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Catedral de Valencia

La Catedral de Valencia desde su inicial consagración en 1238, se encuentra bajo la advocación de la Santísima Virgen María, ante cuya imagen se celebró la primera misa por el obispo Pere de Albalat. Según la tradición, dicha imagen era propiedad del mismo Jaime I. Sobre la consagración de la mezquita mayor existen muchas leyendas. Una de ellas narra como el rey, armado con un martillo de plata, destrozó las paredes del templo donde todavía quedaba decoración musulmana. A esta tarea se sumarían sus hombres, dejando la mezquita convertida en ruinas en pocas horas. Sobre el destino de esta imagen que se encontraba en la Cátedral desde los tiempos de la Reconquista, se sabe que fué destruida durante la Guerra Civil en 1936.

Adosada en la parte exterior del ábside tenemos la capilla, cerrada por una puerta metalica, donde según la tradición se realizó la primera misa en la Valencia conquistada. Una placa de piedra encima de la puerta hace referencia a tal hecho.

La misma dice asi: En este lugar, según tradición, se celebró la primera misa al ser reconquistada Valencia por el rey don Jaime. Excmo.Ayuntamiento de Valencia. 9-X-1952

En el interior de la capilla, sobre un altar, hay una tabla gótica, con una pintura de Sant Jordi y un letrero que dice: Sant Jordi en la batalla del Puig de Santa Maria. Any 1237.

La Catedral de Valencia se halla construida sobre la antigua seo visigotica que, más tarde, se convirtió en mezquita, aunque no queda ningun resto importante de estos edificios. En las excavaciones efectuadas en la adyacente Pl.Almoina, han dejado al aire, restos de la antigua seo visigoda, como es el ábside. Se supone que bajo la actual Cátedral estarían los restos de la seo visigoda.

Para la construcción de la catedral, se usarón piedras de las cercanas canteras de Burjassot y Godella e incluso de lugares mas alejados como son Benidorm y Jávea.

Existe constancia que hasta el año 1262 persistió la Mezquita-Catedral con las sentencias coranicas en las paredes, hasta que el 22 de junio de 1262 fray Andres de Albalat (hermano de Pere de Albalat) resolvió demoler la antigua Mezquita y construir una Catedral de nueva planta. La fecha de inicio de las obras, constaba en una lápida situada en la girola y que desapareció en las obras de remodelación del siglo XVIII, que modificarón arquitectónicamente el interior de la catedral. La lápida se encontraba en la columna que separaba las capillas centrales de la girola.
La inscripción decia según Sanchis Sivera asi:

Anno Domini M CC.LXII.-X kalend.ju lii fuit positus primarius lapis in Ecclesia Beate Marie sedis Valentine per venerabilem patrem fratem Andream Valentinae Civitatis Episcopum

En el año del Señor de 1262, a X de las calendas de julio (22 de junio) fué colocada la primera piedra en la iglesia de Santa Maria, Seo de Valencia, por el venerable padre Fray Andreu, tercer obispo de la Ciudad de Valencia.
Según una hipotesis de trabajo la antigua mezquita musulmana, se correspondería con el actual transepto de la catedral, siendo la puerta de los apostoles, la puerta de entrada a la mezquita y el lugar donde se encuentra la puerta de la Almoina el lugar donde se encontraba el mihrab.

Como suele ocurrir en obras arquitectonicas de esta magnitud la Catedral se tardó varios siglos en finalizar su contrucción por lo que la mezcla de estilos artísticos es su caracteristica más relevante lo que además la convierte en una joya de la arquitectura universal.

El gótico es el estilo básico y predominante de la catedral, ya que la nave principal y las capillas fuerón construidas entre los siglos XIII al XV. El gótico valenciano se caracteriza por ser más bajo y alargado. En el caso de la catedral de Valencia, las ventanas se tapan con finas láminas de mármol blanco que dejan pasar la luz. Nuevo concepto de espacio, más amplio, ligero y luminoso. Todo está dispuesto para la adoración de Dios.

Las obras se dice fuerón iniciadas por el arquitecto Arnau Vidal. No obstante no hay pruebas de ello, ya que los primeros libros de obras de la catedral datan de 1380.

El recorrido por el interior de la catedral es muy rico y nos lleva de unos estilos a otros casi sin discontinuidad. La Catedral comenzó a contruirse por la girola o cabecera, también llamada deambulatorio, que es la parte semicircular donde se localizan las capillas principales y en cuyo centro se localiza el altar mayor. Antes de finalizar el siglo XIII se habia concluido la girola con sus ocho capillas, avanzando la obra según se derribaba la mezquita hasta llegar a la Puerta del Palau, en el brazo sur del crucero.
Entre 1300 y 1350, aproximadamente se terminó el transepto y se iniciarón las tres naves hacia los pies, de tal modo que a esta étapa constructiva se deben dos de los aspectos más llamativos de la catedral, es decir la Puerta de los Apostoles, en el brazo norte del transepto, y el cimborrio.

El templo, que hasta entonces constaba de tres naves de tres tramos desde el crucero, dejaba la Sala Capitular (1356-1369) y la torre del Miguelete (1381-1425) separadas de la iglesia. En 1459 los maestros Francesc Baldomar y Pere Compte amplian en un tramo mas la catedral, es la conocida como Arcada Nova o Arcada de la Seu, uniendo definitivamente la catedral con la sala capitular y el Miguelete que hasta entoncés estaban exentos. Para permitir el paso entre la Sala Capitular y la catedral se construyó un pasillo de paso.

Los siglos XV y XVI, siglos del renacimiento, no se reflejarón en la arquitectura de la catedral de forma clara, aunque sí en su decoración pictórica, desde el altar hasta las capillas menores. En el orden arquitectonico, este estilo no supuso una ruptura violenta con el gótico, ya que éste ultimo tenía una gran aceptación. Se dió un regreso al lenguaje de la arquitectura clásica, órdenes clasicos, arco de medio punto etc. En lo decorativo, los elementos vegetales, guirnaldas, almohadillados, etc. eran predominantes.

En el siglo XVIII su estructura interior gótica fué sustituida por el estilo de la época el neoclasico, el 1 de Septiembre de 1774, bajo el arzobispado de Don Francisco Fabian y Fuero, los arquitectos Antonio Gilabert Fornes y Lorenzo Martinez comenzarón las obras de reforma interior, revistiendo la vieja catedral de pilares corintios, cornisas y archivoltas grecorromanas, estucos y dorados. Hace ya varias decadas, que se procedió a la retirada de todos estos elementos clásicos, volviendo a dar a la Catedral su aspecto de iglesia gótica, dejando algunas capillas con su revestimiento clásico y poder contemplar ambos estilos que han marcado la historia de la catedral. Interesante resulta observar las capillas de la girola, unas con su estilo gótico original de piedra labrada y desnuda y otras con su revestimiento neoclásico.

Ya en el siglo XX y durante la guerra civil española, la catedral fué incendiada por lo que muchos elementos artísticos de la misma fueron destruidos. El coro situado en la parte central, fué desmontado en 1940 y se situó al fondo del altar mayor. Los organos de música, que habian sufrido importantes daños durante el conflicto, no fuerón reconstruidos. En 1972 se emprendió la tarea de repristinación de la catedral bajo la dirección de Fernando Chueca Goitia.

Asimismo en 1970 las llamadas Casas de los Canonigos, que eran unas construcciones adosadas a las capillas exteriores recayentes a la calle del Miguelete, fuerón derribadas para devolver a la catedral su pureza original, aligerandola de aditamentos de escaso o nulo valor arquitectónico.

La catedral se cubre con bóvedas de crucería simple de potentes baquetones y plementeria de ladrillo dispuesto a rosca. Las naves muestran la escasa diferencia de altura entre la nave principal y las laterales.

En total la Catedral de Valencia, tiene unas dimensiones de 94 metros de largo por 53,65 metros de ancho en el transepto.

La puerta principal, llamada "de los hierros", es la mas moderna, iniciada en el 1703 por el escultor y arquitecto aleman Konrad Rudolf. Llegó a Valencia con el archiduque Carlos de Austria, el cual al finalizar la guerra de sucesión marchó con el Archiduque, ya que era su escultor de cámara, dejando paralizadas las obras en el año 1707. Fué terminada por sus discipulos el valenciano Francisco Vergara "el Viejo" y Francisco Stolf, en el año 1713. Otros escultores que intervinierón en la portada fuerón Andrés Robles e Ignacio Vergara y los canteros, José Mines y Domingo Laviesa.

Es una obra barroca, grandiosa y bella, con esculturas que entonan un himno a los santos hijos de Valencia, San Vicente Ferrer y San Vicente Martir. La Puerta Barroca o de los "Ferros" como también se le llama (llamada así por la verja de hierro que circunda el atrio de entrada), es un monumento dedicado a la exaltación de la Virgen, de la Iglesia y los santos valencianos. Su aspecto general se asemeja a un retablo de forma concava, con más de 36 metros de altura, resultando aparentemente forzada debido no sólo por las condiciones estilisticas del momento sino también por la necesidad de producir la ilusión optica de una mayor sensación de espacio en un lugar realmente muy pequeño, ya que esta puerta fué concebida para ser vista desde la estrecha calle de Zaragoza que la enfrentaba, y que hoy ha desaparecido al abrirse la actual plaza.

La puerta de los hierros esta precedida por un pequeño atrio que limita una verja de hierro, también barroca. La portada se desarrolla en tres cuerpos superpuestos:

En el primero, hay tres columnas a cada lado de la puerta, con fustes decorados y capiteles corintios, realizados por Konrad Rudolf entre los que se abren sendas hornacinas con las estatuas de Santo Tomas de Villanueva y San Pedro Pascual , obra de Francisco Stolff. Sobre el arco de entrada destaca un bajorrelieve, atribuido a Ignacio Vergara hijo de Francisco que representa el anagrama de la Virgen Maria , con gloria de angeles y otros adornos, y enmarcado sobre una venera de estilo rococó.

El segundo cuerpo, mas reducido, tiene cuatro columnas del mismo orden, en el intercolumnio del centro, un rosetón oval ; y en los laterales, las estatuas de San Lorenzo de Francisco Stolff y de San Vicente, obra de Konrad Rudolf y medallones con los bustos de los papas valencianos, Calixto III y Alejandro VI , con figuras alegoricas,a los pies del primero la Caridad y la Justicia, y a las del segundo la Esperanza y la Fortaleza, todas ellas obra de Francisco Vergara.

En el tercer cuerpo, de menores dimensiones, se representa la Asunción de la Virgen en un altorrelieve atribuido a Ignacio Vergara,y en ático, el simbolo del espiritu Santo en relieve bajo un frontón partido, y a sus extremos, las esculturas de San Luis Beltran y San Vicente Ferrer , obra de Stolff.

Remata el conjunto una cruz de hierro sobre una esfera de bronce entre dos angeles de piedra.

La piedra de esta portada procede de las canteras de Benigánim, Moncada y Ribarroja.

