover. Rusia anexionó gran parte de Polonia, Finlandia y Besarabia. Prusia recibía buena parte del reino de Sajonia, el ducado de Posen y Danzig y tierras de Renania. Austria recuperó el ducado de Milán, Venecia y las provincias llíricas. Francia quedó reducida a las fronteras de 1792 y rodeada por los estados tapón de Piamonte Saboya, Prusia renana y Países Bajos. Los Países Bajos, formados por Bélgica, Holanda y Luxemburgo quedaron integrados en el Reino de Holanda, regidos por Guillermo I. Dinamarca perdió Noruega, recibiendo Holstein y Lauenburg. Suecia anexionó Noruega. La Confederación Germánica, que englobaba a 39 Estados, tomaba sus decisiones en la Dieta de Francfort; Prusia y Austria mantenían importantes Estados en el seno de la Confederación. La península italiana sufrió una fuerte fragmentación al incorporarse a Austria el reino Lombardo Véneto; el reino de Piamonte anexionó Génova y recuperó Niza y Saboya; los Estados Pontificios continuaban regidos por el Papa y el reino de las Dos Sicilias por los Borbones. Alemania e Italia, deseosas de obtener su unidad nacional, la conseguirán en 1870.

La Santa Alianza y el orden internacional


A propuesta del zar Alejandro 1, Rusia, Prusia, Austria y Francia (Inglaterra rehusó) formaron una Santa Alianza, convención armada para salvaguardar el orden safido del Congreso de Viena, con la finalidad de intervenir mifitannente en los países en que se desarrollasen movimientos, de tipo liberal o nacionalista, en contra de las monarquías absolutistas. La paz entre las naciones europeas se aseguró durante cuatro décadas y los principios del absolutismo se mantuvieron durante muchos años en Europa oriental.

Los gobiernos absolutistas


Todos los países de la Europa postnapoleónica estaban gobernados con los principios ideológios del Antiguo Régimen.
En Francia Luis XVIII (1814 24) concedió la Carta Otorgada (1814), permitió la existencia de dos cámaras, restauró la orden de la Compañía de Jesús y respetó la libertad de prensa. Carlos X (1824 30) controló la prensa y disolvió la cámara de diputados, provocando con esto la insurrección general de 1830.
En Rusia Alejandro 1 (1801 25) gobernó de manera despótica suscitando con frecuencia frustradas rebeliones militares y concedió a Polonia una Carta Otorgada. Nicolás 1 (1825 55) acrecentó el centralismo y la opresión.
En Prusia Federico Guillermo 111 (1797 1840) prometió una carta otorgada que no hará efectiva al incrementarse su autoritarismo. En Austria Hungría Francisco 1 (1804 35) implantó con el canciller Mettemich un fuerte centralismo en un imperio fragmentado en múltiples razas, lenguas y religiones.
Por último, en el Reino Unido Jorge III (1760 1820), rey de Gran Bretaña e Irlanda desde 1800, realizó la reforma parlamentaria suprimiendo el habeas corpus. Jorge IV (1820 30) se mostró partidario de la no injerencia en asuntos europeos, reconoció la legalidad de los Trade Unions y las asociaciones de trabajadores.

Oposición al sistema de la Restauración

La Santa Alianza intervino en nombre del legitimismo en los países mediterráneos, los primeros en enfrentarse a las monarquías conservadoras. El pronunciamiento militar iniciado por Riego (1820), y extendido a toda España, que culminó con la implantación de una forma de gobierno liberal y consti¬tucional (Trienio Liberal), será reprimido por el ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis (Congreso de Verona, 1823). Portugal, con la sublevación del ejército, creó una Junta Central Suprema y un Estatuto liberal (1822) e Italia, con las insurrecciones carbonarias (1820 21) correrían la misma suerte (el Congreso de Laybach, 1821, decidió la intervención austríaca en el norte de Italia).
Grecia fue el único país europeo que mantuvo la revolución antiabsolutista; bajo dominio turco desde hacía siglos, comenzó en 1822 (Congreso de Epidauro) una guerra de independencia que causó la admiración e inspiró una corriente de filohelenismo que motivó la ayuda organizada inglesa, francesa y rusa. Fueron los propios países del Congreso de Viena quienes consiguieron, mediante la violencia, crear un Estado nacional griego (1829) basado en los principos del liberalismo político.
Además de los pensadores liberales y nacionales también se opusieron al absolutismo el romanticismo (libertad del individuo y de los pueblos Fichte, Lamennais ) y los socialistas utópicos ingleses (R. Owen) y franceses (Saint¬Simon, Faurier y Cabel).