La Puerta de los Apostoles, llamada asi por las estatuas de los doce apostoles de Cristo, que figuran en la portada, fué contruida a principios del siglo XIII en estilo gótico. Fué comenzada entre 1276 y 1288 y en ella trabajó Nicolas de Ancona desde 1303. En el año 1354 ya estaba terminada. El autor de la misma a excepción de Nicolas de Ancona se desconoce.

Se trata de un arco ojival con tres volutas adornadas con estatuillas de ángeles, santos y profetas, y coronado por un gran rosetón de seis puntas, la estrella de David, también llamada "Salomón o Salomó", de 6.45 metros de diametro. Este rosetón tuvo que ser practicamente reconstruido en 1960 ya que habia sido seriamente afectado por el mal de la piedra.
En el tímpano de la puerta se encuentra la imagen de Santa Maria, con el Niño en brazos -bajo cuya advocación fué consagrada la catedral y que hasta 1599 se encontraba en el parteluz - rodeada de ocho angeles tocando instrumentos musicales. Los arcos se apoyan sobre seis doseles que protegen sendas estatuas de seis de los apóstoles apoyados, a su vez, sobre pilares decorados con esfinges de la Virgen y del Arcángel, además tambien hay en relieve varios escudos del Reino, familiares y gremiales. Los otros seis apostoles se encuentran fuera del arco.

Más al exterior a la derecha, las estatuas de San Sixto papa y su diacono San Lorenzo mártir, y a la izquierda, San Valero obispo y su diacono San Vicente mártir.

Como ya se ha señalado, antiguamente esta puerta gótica aparecia partida en dos por una columna o parteluz en el que figuraban la Virgen con el Niño. Estas dos figuras fuerón trasladadas al timpano en el siglo XVI y acompañadas de ángeles musicos, que llevan instrumentos musicales de la época. En la parte superior de la puerta había una galería que al principio era abierta, aunque luego se cegó, y que tapa parte del rosetón. Hasta mediados del siglo pasado hubo una reja que formaba un recinto cerrado o balcón ante esta fachada.

La puerta de los Apóstoles consta de catorce estatuillas de ángeles, dieciseis de santos y dieciocho de profetas. Todas las figuras de esta portada estaban policromadas. En total 48 figuras.

Es de destacar que esta portada se encuentra en muy mal estado, debido a la mala calidad de la piedra utilizada, lo que ha obligado a una completa restauración y a la sustitución de las imagenes originales por copias, quedando las originales que se han podido salvar en el Museo de la Catedral.

Los batientes de madera son del año 1438 y los clavos y herrajes son los originales de la época.

Al pie de la Puerta de los Apostoles se reune todos los jueves a las 12 de la mañana, el Tribunal de las Aguas desde el año 880. Problablemente ya se reuniria este tribunal en este mismo lugar cuando la actual catedral era todavía mezquita musulmana.
(1354) . Pasados 51 años desde su comienzo, han terminado las obras de la Puerta de los Apóstoles de la Seo de Valencia. La dirección de las mismas y los planos fuerón de su iniciador, Nicolás de Ancona, con un estilo más francés que meridional. La puerta se abre abocinada sobre un muro resaltado que le sirve de encuadre. Consta de tres aguzadas arquivoltas decoradas, respectivamente, con catorce estatuillas de ángeles, dieciseis de santos y dieciocho de profetas, puestas unas sobre las otras, siguiendo la dirección de los arcos y cada una con sus correspondientes doseles. Estas tres arquivoltas se apoyan sobre los seis doseles de los apóstoles del jambaje, los cuales se apoyan sobre pilares de sección prismática triangular cuyas caras se decoran con cuatrifolios con esfinges de la Virgen y del Arcángel, en relieve, y escudos del rey, varias veces repetido. Los otros seis apóstoles aparecen situados fuera de las jambas, pero sobre idénticos pedestales, y en el angulo que forma el cobasamento del muro, a ambos lados, aparecen, en sendas hornacinas góticas, las estatuas de San Sixto y San Lorenzo y San Valero y San Vicente. El rosetón que corona este imafronte de fachada contiene el "Salomó" o estrella de David, constituida por dos triangulos equiláteros entrelazados en cuyos intersticios figuran diversos adornos de traceria calada que enmarca vitrales policromos.

Quedan pocos ejemplos del estilo románico, en la Comunidad Valenciana, fué introducido durante los primeros años de la conquista, por esta razón se le conoce como arte de la Conquista. Todas sus caracteristicas son importadas y no agrega nada de la originalidad local, como sí ocurrirá con los demás estilos.

La puerta de "L'Almoina" (limosna en valenciano, por la cercania a la casa donde se daba socorro a los menesterosos) o puerta del "Palau" por su cercania al Palacio Arzobispal, o sencillamente la puerta románica, es una puerta de estilo románico en una catedral gótica, y queda como curioso arcaismo dentro de una época ya gótica.

Según algunos autores es obra del arquitecto Arnau Vidal, entre los años 1260-1270 aunque esta adjudicación es muy dudosa. Para otros, esta puerta es anterior a la construcción de la nueva catedral, y seguramente se realizaría en los primeros años de conquista, para derribar el mihrab arabe alli situado, que como sabemos es la parte mas sagrada de la mezquita.

De lo que no cabe duda, es que es la puerta más antigua de la Catedral. En primer lugar se observa la decoración que figura sobre dicha puerta - por encima de la arcada - se encuentran las cabezas de siete parejas que, según la tradición representan a siete matrimonios leridanos que llegarón a repoblar Valencia. Las mismas tienen restos de policromía y sus nombres aparecen en unas cartelas debajo de ellas y son: Pedro y Maria, Guillem y Berenguela, Ramón y Dolça, Francisco y Ramona, Bernardo y Floreta, Beltran y Berenguela, Domingo y Ramona.

Otra caracteristica es la similitud existente entre la puerta "dels fillols" de la catedral de Lerida y ésta de Valencia, por lo que se ha querido ver la mano de algún maestro leridano en su elaboración.

Forma un cuerpo saliente que permite aumentar el grosor del muro, y la componen, un arco de medio punto, primorosamente trabajado, al que siguen otros seis arcos concentricos y en degradación, sostenidas por otras tantas columnillas, seis a cada lado y casi voladas, cuyos botarales, capiteles y demas adornos, son de gusto y prodigalidad admirables, sobre todo en un lindisimas escenas que en número de veinticuatro, con pocas figuras, gran parquedad de lineas y un espirituralismo encantador, nos representan diversos pasajes del Antiguo Testamento.

Se compone como hemos dicho de seis arquivoltas de medio punto abocinadas y decoradas con motivos vegetales y geométricos, las arquivoltas son sumamente ricas, con molduración variada: puntas de diamante, figuras de serafines , festones lobulados y delicados follajes, santos en pequeñas hornacinas y molduras en zig-zag .

Las arquivoltas se apean sobre seis de pares de columnas con capiteles historiados componiendo escenas del Génesis en la parte izquierda, y del Éxodo en la derecha. En la linea de impostas se dispone una cenefa con repertorio de animales fantásticos. Rematando el conjunto y en la parte superior catorce canecillos , con las cabezas de las siete parejas antes citadas sostienen el tejaroz.

Sobre la puerta se puede observar un espléndido ventanal gótico y otro a su derecha, ambos ocultos hasta la ultima restauración de la Catedral.

También se ha comentado la similitud entre esta puerta y la portada de la Iglesia de San Miguel de Foces en Ibieca (Huesca)

Primitivamente poseia una columna divisoria o parteluz en la puerta y también unos bancos de piedra a los lados para que los canonigos pudieran subir y bajar comodamente de sus caballerias. Este parteluz fué retirado para dar salida a las andas procesionales.
Las escenas labradas en los capiteles de la izquierda narran como ya hemos apuntado, la caida de la humanidad antediluviana, mientras que los de la derecha su regeneración despues del diluvio . De las escenas citaremos de izquierda a derecha:

Izquierda
- Paloma que sobrevuela el caos (el Espiritu Santo incubando sobre la faz del abismo)
- Escena de la creación del universo
- Creación de Eva
- Tentación de Adan

Derecha
- Sacrificio de Isaac
- Abraham visitado por los tres angeles
- Moisés ante la zarza ardiendo
- Moises recogiendo las Tablas de la Ley

Hay que mencionar que todos los capiteles se encuentran en bastante mal estado y su interpretación es dificil para ojos no avezados.

En este lado de la fachada podemos observar una curiosa gargola, en la parte superior derecha, donde se ve a una mujer que sostiene sus dos grandes pechos .
De estilo gótico, siglos XIV-XV.

El cimborrio está formado por un prisma octogonal de dos cuerpos superpuestos, con ocho ventanales de fina tracería calada en cada cuerpo. El primer cuerpo o parte baja es de autor desconocido, del siglo XIV, mientras que el segundo cuerpo o parte alta es obra de Martin Llobet en el siglo XV, sobre el 1430.

La función del cimborrio es dotar de luz natural al espacio más sagrado de la Catedral. El interés de este magnifico cimborrio versa precisamente en la enorme cantidad de luz que deja pasar, ya que su armazón de piedra está reducido al mínimo dándole un aspecto de ligereza contructiva muy dificil de lograr desde el punto de vista arquitectonico. Las ventanas van cerradas con piedra traslúcida de alabastro.

El cimborrio descansa en trompas cónicas y se cierra con una bóveda de crucería compuesta por ocho nervios y plementeria de ladrillo.

La ausencia de contrafuertes y lo calado de sus muros, permiten considerar como un prodigio tanto su construcción como su permanencia. Tiene una altura aproximada de 40 metros de altura.

En las pechinas, bajo las trompas del cimborrio figuran los cuatro evangelistas acompañados por los atributos que los identifican: San Lucas con el toro , obra de José Puchol, San Juan con el águila obra de José Puchol, San Mateo con el ángel , obra de José Esteve y San Marcos con el león , de Francisco Sanchis. Se tratan de esculturas de estuco del siglo XVIII.

En su parte superior hay una campana conocida como "El cimboriet" de 1805 que actualmente no se utiliza.

La Sala Capitular o Capilla del Santo Caliz
Estilo gótico florido, siglo XIV. Arquitecto Pere Balaguer o Andrés Juliá.

Se trataba de la sala destinada a la celebración de reuniones del Capitulo de la Catedral, recibiendo por ello el nombre de Sala Capitular.

Originariamente era un edificio exento que sería unido al conjunto de la Catedral. El emplazamiento de esta sala capitular se encuentra sobre la plaza conocida entoncés de "les gallines" (las gallinas, por que esta plaza se dedicaba al comercio de esta ave).

Esta fué mandada construir por el obispo don Vidal de Blanes que rigió la diocesis valentina de 1356 a 1369, y en un principio fué destinada además para enterramiento de prelados y canónigos. En el subsuelo de esta sala se puede encontrar la cripta de enterramientos, aunque al dia de hoy la misma se encuentra cegada.

Despues sirvió de cátedra de teología, siendo también aprovechada la amplia estancia para celebrar las juntas capitulares, y asimismo, en diversas ocasiones, para reunirse y efectuarse las Cortes del Reino.

Más tarde recibió el nombre de Capilla del Cristo de la Buena Muerte, pero en 1916 se decidió el traslado del Santo Caliz a la capilla, de donde proviene su actual nombre.
De planta cuadrada, está cubierta por una elevada bóveda de crucería nervada de ocho nervios y veinticuatro terceletes que forman una estrella de ocho puntas, que descansan sobre mensulas policromadas.

En las claves de la bóveda están los doce Apóstoles y, en la clave central, la coronación de la Virgen en el cielo después de la Asunción, misterio titular de esta Catedral. La clave central también esta policromada.

La planta del sagrado recinto es un cuadrado de trece metros por banda y una altura total de dieciseis metros, con paredes lisas de piedra oscura labrada y tres ventanales con policromadas vidrieras. La entrada arranca de un pasadizo con pequeñas capillas, y, al final, una portalada gótica también, originalmente tallada con decoración en piedra.
Lo más notable de su interior es el aparente retablo gótico, realizado entre 1441 y 1446 (siglo XV) que preside la sala y que no es, sino el excepcional trascoro de la catedral que se colocó aquí en 1777, al ser sustituido por otro neoclásico, hoy desaparecido. Era la puerta central del trascoro por la que entraban procesionalmente los beneficiados, canónigos y obispos siquiendo el ceremonial de la catedral. Obra de Antonio Dalmau (maestro de obras de la Catedral por esta época) y Julià Florentí, ademas intervinierón los escultores Juan de Sagrera, Juan de Segorbe y Arnaldo de Bruselas, debiendose al italiano Poggiobonsi los doce relieves que luego comentaremos. Está todo él, tallado en alabastro.

En su parte superior podemos encontrar las imagenes de la Virgen con San Luis y Santa Elena.

En este marco destacan los doce relieves del florentino Giuliano Poggiobonsi (Julià lo Florentí), que son una de las primeras obras del renacimiento en España. Las escenas inferiores corresponden al Antiguo Testamento, mientras que las superiores corresponden al Nuevo Testamento.

En el lazo izquierdo y a su vez de izquierda a derecha: Moisés levanta la serpiente de bronce en el desierto y Jesús es levantado en la cruz. Sansón arranca las puertas de Gaza y Jesús las del infierno. Jonás es devuelto vivo a la playa y Jesús resucita del sepulcro.

En el lado derecho, de izquierda a derecha: Elias es arrebatado por un carro de fuego y Jesús asciende al cielo. Moisés recibe las tablas de la ley en el Sinaí y María con los apóstoles reciben el Espiritu Santo en Pentecostés. Por último Salomón sienta a su madre Betsabé en un trono y Jesús recibe y corona a su Madre en el cielo.

Como hemos podido observar las imagenes de la parte inferior con las de la parte superior se corresponden con las profecias del Antiguo Testamenteo que luego se harían realidad en el Nuevo Testamento.

En el suelo enfrente del retablo, podemos encontrar la tumba del arzobispo Menéndez Conde (1914-1916).

 

La historica capilla muestra todo su esplendor arquitectonico. Y en ella se muestran antiguos recuerdos. Con el bellisimo retablo frontal, filigrana tallada en piedra, los bancos, también de piedra, que circundan el recinto y sirvierón para asiento en la antigua aula de estudios. Y, en el muro de la derecha el magnifico púlpito gótico de piedra , desde el cual San Vicente Ferrer explicaba su cátedra de teología. A su derecha el cuadro La Adoración de los Reyes de Nicolas Florentino (1469-1472). Se trata de una pintura al fresco, restaurada y pasada a lienzo.

En el muro, a mayor altura, se hallan colgados dos grandes trozos -uno de cincuenta y nueve y otro de setenta metros - de gruesas cadenas. Son las que antaño cerraban el puerto de Marsella y que el 19 de noviembre del año 1423 rompió la nave de Romeu de Corbera, al frente de las demás galeras, para atacar aquella base naval de la casa de Anjou, rival de Alfonso V el Magnanimo, que dirigia el combate. El trofeo fué traido a Valencia y donado por el propio rey a la catedral.

Además se trajo como botin de guerra los restos del San Luis de Tolosa que también fuerón donados a esta Cátedral. En un primer momento las cadenas fuerón depositadas en el presbiterio pero con las reformas del año 1779 se ubicarón en la actual Capilla del Santo Caliz.

También podemos encontrar un lienzo de Vicente Lopez del siglo XIX, representando la expulsión de los moriscos y una pintura sobre tabla del siglo XV representando a San Cristobal.

Frente al muro donde se encuentra el pulpito una puerta gótica , bellamente tallada, conduce al interesante Museo de la Catedral, donde se muestran muy interesantes y espléndidas obras de arte que la piedad de sus frailes donarón, especialmente los reyes de Valencia, y que complementa la visita a este magnifico santuario de la devoción que es la Capilla del Santo Cáliz.

En el museo de la catedral hay obras de Juan de Juanes, Jacomart, Osona, Castellanu, Correggio, Orrente, Espinosa, Vicente López, Camarón, y Francisco de Goya.

Esta puerta de acceso al museo es una portada de pequeñas dimensiones, con arco mixtilineo encuadrado por una moldura dispuesta a modo de alfiz, cuyas enjutas alojan una Anunciación en alabastro, obra de Joan de Kassel, trabajada en 1497.

Es en el altar mayor en donde la delicadeza de las formas y colores del retablo renacentista contrasta con la lujosa ornamentación barroca realizada entre 1674 y 1682 por el arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel. El ábside gótico de planta poligonal, se encuentra recubierto con nuevas bóvedas, lunetos, superposición de adornos, imágenes, pilastras, columnas salomonicas, modillones, cartelas, pechinas, frontones partidos, guirnaldas, ángeles dorados, jaspes etc. La riqueza de los mármoles y dorados, la suntuosidad de las formas y la profusa decoracion recuerda en algunos casos el estilo rococó, tal es la decoración del abside.

Asi era hasta junio de 2.004, cuando por azar fuerón encontradas cubiertas por la bóveda de Juan Bautista Perez Castiel, unas pinturas de increible belleza que han sido datadas en 1474 (siglo XV). Las pinturas que representan a angeles tocando instrumentos musicales, son obra de Francisco Pagano y Paolo San Leocadio. Según los archivos catedralicios, en el año 1469 un incendio destruyo parte del ábside de la catedral, por lo que en 1474 el entonces papa valenciano Alejandro VI ordenó a ambos pintores que realizaran las pinturas al fresco que ahora tenemos el placer de observar.

La bóveda de Perez Castiel fué desmontada y las pinturas restauradas. Después de un largo periodo de deliberaciones sobre la conveniencia de volver a montar la bóveda y tapar nuevamente las pinturas o dejarlas al descubierto, se ha optado por dejarlas al descubierto, tal y como estuvierón antes de la reforma efectuada por Perez Castiel en el siglo XVII.

En el presbiterio encontramos un retablo que en realidad es un gran armario cerrado por dos puertas. Este armario guardaba un retablo de plata elaborado por el orfebre Bernardo Thadeo de Piero de Pone (nacido en Pisa Italia) realizado entre 1492 y 1507 en sustitución de otro anterior de similares caracteristicas que fué destruido en un incendio en el año 1469. Este nuevo retablo renacentista de plata fué fundido en Mallorca en 1812 para acuñar moneda en la guerra contra Napoleón.

En el interior de este gran armario encontramos una imagen de la Virgen de Porta-Coeli, llamada así por haber sido tallada con destino a esta Cartuja, por Ignacio Vergara en el siglo XVIII. Figura en este lugar desde el año 1847. La Virgen se alojaba en el centro de un nuevo retablo esta vez de cobre dorado, realizado en un neogótico bastante lamentable y que fué destruido en el asalto e incendio de la Catedral el 21 de julio de 1936 a comienzos de la Guerra Civil Española. Las trazas de este retablo eran del arquitecto don Ramón Jimenez Cros, el modelista Sr. Franchini y el fundido y cincelado realizado por el platero Leandro Garcia en 1867. En la actualidad sólo queda la Virgen que se encuentra sobre un pequeño pedestal, sobre un fondo con bandas verticales de color granate y negro.

Las grandes puertas que cierran el armario ocupan una superficie de 75 metros cuadrados, pintadas al oleo y son tan notables, que Felipe II, al verlas, dijo, "es de plata, pero las puertas son de oro". Es obra del siglo XVI (1506-1510.)

Las puertas del retablo del altar fuerón pintadas al temple y óleo sobre tabla, por Fernandez Yañez de la Almedina y Fernando de los Llanos, de quienes se dicen fuerón colaboradores de Leonardo da Vinci y trajerón de Italia el estilo renacentista que habria de llegar al resto de la península a traves de Valencia.

Son en total seis tablas dobles, es decir pintadas por ambos lados, lo que hace un total de doce pinturas, de 1,94 metros x 2,27 metros cada tabla.
Las pinturas de la parte exterior de las puertas son: Natividad de Jesus y Adoración de los pastores --- Ascensión del Señor --- Adoración de los Magos --- Pentecostés --- Resurrección de Jesucristo --- Dormición y Asunción de la Virgen Maria.

Las pinturas de la puerta interior son: Abrazo de San Joaquin y Santa Ana ante la puerta dorada --- Visitación de la Madre de Dios a Santa Isabel --- Natividad de Maria --- Presentación del Niño Jesus en el Templo --- Presentación de la Virgen Maria en el Templo y por último Descanso en la huida a Egipto.

Las estatuas, de madera dorada, que coronan el suntuoso cornisamiento con modillones, cartelas y óvalos que rematan el ábside, corresponden a San Vicente Ferrer, San Pedro Pascual, San Luis Beltran, San Francisco de Borja, San Lorenzo y San Vicente, y son obra de Tomás Sanchéz Artigues.

Los relieves de mármol importados de Génova, que ocupan las hornacinas que deja el segundo cuerpo, representan escenas de la vida de San Vicente Mártir, San Francisco de Borja, San Pascual Bailón y los Santos Bernardo, Maria y Gracia, y se deben al cincel de Daniel Salanova en 1687.

Las vidrieras del techo con arcángeles y Cristo Pantocrátor son del siglo XIX.

Aqui se encuentra el sobrio coro de estilo herreriano realizado entre 1594 y 1604 en madera de boj y nogal. Sus autores fuerón el tallista Domingo Fernández Ayarza y los italianos Francisco Maria Longo, Juan Tormo y Jácome Antonio Como. El coro se encontraba antes en el centro de la nave principal, pero en 1939 se trasladó a su lugar actual. Originalmente constaba de 155 sitiales.
La Girola
Es una de las partes más antiguas de la Catedral, por donde comenzó su construcción en el año 1262. La obra gótica distribuida en forma de radios hacia las capillas, está en parte cubierta por la decoración neoclásica del siglo XVIII. Primitivamente permitía contemplar el Altar Mayor a través de los arcos del presbiterio (como en la Iglesia de Santa Catalina), cegados en la reforma barroca del ábside en el siglo XVII.