EUROPA EN 1815

La Santa Alianza y el orden internacional

A propuesta del zar Alejandro 1, Rusia, Prusia, Austria y Francia (Inglaterra rehusó) formaron una Santa Alianza, convención armada para salvaguardar el orden salido del Congreso de Viena, con la finalidad de intervenir militarmente en los países en que se desarrollasen movimientos, de tipo liberal o nacionalista, en contra de las monarquías absolutistas. La paz entre las naciones europeas se aseguró durante cuatro décadas y los principios del absolutismo se mantuvieron durante muchos años en Europa oriental.
Los gobiernos absolutistas
Todos los países de la Europa postnapoleónica estaban gobernados con los principios ideológios del Antiguo Régimen.
En Francia Luis XVIII (1814 24) concedió la Carta Otorgada (1814), permitió la existencia de dos cámaras, restauró la orden de la Compañía de Jesús y respetó la libertad de prensa. Carlos X (1824 30) controló la prensa y disolvió la cámara de diputados, provocando con esto la insurrección general de 1830.
En Rusia Alejandro 1 (1801 25) gobernó de manera despótica suscitando con frecuencia frustradas rebeliones militares y concedió a Polonia una Carta Otorgada. Nicolás 1 (1825 55) acrecentó el centralismo y la opresión.
En Prusia Federico Guillermo III (1797 1840) prometió una carta otorgada que no hará efectiva al incrementarse su autoritarismo. En Austria Hungría Francisco I (1804 35) implantó con el canciller Metternich un fuerte centralismo en un imperio fragmentado en múltiples razas, lenguas y religiones.
Por último, en el Reino Unido Jorge III (1760 1820), rey de Gran Bretaña e Irlanda desde 1800, realizó la reforma parlamentaria suprimiendo el habeas corpus. Jorge IV (1820 30) se mostró partidario de la no injerencia en asuntos europeos, reconoció la legalidad de los Trade Unions y las asociaciones de trabajadores.

Oposición al sistema de la Restauración

La Santa Alianza intervino en nombre del legitimismo en los países mediterráneos, los primeros en enfrentarse a las monarquías conservadoras. El pronunciamiento militar iniciado por Riego (1820), y extendido a toda España, que culminó con la implantación de una forma de gobierno liberal y consti¬tucional (Trienio Liberal), será reprimido por el ejército francés de los Cien Mil Hijos de San Luis (Congreso de Verona, 1823). Portugal, con la sublevación del ejército, creó una Junta Central Suprema y un Estatuto liberal (1822) e Italia, con las insurrecciones carbonarias (1820 2 1) correrían la misma suerte (el Congreso de Laybach, 1821, decidió la intervención austríaca en el norte de Italia).
Grecia fue el único país europeo que mantuvo la revolución antiabsolutista; bajo dominio turco desde hacía siglos, comenzó en 1822 (Congreso de Epidauro) una guerra de independencia que causó la admiración e inspiró una corriente de filahelenismo que motivó la ayuda organizada inglesa, francesa y rusa. Fueron los propios países del Congreso de Viena quienes consiguieron, mediante la violencia, crear un Estado nacional griego (1829) basado en los principos del liberalismo político.
Además de los pensadores liberales y nacionales también se opusieron al absolutismo el romanticismo (libertad del individuo y de los pueblos Fichte, Lamennais ) y los socialistas utópicos ingleses (R. Owen) y franceses (Saint¬Simon, Fourier y Cabet).



 

 

 


     

 

 

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