La Girola es el espacio destinado a que los fieles puedan deambular a través de las capillas sin interrumpir el culto del Altar Mayor, se encuentra poco difundido en Valencia, observandose unicamente en la Catedral y en la Iglesia de Santa Catalina. La girola cuenta con ocho capillas y tanto ésta como el resto de la iglesia fué recubierta por completo tras la reforma neoclásica que fué proyectada en 1771 por Antonio Gilabert. Tras la ultima restauración se limpilarón de tales ornamentos algunas partes de la Catedral por lo que hoy podemos apreciar los arcos y muros góticos originales.

En el deambulatorio, frente a la sacristia se encuentran las campanas conocidas como "campanas del rotgle" o rueda de campanas que se utiliza todos los dias, asi como otras dos campanas pequeñas de avisos, que carecen de inscripciones, y que podrian ser las que trajó el rey conquistador en 1238 para marcar la nueva cultura sonora de los cristianos.

La capilla de la resurrección, (llamada popularmente La Coveta) que se encuentra en la girola, y forma el trasaltar, se halla cerrada por un magnifico portico de alabastro de tres arcos. En este altar podemos contemplar un hermoso relieve sobre la Resurrección de Cristo encargado por el Papa Alejandro VI hacia 1510 para honrar la memoria de Calixto III. En esta capilla se encuentra expuesto el brazo incorrupto de San Vicente Mártir, que fué donado a la catedral en 1970. Un obispo valenciano lo llevó a Tierra Santa en el curso de una peregrinación en los primeros años del siglo XII. Pero el prelado murió en Bari y allí quedó la reliquia. En el año 1970 regresó a Valencia.

Tanto el relieve como la capilla están esculpidos en alabastro. El diseño de la capilla se adapta perfectamente a la forma poligonal de la girola y es una clara representación del arte renacentista en la ciudad de Valencia. Formado por tres arcos, el central muy rebajado y los laterales formados por arcos de medio punto, se articulan por columnas y entablamento, y permiten mostrar un interesante repertorio decorativo de formas italianizantes, formado por águilas con las alas desplegadas, grutescos y motivos varios de inspiración renacentista.

El alto relieve de la Resurrección de Cristo que se encuentra en el interior de la capilla, se atribuye al escultor castellano Bartolomé Ordoñez, autor entre otras obras del sepulcro de Juana la Loca y Felipe el Hermoso de la Capilla Real de Granada. Otras atribuciones de este relieve son para Damian Forment y Alonso Berruguete.

En el centro del relieve vemos la figura de Cristo Resucitado saliendo del sepulcro acompañado de varios ángeles, mientras que varias figuras que representan a los guardias gesticulan asustados y otros personajes no identificados se agitan de forma violenta. La incorporación de todos estos personajes parece ser que tiene la clara intención de dar una sensación de movimiento y profundidad a la escena, dotandola de un dramatismo que sea percibido por el espectador.
En los muros inmediatos a esta capilla encontramos el órgano de la Catedral. Formado por algunas tallas renacentistas salidas de la mano de Luis Muñoz sobre planos de Fernando Yañez de la Almedina entre 1511 y 1513. Son relieves en madera oscura en su color natural que representan a angeles cantores o llevando instrumentos musicales. Y decimos algunas tallas porque el organo de la Catedral, sufrió importantes daños en la Guerra Civil lo que obligó a su desmontaje y a reconstruir un nuevo organo mucho mas pequeño que fué situado en el Altar Mayor. Parte de los pedazos que lograrón salvarse se encuentran en el Museo de la Catedral y otra parte se utilizarón para este nuevo órgano.

En realidad hay que decir que la Catedral disponía de dos organos situados a ambos lados del coro que se encontraba en el centro de la nave central. Ambos casi identicos fuerón realizados en el siglo XVI por Pedro Andrés Texdor y Diego Ortiz, ambos organistas de la Catedral. Despues de la guerra civil tanto los organos como el coro tuvierón que ser desmontados, eliminados de su emplazamiento original y sus distintos elementos reaprovechados en la misma Catedral.

El abside de planta poligonal , está cubierto por una boveda gallonada de seis nervios. Tiene cinco ventanales y se comunica con la girola por dos puertas laterales. Tanto la boveda como los muros estaban ornamentados con murales encargados a Miguel Alcañiz, en 1432, y tras destruirse en un incendio la obra de éste, se encargarón nuevas pinturas a Pablo de San Leocadio y Francisco Pagano en 1472. Estas pinturas desaparecierón tras las reformas de 1674.

Junto a la plaza de la Virgen se encuentra la parte que se conoce como Obra Nova, del año 1566. Diseñada por Gaspar Gregori e inspirada en el Tratado de Serlio, este conjunto de galerías en el ábside de la Catedral fué realizado por el cantero Miguel Porcar. A esta arqueria también se le conoce como Lonja de los Canónigos, o también Tribuna de los Canónigos. Se trata de una tribuna con arcadas abiertas destinada a la contemplación de procesiones y actos públicos desde la propia catedral, sobre todo aquellos que se realizaban en la Plaza de la Virgen. Consta de un total de tres pisos.

--- En este lugar existe un pasadizo, construido en el 1660 (siglo XVII) que une la catedral con la Basilica de la Virgen.Otro pasadizo es el que en 1357 ordena construir el obispo para unir la Catedral y el Palacio Arzobispal , por encima de la calle de la Barchilla.

Uno de los aspectos a destacar de la Catedral de Valencia, es que la misma, es un gigantesco cementerio. Hay reseñas historicas que nos hablan que en los alrededores de la Catedral, habian numerosos enterramientos que incluso estaban a pie de calle y frecuentemente eran pisoteasdas por las gentes. Pero no es de estos enterramientos de los que vamos a hablar, sino de aquellos que se encuentran en el interior de la Catedral.

En concreto se sabe como anteriormente hemos dicho, que la Sala Sapitular o Capilla del Santo Caliz, se pensó entre otras cosas para enterramiento de prelados y canónigos, pues bien dicha función la cumplió a la perfección, hoy en dia debajo de esta sala se encuentra una cripta o cementerio. La entrada se realiza a traves de una losa de piedra que hay debajo del púlpito de la Capilla. Desgraciadamente cuando se fué a investigar por las caracteristicas de esta cripta, los investigadores se encontrarón con que la misma estaba cegada por escombros, no se sabe el motivo, entre los escombros se encontrarón piedras correspondientes a trazas góticas, por lo que se supone que bien en el momento de la reforma del siglo XVIII, los escombros se echarón en ese lugar o bien cuando se contruyó otra segunda cripta en la nave central se procedió de la misma manera. El caso es que esta cripta permanece hoy sin investigar.

Por último cabe destacar que en lugar preminente de la Sala Capitular, en el suelo frente al Altar, nos encontramos con la lapida y enterramiento de monseñor Valeriano Menéndez Conde, fallecido en 1916.

En el año 1563 se fundó una nueva cripta, destinada al cabildo, es el llamado cementerio de los canonigos. Se encuentra situado en la nave central, cerca de donde se encontraba el antiguo coro, y se accede a él por una losa en el suelo sujeta con argollas. Al interior de la cripta se bajaba por una escalera de 22 peldaños.

Y aun tenemos otra tercera cripta, el llamado cementerio de los beneficiados, situado entre el primitivo coro y la puerta principal, a la izquierda del eje de la nave central. Se accedia por una escalera de 16 peldaños.

Como norma general a los difuntos se les colocaba en nichos adosados a las paredes, y como no podia ser de otra manera el suelo de la Catedral hace de techo de estas criptas.

A la existencia de estas criptas o cementerios, hay que sumar la de los obispos y arzobispos enterrados en las distintas capillas existentes en la Catedral. Es norma todavia en uso que el dean de la Catedral le pregunte al nuevo arzobispo cuando es elegido en que lugar de la Catedral quiere ser enterrado. También han sido enterrados en distintos lugares de la Catedral relevantes figuras de la vida valenciana. Por no hacer una lista excesivamente larga de las personalidades enterradas en la Catedral, destacaremos sólo las más conocidas; en la Capilla de San Luis Obispo, los restos de Luis de Anjou o San Luis de Tolosa (1274-1297), en la Capilla de Santo Tomas de Villanueva, él mismo, Miguel Roca Cabanellas que falleció en 1992, Marcelino Olaechea Loizaga y Perez Bayer, entre otros.

A la altura del presbiterio encontramos el lauda sepulcral y el enterramiento del arzobispo Prudencio Melo y Alcalde que quiso ser enterrado en este lugar, porque queria ser pisado por su fieles, como señal de humildad.

También están enterrados Gregorio Mayans y Ausias March, poeta renacentista de fama universal, aunque de este se tienen serias dudas de que realmente sus restos figuren en la catedral. Del mismo tenemos la lauda sepulcral a la altura del transepto cerca de la puerta de la Almoina.

Y por último en el testero de la Catedral estan enterrados los cuerpos de Fray Andreu Albalat, que en el 1262, ordenó la construcción de la Catedral, y también el infante don Alfonso, primer hijo de Jaime I el Conquistador y su esposa Leonor de Castilla.

--- En otro orden de cosas, la Catedral de Valencia fué asaltada e incendiada los dias 21 y 23 de julio de 1936, por milicianos republicanos en el inicio de la guerra civil española (1936-1939). Después de estos acontecimientos la iglesia metropolitana fué utilizada durante toda la guerra como almacen de articulos militares. Parte de los lienzos, el vestuario, los ternos, las casullas e imagenes de valor incalculable fuerón quemadas o robadas. Parte de la riqueza artistica pudo ser salvada gracias a los oficios del entonces Alcalde de la Ciudad que llevó todos los objetos que pudierón ser salvados a almacenes municipales donde quedarón en custodia. Al finalizar la guerra todo este valor patrimonial fué devuelto a la Catedral. Sin embargo hubierón piezas que se quemarón, otras desaparecieron y lo que tenia valor material fué robado.
Entrando por la puerta de los hierros, a nuestra izquierda, encontramos la pila bautismal y sobre la pila bautismal, un óleo sobre tabla de Vicente Macip, representando el bautismo de Cristo en el rio Jordan, por Juan el Bautista . Obra pintada en el 1535. Asisten al acto cuatro doctores de la iglesia y el donante del cuadro, el venerable Agnesio. Desde el cielo, el Padre eterno envía al Espiritu Santo sobre el Hijo y proclama: "Este es mi Hijo amado en quien me he complacido".

En el lado lado derecho de la puerta un cuadro con una escena del Descendimiento de Cristo , óleo de Blas del Prado, pintado en el año 1581, y procedente de la Parroquia de San Pedro de Madrid.

Según entramos empezamos por nuestra derecha y nos encontramos con las siguientes capillas:

Capilla de San Sebastian Martir San Sebastian era un oficial de la guardia del emperador Diocleciano. Acusado de ser cristiano fué condenado a morir asaetado por sus compañeros. Fué recogido con vida por los cristianos y una vez curado por Santa Irene, se presentó ante el emperador para acusarlo por su injusticia con los cristianos, siendo entonces azotado hasta la muerte. Se le llama por eso el "doble martir". Fué muy venerado como patrono de la peste.

Se trata de una capilla de estilo neoclásico (siglo XVIII) obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

En el Altar central encontramos un óleo de Pedro de Orrente (1580-1645) que lleva por titulo Martirio de San Sebastian. Se trata de una de las pinturas más importantes de la Catedral, sigue el estilo tenebrista de Bassano y Caravaggio.

Sobre el altar podemos encontrar un óleo sobre metal de 1941, obra de Vicente Gay, que representa a la Virgen del Perpetuo Socorro. Se trata de la imagen clásica de la Virgen del Perpetuo Socorro, que es una variante moderna, realizada en Italia del icono mariano llamado "del terrible socorro" y tambien "Virgen de la Pasión", porque el Niño Jesus parece asustado por los ángeles que muestran los instrumentos de la pasión: la cruz, la corona de espinas, la lanza y la caña con la esponja. La Madre muestra el semblante triste, porque conoce los vaticinios de la muerte de su divino Hijo. La devoción a este titulo mariano fué difundida, junto con esta imagen, por la orden de los redentoristas, a partir de la iglesia de San Alfonso Maria de Ligorio en Roma, donde está la imagen original. Los rasgos más hieraticos del icono oriental se han ido haciendo mas naturales en las versiones modernas de occidente.

En el lado izquierdo de la capilla encontramos el sepulcro de don Diego de Covarrubias, muerto en 1607, y en el lado derecho el sepulcro de doña Maria Diez de Covarrubias, esposa del anterior. En el suelo ante la verja, tumba de Gregorio Ridaura, beneficiado de la Catedral.

Siguiendo nuestro recorrido, a la derecha nos encontramos con un pasillo que da acceso a la Capilla del Santo Caliz. Este pasillo es obra de Pere Compte, construido en estilo gótico florido es del siglo XV (1496), y en él encontramos cinco sepulcros góticos de piedra: uno de Baltasar de Ballester (siglo XIII), del canonigo Pedro de Orriols, del canónigo Matias Mercader y otro de la familia Mercader, pero sobre todo destaca el sarcofago del obispo Vidal de Blanes que fué el que mandó edificar la Sala Capitular, hoy del Santo Caliz.

Ademas en este pasillo podemos encontrar un cristo tallado en madera , y dos capillas una que esta dedicada a tienda de recuerdos y la otra dedicada al arcangel San Miguel. En la pared debajo del Cristo un fresco traspasado a lienzo que corresponde a una Adoración de los pastores , obra de 1472, de Lorenzo Pagano de Neapoli y Paolo de San Leocadio, esta obra era uno de los frescos que realizarón estos pintores para demostrar su maestria y poder ganar el concurso para pintar el presbiterio de la Cátedral. Al final no fuerón los elegidos y esta pintura se trasladó a este lugar. A destacar que la cruz del Cristo de madera, tiene añadidos de madera en ambos brazos y pies con el fin de hacer más grande la cruz, lo delata el distinto color de la madera.

Capilla de San Miguel Arcangel de comienzos del siglo XVI.

El retablo de San Miguel atribuido al "Maestro de Cabanes" es considerado ahora una obra temprana de Vicente Macip, pintado a la manera del "Maestro de Artes" y con influencia de Pablo de San Leocadio. Si bien las pinturas muestran el tránsito al Renacimiento, tiene la estructura clásica de los retablos de los siglos XIV y XV. Es interesante comparar esta obra con el "Bautismo de Cristo" en esta catedral, obra de madurez de Vicente Macip, influido por Sebastiano del Piombo.

Dividido en tres calles, lleva en la central al titular San Miguel Arcángel vestido como general de los ejercitos celestiales, como tal vence a Satanas y defiende a las almas en el juicio después de la muerte (peso de las almas). Sobre el fino dosel está la coronación de la Virgen por la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo.

Las dos calles laterales llevan escenas de la vida de Jesucristo (de arriba a abajo y de izquierda a derecha), anunciación de María, nacimiento y adoración de los pastores, adoración de los Magos y resurrección.

El guardapolvo o polsera lleva en lo alto a Cristo glorioso (Pantocrator) y a sus lados dos virgenes mártires, Santa Lucía y Santa Catalina, dos santos médicos, Cosme y Damian y en los laterales San Sebastian, el Angel Custodio del Reino de Valencia, Santiago Apóstol como peregrino y San Onofre ermitaño.

En la predela o banco sobre el altar están San Francisco de Asís, la Virgen María, Cristo en el sepulcro -muerto y resucitado- (imagen de la Eucaristia que se celebra ante esta imagen en el altar), San Juan Evangelista y San Juan Bautista.

Este retablo estaba en el antiguo Museo Arqueologico Diocesano. Ha sido recientemente restaurado pero se ha dejado un testigo -junto a la cabeza de Cristo resucitado- que muestra como fué dañado en el incendio del museo en el año 1936.

Traspasada la puerta de este pasillo, entraremos en la Capilla de Santo Caliz. Esta puerta gótica , obra de Pere Balaguer de 1424 está formada por arquivoltas apuntadas y molduradas, gablete con fronda y pinaculos en los flancos. En la parte superior rosetón de piedra, con escena de la Virgen y dos angeles incesandores. Las puertas de madera y hierro forjado es obra de Lluís Amorós de 1488.

Si volvemos a la nave lateral nuevamente encontramos la:

Capilla de San Pedro Apóstol De estilo barroco y construida entre 1696 y 1703. Su arquitecto fué Juan Pérez Castiel , autor también de la decoración del Altar Mayor. Los estucos son obra de Antonio Aliprandi de Milán.

Desde su construcción fué la sede de la parroquia de San Pedro, ahora extinguida.

Hasta la cornisa estuvo decorada con frescos de Antonio Palomino, enmarcados por medallones de estuco, con escenas relativas a San Pedro, estas pinturas, muy dañadas en la Guerra Civil de 1936, están tapadas por tapicería. En las pechinas se conservan restos de las representaciones de las cuatro virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza), obra del sacerdote y pintor Vicente Victoria, canónigo de la Colegiata de Xátiva.

El lugar que ocupaba el retablo está presidido por un crucifijo, talla moderna de madera sin decorar y por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús esculpida y decorada por J.Ponsoda (1882-1963).

Los seis grandes lienzos pintados por Nicolás Falcó a comienzos del siglo XVI formaban las puertas que protegían el órgano renacentista de la catedral y representan los momentos principales de la vida de la Virgen María en relación con los misterios salvadores de Jesucristo que se celebran en el año liturgico: La Anunciación, el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los pastores, la Epífania y la Adoración de los Magos de Oriente, la Resurrección del Señor, la Ascensión al Cielo y finalmente, Pentecostés con la venida del Espiritu Santo sobre los apóstoles reunidos en torno a María. Están pintados con una capa ligera de óleo sobre lienzo y por eso se llaman "sargas".

Esta capilla se usa para celebrar el Sacramento del Bautismo.

Esta capilla que durante muchos años permaneció cerrada y usada como almacen, fué abierta con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en junio de 2.006.

Capilla de San Francisco de Borja se trata de una obra de estilo neoclásico de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez, del siglo XVIII.

Francisco de Borja (Gandia 1510-Roma 1572), era duque de Gandia y Marqués de LLombay, era de la familia de los papas valencianos Calixto III (Alfonso de Borja) y Alejandro VI (Rodrigo de Borja). Carlos V le encargó llevar a Granada el cuerpo de la emperatriz Isabel. La vista del cádaver le inspiró la idea de "no servir a un Señor que se le pudiese morir". A la muerta de su esposa (1546), resolvió ingresar en la Compañia de Jesús, recien fundada por San Ignacio de Loyola. Ordenado sacerdote en Roma en 1551, y como tercer general de los jesuitas (1565), promovió las misiones y los centros de enseñanza, como la universidad gregoriano de Roma.

En el Altar central de la capilla pintura de San Francisco de Borja ante el cadáver de la emperatriz Isabel , óleo de Mariano Salvador Maella (1739-1819), pintado en el año 1787. Vestido de caballero de la orden de Santiago, levanta el paño que cubre el rostro y las manos de la difunta y siente la llamada de Dios para abandonar las vanidades del mundo.

Sobre el altar central: estuco, ingreso de San Francisco en la Compañia de Jesús. Madera pintada. Escudo de la familia Borja. Estatuas sobre el altar central: Estucos, alegorias de la Oración (con los brazos cruzados) y la Penitencia (con un azote y una cruz).

En el lado izquierdo de la capilla cuadro de San Francisco de Borja despidiendose de sus familiares en su palacio de Gandia para ingresar en la compañia de Jesús, óleo de Francisco de Goya y en el lado derecho, San Francisco de Borja asistiendo a un moribundo impenitente. San Francisco ya jesuita observa la sangre de Cristo que protege al pecador de los demonios qu esperan llevarse su alma, óleo de Francisco de Goya (1746-1828). Pintados ambos en el año 1788.

En las pechinas de la cúpula: estucos, alegorías de La Templanza, La Fortaleza, La Corrección y La Justicia recta.

Capilla de San José Obra neoclásica del siglo XVIII, de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

En el Altar Central encontramos una imagen de madera policromada de San José , con el Niño en brazos, obra de José Maria Ponsoda Bravo (1882-1963).

Sobre el Altar Central, estuco de Cristo protegiendo a la Iglesia. Estatua sobre al altar central: alegorias de la Fortaleza (con el casco y una columna) y de la Caridad (rodeada de niños).

En el lado izquierdo San Miguel Arcángel, imagen de madera policromada obra de Francisco Sanchis (1740-1791), en el lado derecho imagen de San Pedro Pascual con hábito de canónigo del siglo XVIII, imagen de madera policromada de Francisco Sanchis.

En las pechinas de la cúpula, estucos con alegorias de San José: el cepillo, la vara florida, la sierra y la escuadra de carpintero.

En el suelo tumba del arzobispo López García (1824-1831).

El arcángel San Miguel es protector de la Iglesia, se le representa como principe de los ejercitos celestiales y venciendo a Satanás.

San Pedro Pascual, de familia cristiana mozárabe, nació en Valencia poco antes de que fuerá conquistada la ciudad por Jaime I. Perteneció al clero de esta Catedral y a la orden de la Merced. Obispo en Jaén, fué apresado por los musulmanes y llevado a Granada, donde estuvo cautivo cuatro años hasta su martirio en el año 1300.

Capilla de Santo Tomas de Villanueva de estilo neoclásico y como todas las anteriores obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez, siglo XVIII.

En el altar central Busto relicario con el cráneo de Santo Tomás de Villanueva y urna con los huesos del santo.

Sobre el altar central, estuco del martirio de San Blas (anterior titular de esta capilla) obra de José Esteve Bonet (1741-1802). Estatuas sobre el altar central: alegorias de la Misericordia (con un ramo de roble) y el santo Celo (con una disciplina), estucos de J.Esteve.

En el lado izquierdo de la capilla San Juan de Ribera, óleo de R.Montesinos (fallecido en 1877), y en el lado derecho San Felipe Neri, (Florencia 1515-Roma 1595) óleo anónimo del siglo XVIII.

En las pechinas de la cúpula estucos con las alegorias de la Oración, la Doctrina, la Humildad y la Penitencia, de José Esteve Bonet.

En el suelo, tumbas de los arzobispos Arías Texeiro (1815-1824), Olaechea y Loizaga (1946-1966), Roca Cabanellas (1978-1992) y del canónigo Pérez Bayer (1711-1794).

También encontramos la lapida sepulcral de la primera sepultura de Santo Tomás de Villanueva donada por don Jacobo y don Mauro Cardells Galea a la Santa Iglesia Catedral de Valencia, ya que por azares del destino la tenian en propiedad.

San Juan de Ribera (Sevilla 1533-Valencia 1611), fué patriarca de Antioquia y Arzobispo de Valencia. Aplicó las reformas del Concilio de Trento y fundó el Colegio del Corpus Christi (llamado el Patriarca) para fomentar el culto a la Eucaristía.

Ahora nos encontramos en el brazo sur del crucero, cuya salida se correponde con la Puerta del Palau. Nos encontramos con la Capilla de Santo Domingo de Guzman , de estilo neoclásico, siglo XVIII, obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

En el centro del retablo Santo Domingo de Guzmán, presbítero, óleo sobre lienzo de Pedro de las Cuevas (siglo XVII)

En el ático del retablo: Santa Bárbara, Virgen y Mártir, antigua titular de la capilla de autor desconocido.

Santa Barbara virgen y mártir de Nicomedia, muerta en el 235. Según la leyenda, se hizo construir una torre con tres ventanas como simbolo de la Trinidad. Su propio padre la entregó al tribunal y la ejecutó, cayendo fulminado por un rayo poco después. Es patrona de la artillería y contra las tormentas.

Capilla de la Beata Josefa Naval Girbes , capilla de estilo neoclásico del siglo XVIII, obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

En el ático del retablo, una pintura de la Asunción de la Virgen de autor desconocido. En el centro del retablo la Beata Josefa Naval Girbes, virgen seglar, óleo sobre lienzo de Juan Ribera Berenguer (2001).

En el suelo, tumba de Ausias March , poeta valenciano del siglo XV. Nació en Gandia en el año 1397, fué hombre de armas y señor de Beniarjó. Entre sus obras destacan los poemas de amor, sus "Cants de mort" y el "Cant espiritual". Su obra muestra la influencia provenzal y del renacimiento italiano. Sus poesías se tradujerón a varias lenguas, entre ellas el castellano entre 1539 y 1579, teniendo una gran influencia entre los poetas del renacimiento español. Murió en Valencia en 1459. La losa sepulcral es moderna y va rodeada de un verso del propio poeta.

Junto a la puerta óleo sobre lienzo del Martirio de San Vicente , de José Vergara (1790).

Le sigue la Capilla de San Pascual Bailón como las anteriores de estilo neoclásico, obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez siglo XVIII

En el centro del retablo: San Pascual Bailón, religioso, pintura reciente. En el ático del retablo: San Cristobal, de autor desconocido.

Sobre la puerta, que como hemos dicho se corresponde con la puerta del Palau o de la Almoina, encontramos una vidriera con parejas. Es una vidriera commemorativa del 700 anniversario de la colocación de la primera piedra de la Catedral en el año 1262, siendo obispo fray Andres de Albalat, cuyo sello está en la cima del vitral, junto con el del Arzobispo Olaechea, en cuyo pontificado se realizó la vidriera en el año 1962. Las cabezas representan los matrimonios esculpidos como canecillos en la cornisa de la puerta románica del Palau. Son parejas ligadas a la historia de la repoblación de Valencia, después de su conquista en el siglo XIII por el rey don Jaime I, o quizás sean los donantes del mencionado portal románico.

Junto a la puerta óleo sobre lienzo del valenciano José Vergara, que representa el martirio de San Erasmo . José Vergara lo regaló a la Catedral en el año 1790, junto con el martirio de San Vicente colocado en el otro lado de la puerta. San Erasmo fué obispo de Antioquia en Siria. Fué martir en la persecución de Diocleciano a comienzos del siglo IV.

La última capilla del crucero antes de entrar en la girola es la Capilla de San Agustin de estilo neoclásico siglo XVIII, obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

En el centro de retablo, San Agustin, obispo y doctor de la iglesia, copia reducida (1970) del original de Claudio Coello (1642-1693) que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.

El el ático del retablo Santa Teresa de Jesús obra de José Camarón Bonanat.

En el suelo, tumba del valenciano Gregorio Mayans y Siscar, erudito valenciano nacido en Oliva en el 1699. Junto a él también estan enterrados algunos de sus familiares. Gregorio Mayans es un hombre de la Ilustración Española del siglo XVIII. Catedratico en Valencia y director de la Biblioteca Real. Mantuvo correspondencia con los principales sabios y eruditos de su tiempo. Editó a los autores clásicos y destacó en la critica historica y literaria. Abogó especialmente por una radical reforma de los estudios de derecho, gramatica y teológia.

Continuamos por la girola, y la primera puerta a nuestra derecha, se corresponde con la sacristia, continuan las ocho capillas de la girola:

Capilla de la Virgen del Rosario foto de estilo neoclásico, siglo XVIII. Obra de los arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

En centro del retablo la Virgen del Rosario , imagen de madera policromada del siglo XVII. En las paredes de la capilla: urnas sepulcrales, la de la izquierda es el sepulcro de D.Berenguer Guillem de Entenza, tio del rey don Jaime I el conquistador, muerto en 1227 antes de la reconquista de Valencia. Adornado con pequeños escudos con las armas reales de Aragón. A la derecha el sepulcro de don Berenguer de Blanes, gobernador de Valencia, fallecido en 1413. Ostenta cuatro escudos decorados con cruces rodeadas de seis veneras (conchas de peregrino).

Además lienzos de Camarón (siglo XVIII) del antiguo trascoro: La Virgen entrega el Rosario a Santo Domingo de Guzman y otro lienzo dedicado a San José.

Capilla de la Virgen del Puig también de estilo neoclásico, del siglo XVIII, obra de nuestros amigos Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez. foto

En el centro de retablo: Nuestra Señora de los Angeles del Puig, óleo de Agustin de Ridaura, discípulo de Francisco Ribalta. Siglo XVII. En la base del marco, relieve representando una vista panoramica de Valencia de J.Cotanda (siglo XVIII).

En el ático del retablo: cuerno de la abundancia, simbolo romano de la ciudad de Valencia. Óleo sobre lienzo de autor desconocido. Siglo XVIII.

Sobre el altar: nicho con la estatua yacente (trance mistico) de San Francisco Javier, atribuida al escultor Ignacio Vergara. Siglo XVIII.

San Francisco Javier, jesuita y apostol de Oriente, de noble familia navarra, fué uno de los primeros discipulos de San Ignacio de Loyola. Murió en el Japón en el 1552, y su cuerpo se conserva en la ciudad india de Goa. Este tipo de estatua yacente, semejante a la de santa Maria Magdalena en la capilla contigua de San Rafael, es característica del estilo barroco italiano y representa el ensueño o trance místico del santo representado como peregrino del Evangelio.

En las paredes: San Anselmo y San Hugo de Lincoln, cartujos obispos, óleos sobre tabla de Francisco Ribalta del siglo XVII.

En la pared izquierda de la capilla: urna sepulcral posiblemente de don Josep Jofré, señor de Pardines. Decorado con cuatro flores de lis (azucenas).

Cuando las tropas crisitianas asentadas en El Puig, pequeña montaña al norte de Valencia, preparaban la conquista de Valencia en el año 1237, se halló en aquel lugar un relieve de piedra representando a la Madre de Dios, de estilo bizantino. El hallazgo dió tales ánimos a las huestes del rey don Jaime I el Conquistador que vencierón en desigual combate, en los mismos campos del Puig, llamado desde entonces de Santa Maria, a las tropas musulmanas, y luego se adueñarón de Valencia. El rey cristiano atribuyó la conquista al favor de la Santisima Virgen; por eso la proclamó patrona del nuevo reino cristiano de Valencia y, de inmediato, hizo levantar en aquel lugar un santuario que encomendó a los religiosos de la Orden de la Merced. Desde entonces el Puig de Santa Maria ha sido centro de peregrinaciones y corazón de la tierras valencianas. La imagen de Santa Maria fué coronada canónicamente el 9 de octubre (anniversario de la conquista de Valencia) del año 1954.

Capilla de San Rafael Arcángel foto de estilo neoclásico, obra de los arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez (siglo XVIII).

En el centro del retablo: San Rafael, arcángel, acompañado por el joven Tobias, imagen de madera policromada de José Ponsoda (1882-1963). Durante los años posteriores a 1939, este afamado escultor valenciano hizo para la Catedral, además de la imagen de este altar, las de la Inmaculada Concepción y de san José (en sus capillas), de Cristo crucificado (capilla de San Pedro) y del Sagrado Corazón (capilla de San José)

En el ático del retablo: martirio de San Andrés apóstol, oración a la cruz, óleo sobre tabla del siglo XVII, de autor desconocido.

Sobre el altar, nicho con la estatua yacente (trance mistico) de Santa Maria Magdalena, atribuida a la escuela de Ignacio Vergara del siglo XVIII.

En los laterales, lienzos de Camarón del siglo XVIII: Santo Tomás de Aquino y Coronación de Espinas y de Planes (siglo XVIII): San Mateo y San Joaquín con la Virgen niña.

San Rafael es uno de los cuatro arcángeles, con Miguel, Gabriel y Uriel. Su nombre significa en hebreo "medicina de Dios". El libro de Tobias (Antiguo Testamento) cuenta que guió al joven Tobias para ir a buscar esposa, y luego le hizo pescar un pez con cuya hiel curó luego la ceguera de su padre.

Maria Magdalena la santa "mirófora" o portadora de perfumes, fué la primera que vió a Jesús resucitado cuando fué al sepulcro para embalsamar su cuerpo. Según la tradición, expió su vida anterior de pecadora viviendo en soledad y haciendo penitencia. La imagen yacente la representa en trance místico, contemplando la cruz, con el vaso de ungüento, el libro (signo de la vida contemplativa) y las disciplinas o azotes (signo de mortificación) y la cruz.

San Andrés hermano de San Pedro, fué crucificado en Patras (Grecia).

Capilla del Cristo de la Buena Muerte foto de estilo neoclásico del siglo XVIII. Arquitectos: Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro del retablo: Cristo crucificado, escultura de madera policromada atribuida a Alonso Cano o a Juan Muñoz, estilo barroco castellano del siglo XVII. Procede de la desamortización del monasterio agustino de Nuestra Señora del Socorro (el Socós).

Fondo del retablo: Calvario, representando a Santa María, madre de Jesús y San Juan el discipulo amado, junto a la cruz (Juan 19,25). Pintura sobre tabla atribuida por unos a Baccio Bandinelli (siglos XV-XVI) o a un anonimo maestro de Alzira. Estilo renacimiento manierista.

En el ático del retablo: La Virgen de Montserrat, óleo sobre lienzo del siglo XVII o XVIII de autor desconocido.

Como reseña el evangelio según San Juan , cap 19, 25-27
"Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María la de Cleofas y Maria Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella, al discipulo a quien amaba, dijo a la madre, Mujer, ahi tienes a tu hijo. Luego dijo al discipulo. Ahi tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discipulo la recibió en su casa".

En las paredes de la capilla: Urnas sepulcrales. La de la izquierda, sepulcro del tercer obispo de Valencia, fray Andrés de Albalat O.P. (dominico), que puso en este lugar la primera piedra de la catedral en el año 1262. Falleció en Viterbo (Italia) en 1276. Sobre el sepulcro está pintada la figura yacente del prelado y las insignias heráldicas de la familia de los Albalat. La de la derecha, sepulcro del caballero mosén Jaume Castellar, sepultado aquí en el año 1431. Escudos con el castillo, emblema de los Castellar.

Cristo atado a la columna, óleo sobre lienzo del siglo XVII, anónimo.

El buen ladrón: óleo sobre tabla, obra de Miguel Esteve siglo XVI. Presidió esta capilla desde 1745 hasta 1916. Según el evangelio de San Lucas (23, 42-43), invocó a Jesús desde la cruz en el Calvario "Jesús acuerdate de mi cuando llegues a tu reino" y el Señor le constestó: "Hoy estarás conmigo en el paraiso". En el fondo del cuadro se describe la leyenda del buen ladrón (San Dimas) según el evangelio apócrifo de Nicodemo. Cuando la Sagrada Familia huyó a Egipto, les defendió de sus compañeros bandidos y les protegió. Volvería a encontrar a Jesús treinta años después, crucificado juto a él. Restaurada esta pintura se reintegró a esta capilla el 4 de abril del 2000.

Capilla de San Jaime, apóstol como las anteriores obra neoclásica del siglo XVIII de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Retablo: Aparición de Jesucristo y la Virgen María al apóstol San Jaime.

Plata repujada y esmaltes. Obra de Bernabé Thadeo de Piero de Pone, de finales del siglo XV.

Junto al retablo: San Jaime (Santiago el Mayor) ayudando a los cristianos en la batalla de Clavijo, óleo sobre lienzo de Evaristo Muñoz del siglo XVIII.

En el ático del retablo: la Asunción de la Virgen, óleo sobre tabla del siglo XVII o XVIII, de autor desconocido. La mayor parte de las pinturas de los áticos proceden de retablos anteriores a la reforma neoclásica del siglo XVIII.

En las paredes de la capilla: urnas sepulcrales, la de la izquierda, parte escultórica del sepulcro del tercer obispo de Valencia, fray andres de Albalat O.P. que colocó aquí la primera piedra de la catedral. Sería el complemento del sepulcro que se halla en la capilla contigua, desmontado en el siglo XVIII. A la derecha, sepulcro del infante don Alfonso de Aragón, primogenito del rey don Jaime I el Conquistador y de su primera esposa. Cubierto con las armas reales de Aragón.

Como reseñan los evangelios, San Jaime, llamado también Santiago, y San Juan, pescadores, hijos de Zebedeo, fuerón llamados por Jesús en las orillas del lago de Galilea. El Señor los llamó, por su vehemencia, "Los hijos del Trueno". San Jaime fué el primer apostol en morir como mártir de Cristo, en Jerusalén. Según la tradición, predicó el evangelio en España, donde fué animado por una aparición de la Virgen María en Zaragoza y, después del martirio, sus discípulos trajerón su cuerpo a Galicia donde es venerado su sepulcro en la ciudad de Santiago de Compostela, meta del camino de Santiago, que recorre toda Europa central. Durante la reconquista de España, los cristianos, especialmente navarros, gallegos, leoneses y castellanos, tuvierón a Santiago como santo protector, y así se cuenta, que el rey Ramiro I en el año 844, tuvo una batalla en el lugar riojano de Clavijo, en la que venció a los musulmanes con la ayuda de una aparición del Apóstol montado sobre un caballo blanco, como lo representa el cuadro de esta capilla. Se trata de una tradición posterior a la verdadera batalla, que tuvo lugar en Albelda (La Rioja) sin que los datos historicos mencionen la aparición de Santiago.

En uno de los laterales una imagen de la Virgen de Lourdes.

Capilla de la Virgen del Pilar de estilo gótico siglo XIII, suprimida la decoración neoclásica del siglo XVIII. Arquitecto Arnau Vidal y primer maestro de obras de la catedral.

Centro del retablo: siglo XVIII. Imagen de la Virgen del Pilar , de madera policromada y autor desconocido. Ocupa este lugar desde 1939.

Sobre el altar: San Fernando, rey de Castilla y León, escultura de S.Agudo, tallada en el año 1956.

En el ático del retablo: San Juan Bautista, pintura sobre tabla, resto de un retablo del siglo XV.

A la izquierda tumba de don Raimundo Gastón, obispo de Valencia desde 1312 a 1348, redescubierta en diciembre del 2003 en la capilla de San José y enterrada en ella desde el siglo XVIII.

En las paredes Pentecostés y Milagros de San Andrés, pinturas sobre tabla de Juan de Borgoña siglos XV y XVI.

Según la tradición la Virgen María, antes de su transito al cielo, se apareció al apóstol San Jaime, a orillas del Ebro, para reconfortarlo en su misión cuando se encontraba muy desanimado en Zaragoza, por la falta de respuesta a su mensaje evangelico. Nuestra Señora le dejó entonces como señal un pilar o columna que es venerado en la Basilica de su mismo nombre en Zaragoza.

Fernando III el Santo nació en Valparaiso (Zamora) en 1201. Rey de Castilla dede 1217 y de León desde 1230, era primo hermano del rey Jaime I el Conquistador. Inició las catedrales de León y Burgos y conquistó a los musulmanes las ciudades de Jaén, Córdoba, Sevilla y Cadiz. Reprimió la herejia albigense. Murió en Sevilla en el año 1252.

La reforma neoclásica de la catedral. El 1 de septiembre de 1774, siendo arzobispo de Valencia, don Francisco Fabian y Fuero, se inició una total renovación del templo para ocultar su primitiva traza gótica con un revestimiento de estilo inspirado en los canones greco-romanos y renacentistas, conforme a las normas academicas del siglo XVIII. Dirigieron las obras los arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez. Se construyerón las capillas de las naves laterales, los arcos ojivales se transformarón en otros de medio punto, se cubrierón las pilastras góticas con columnas corintias y los muros con estucos y dorados. Solo quedarón a la vista los nervios góticos de la crucería de las bóvedas. De todo ello es buena muestra el conjunto de la girola, restaurada en 1998. En el año 1961, bajo la dirección del arquitecto Segura del Lago, se comenzó la recuperación del estilo gótico primitivo de la Catedral, suprimiendose también los tejados retornando a la cubierta primitiva de terrazas.

Capilla de San Jacinto María Castañeda y de los mártires valencianos del siglo XX foto de estilo neoclásico siglo XVIII, obras como no de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro del retablo: Martirio de San Jacinto María Castañeda, presbitero, y de San Vicente Liern, religioso, óleo sobre lienzo de autor desconocido.

Ático del retablo: San Gabriel, arcángel, óleo sobre tabla de autor desconocido, siglo XVI. Fragmento de un retablo.

Laterales: Beato José Aparicio Sanz, presbitero y 232 compañeros mártires sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares. Óleos sobre lienzo de Ernesto Garcia Lledó (2001).

Sobre el altar: Virgen de los Dolores, óleo sobre tabla atribuido a José Vergara en el siglo XVIII.

Bajo el altar: Urna con las reliquias de los mártires valencianos del siglo XX, del taller de Hermanos Piró (2001).

Muro derecho de la capilla: Urna sepulcral del canónigo arcediano Pedro Esplugues (siglo XIV).

San Jacinto María Castañeda, nació en Xátiva (Valencia) a mediados del siglo XVIII. Entró muy joven en el convento setabense de la Orden de Predicadores (dominicos). Pidió ser enviado a las regiones más remotas de Asia y fué incorporado a la provincia del santisimo Rosario en las islas Filipinas. Predicando el evangelio en China fué detenido y procesado, sufriendo el martirio con el hermano de Orden Vicente Liern, a la edad de treinta años. El papa san Pio X lo beatificó junto con el mencionado Vicente y otros seis compañeros de la orden de Santo Domingo. El papa Juan Pablo II declaró santos a estos mártires, canonizándoles el 19 de junio de 1988.

El beato José Aparicio Sanz, parroco de Enguera (Valencia), fué martirizado en Valencia el 29 de diciembre de 1936. Encabeza la lista de 233 mártires de la persecución religiosa (1936-1939), entre otros muchos más que derramarón su sangre por Cristo en la archidiocesis de Valencia. Fuerón beatificados por el papa Juan Pablo II el 11 de marzo del 2001.

El arcángel Gabriel, cuyo nombre hebreo significa "fortaleza de Dios", anunció a la Virgen María que sería la madre del Salvador.

Capilla de San Dionisio y Santa Margarita Estilo gótico del siglo XIII. Obra de Arnau Vidal. foto

Antigua capilla de san Antonio Abad repristinada en el año 1961. Los lienzos obra de Vicente Lopez de su altar neoclásico estan ahora en la capilla de san Luis Obispo.

Retablo de san Dionisio y santa Margarita: Temple y óleo sobre tabla de Vicente Macip (finales del siglo XV). Procedente de san Juan del Hospital. Museo Diocesano.

Tabla central: san Dionisio, obispo y mártir, y santa Margarita, virgen y mártir.

Laterales: Adoración de los Magos, Ascensión del Señor, Pentecostés y Transito de la Virgen.

Cimera: Calvario y aparición de Jesús resucitado a la Virgen María, acompañado de los justos del Antiguo Testamento que ha salvado en su descenso al lugar de los muertos.

Guardapolvos: santos, Sebastian, Pedro mártir, Isabel y Cristobal, Santos Cosme y Damián, San Miguel y Ángel Custodio del reino de Valencia. La Trinidad; Cristo imagen del Padre y el Espiritu Santo.

Predela: Escenas de la pasión, oración de Jesús en el huerto, flagelación, camino del Calvario y descendimiento.

En el centro Cristo varón de dolores, puesto en el sepulcro.

Lapidas sepulcrales del obispo don Raimón Despont muerto en 1312, del arzobispo don Andrés Mayoral, muerto en 1769, del arzobispo De los Cameros muerto en 1676 y el arzobispo Ximenez del Rio muerto en 1800. En el muro derecho lapida memorial de don Gilaberto Carroz de Centelles muerto en 1700 y de los Catalá de Valeriola. Escudo de la familia Catalá.

Sobre la puerta del vestuario de los canonigos, Cristo coronado de espinas, lienzo de Vicent Inglés (siglo XVIII).

San Dionisio, primer obispo de Paris (siglo III) y Santa Margarita virgen y mártir del siglo III.

A destacar que las capillas de la Virgen del Pilar y la de los santos Dionisio y Margarita, se les ha retirado su reforma neoclásica y se han dejado en su estilo gótico original, mientras que en el resto de las capillas se han mantenido la reforma neoclásica del siglo XVIII.

Capilla de la Resurrección

En la parte del trasaltar, nos encontramos con la Capilla de la Resurrección , obra de 1510 en alabastro traslucido, cerrada por un magnífico pórtico de alabastro de tres arcos.

El pórtico posiblemente sigue los diseños de Yáñez de la Almedina (como en los marcos de las puertas del retablo mayor y en los muebles del órgano), es una de las primeras y mejores muestras del "estilo romano" o renacentista en España. Merecen ser destacados los arcos rebajados, la composición de pilastras y arcos, adosados a las columnas y entablamento -el sintagma albertiano- y los bajorrelieves (gruteschi), con motivos a candelieri (verticales) y un rico repertorio de águilas, rosetas, vegetales y lacerías.

En ella, como más importante, destacaremos: un bellisimo altorrelieve de la Resurrección del Señor en piedra alabastrina pulida y abrillantada de estilo renacimiento, realizada a expensas del obispo cardenal Rodrigo de Borja, futuro Papa Alejandro VI, y atribuido sucesivamente a Damián Forment, Berruguete y otros, pero finalmente se ha documentado como de Gregorio de Biguerny. Fué colocado en este lugar a principios del siglo XVI. Conserva restos de policromía y del dorado que lo decoraban en su aspecto primitivo.

También en un relicario en bronce plateado obra del italiano Giancarlo Fecchio, donado a la catedral en 1970 por los fieles de la Sagrada Familia, de Padua, a iniciativa de don Mario Zannoni, se expone a la veneración pública el brazo izquierdo de San Vicente Mártir .

El trasaltar

El trasaltar fué reconstruido en el siglo XVIII, contiene elementos anteriores y es un monumento a la Sagrada Eucaristía.

Puerta del sagrario: Cristo Salvador en la última Cena, pintura sobre tabla de Vicente Macip realizada en 1483. Estilo renacimiento.

Parte superior: La última Cena, óleo sobre lienzo de Luis Antonio Planes del siglo XVIII. Estilo neoclásico.

Coronamiento: Un ángel lleva pan al profeta Elías de Luis Antonio Planes del siglo XVIII. Estilo neoclásico.

Relieve con alegoría de la Trinidad sobre el Cordero Místico (Cristo sacrificado y viviente en la Eucaristía), reposando sobre el libro de los siete sellos, según la visión del libro del Apocalipsis.

A los lados del sagrario: pinturas murales representando motivos eucaristicos, el jarro de vino y la mesa con los panes de la proposición y relieves de estuco con espigas y racimos de uvas.

Frente a la Capilla de la Resurrección y en la misma girola, se situa la Virgen del Coro o de la "Cadira" (silla en valenciano), imagen de piedra alabastrina policromada a tamaño natural, del siglo XV. En esta imagen Nuestra Señora aparece sentada sobre un rico trono, con corona y azucena de plata. Fué colocada en este lugar en el 1939, procedente del antiguo coro neoclásico y se le puso el trono de madera decorado en oro. Es obra atribuida al escultor y platero valenciano Joan Castellnou, autor de la Custodia de oro de la Catedral, que desapareciera al ser fundida en 1812. La silla de la imagen es del siglo XVIII.

Existe una costumbre, como es la de invocar a la Santisíma Virgen en vísperas del parto; y y por ello, muchas futuras madres rezan ante esta imagen y dan nueve vueltas a la Catedral, en recuerdo de los nueves meses en los que Santa María esperó el nacimiento de su Hijo Jesucristo. En la sacristía se puede pedir la estampa con la oración para estos casos.

Organo

En los paños de los muros inmediatos puede contemplarse los restos que pudierón ser salvados de los mágnificos organos que se hallaban situados en el antiguo coro catedralicio, así como algunas de las primorosas tallas renacentistas que los decoraban. Parte de las tallas que conformaban los organos de la catedral, se encuentran depositadas en el Museo Catedralicio.

El actual organo de la Catedral es un mueble reconstruido a partir de 1939 con piezas del antiguo órgano situado anteriormente sobre el coro en la nave principal y que fué destruido durante la Guerra Civil. Las tallas de madera son de puro estilo renacimiento diseñadas entre 1510 y 1513 por Fernando Yáñez de la Almedina, discipulo de Leonardo da Vinci y pintor de algunas tablas - con Fernando de Llanos - de las puertas del retablo mayor. Es obra en madera ejecutada por el tallista valenciano Luis Muñoz. La maquinaria, tubos, etc. del órgano son posteriores a 1939.
Avanzamos al brazo norte del crucero foto -- foto que da salida a la Puerta de los Apostoles y a la Plaza de la Virgen. A nuestra izquierda vemos el púlpito gótico de San Vicente Ferrer. Es uno de los pulpitos góticos del siglo XIV que existian en la catedral. Se le llama de San Vicente Ferrer, pues debió hablar al pueblo desde él en alguna de las ocasiones en que predicó en esta catedral, en la que además en la antigua aula capitular, ahora capilla del Santo Caliz, explicó Teología. Sobre el pulpito, óleo sobre tabla de San Vicente Ferrer, obra del pintor Adolfo Ferrer (1982), copia del original que se conserva en el Museo de Bellas Artes.

También podemos observar a nuestra derecha el rosetón gótico con la estrella de David, encima de la puerta. Es obra del siglo XIV, muestra el trazado de la estrella de David con la cruz en su centro.

En el lado izquierdo encontramos un óleo sobre lienzo del valenciano Vicente Inglés (muerto en Valencia en 1821) que representa a San Pedro liberado por un ángel .

En el lado derecho otro óleo del mismo autor representando el Martirio de San Bartolomé . Ambos cuadros fuerón regalados por el pintor en el año 1791.

San Bartolomé, apóstol de Jesucristo, fué martirizado en Armenia y San Pedro fué liberado por un ángel de su prisión de Jerusalén, conforme se relata en los Hechos de los Apóstoles.

En este lado del crucero podemos ver pintadas en las paredes, distintos escudos heraldicos .

Capilla del Beato Gaspar de Bono de estilo neoclásico, del siglo XVIII. Obra de los arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro de retablo: Beato Gaspar de Bono, presbitero, óleo sobre lienzo,obra de la escuela valenciana de pintura del siglo XVIII.

Ático del retablo: San Francisco de Paula, ermitaño, fundador de los Minimos, óleo sobre lienzo de la escuela valenciana del siglo XVIII.

Capilla de Santa Catalina de Alejandria de estilo neoclásico del siglo XVIII. Arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro del retablo: Santa Catalina, virgen y mártir, óleo sobre lienzo de Vicente Salvador y Gómez (siglo XVII), discipulo de Jerónimo Jacinto de Espinosa (Cocentaina 1600-Valencia 1680).

Ático del retablo: San Nicolás, obispo, óleo sobre lienzo de autor desconocido.

Sigue también en el crucero ka Capilla de San Francisco de Asís de estilo neoclásico del siglo XVIII, obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro del retablo: San Francisco de Asís confortado por un ángel, óleo sobre lienzo de José Camarón (Segorbe 1731-Valencia 1803).

Ático del retablo: San Francisco de Asís recibiendo los estigmas de la pasión de Jesús, lienzo atribuido a José Camarón.

Capilla de San Antonio de Padua de estilo neoclásico del siglo XVIII. Arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Centro del retablo: San Antonio de Padua, presbitero, imagen de madera policromada, obra de Vicente Marco (1907).

Ático del retablo: Martirio de San Lorenzo, diácono, óleo sobre lienzo de autor desconocido.

Ya en la nave lateral del evangelio, nos encontramos con la Capilla de la Inmaculada Concepción . Es obra de Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez, de estilo neoclásico del siglo XVIII.

Altar central: La Inmaculada Concepción, imagen de madera policromada de José Ponsoda (1882-1963).

Sobre el altar central: Estuco de San Pascual Bailón, por José Esteve Bonet (1741-1802).

Estatuas sobre el altar central: Figuras alegoricas de la Castidad de la Virgen María (Judith) y de su victoria sobre Satanás (Jahel). Estucos de José Esteve.

En el lado izquierdo, San Luis Bertran, copia del original de Zariñena del siglo XVII. San Luis Bertrán (Valencia 1526-1581), dominico es patrono de Colombia.

En el lado derecho, Beata Josefa María de Santa Inés de Beniganim, óleo de Carlos Giner Vidal (1834-1917). La beata Josefa María de Santa Inés (Benigánim - Valencia 1625-1696), religiosa agustina descalza.

Pechinas de la cúpula: Estucos, títulos de la Virgen María, Elegida como el sol y Rosa de Jericó, Hermosa como la luna. Cinamomo aromático y Espejo sin mancha, obras de José Esteve.

En el pavimento: tumbas de los arzobispos Salvador y Barrera (1917-1919), Garcia y Abellá (1848-1860), Company y Soler (1800-1813) y del cardenal Herrero y Espinosa de los Monteros (1898-1903).

Capilla de San Vicente Ferrer foto Estilo neoclásico siglo XVIII. Autores Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Altar central: Aparición de la Virgen a San Vicente Ferer, óleo de Vicente Inglés (muerto en Valencia en 1821).

Imagen procesional de San Vicente Ferrer, de madera plateada, obra de Francisco Eva (1606).

Sobre el altar central: Estuco, San Vicente Ferrer en la Iglesia del cielo.

Estatuas sobre el altar central: figuras alegóricas de la Elocuencia (con la mano extendida) y de la Templanza (aguando el vino).

Lado izquierdo: San Vicente convierte a unos judios, lienzo de Vicente Inglés.

Lado derecho: resurrección de una difunta por San Vicente, óleo de Vicente Inglés.

Pechinas de la cúpula: Estucos, escenas de la vida de San Vicente, bautizo, curación milagrosa en Avignon, muerte en Vannes y apoteosis del santo.

Capilla de San Luis Obispo foto Estilo neoclásico. Siglo XVIII. Arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martinez.

Altar central: Relicario de San Luis, Obispo de Toulouse. Recibe la veneración de sus padres, reyes de Napoles.

Sobre el altar central: Estuco, la glorificación de San Luis contemplada por un fraile por José Cotanda (1758-1802).

Estatuas sobre el altar central: alegorias de la Caridad (con una tórtola) y la Humildad (llevando una pelota y con una corona a sus pies) de José Cotanda.

Lado izquierdo: Dos lienzos, San Antonio Abad y La Sagrada familia huye a Egipto, óleos de Vicente Lopez (1772-1850) .

Lado derecho: Virgen de Guadalupe, óleo del mejicano José de Ibarra, copiado de la original en el año 1747.

Pechinas de la cúpula: Estucos, Voto de castidad y vida penitente de San Luis, Anunciación y Traslado de la casa de la Virgen a Loreto, de José Cotanda.

En el pavimento: tumba del arzobispo Joaquin López Sicilia (1823-1835).

Capilla de San Vicente Mártir, foto estilo neoclásico del siglo XVIII. Arquitectos Antonio Gilabert y Lorenzo Martínez.

Altar central: Imagen de San Vicente , diacono y mártir. Madera plateada, escultor José Esteve Bonet (1741-1802).

Sobre el altar central: Estuco, Apoteosis de San Vicente Mártir de José Esteve.

Estatuas sobre el altar central: alegorias de la Fé (con la cruz y el libro) y la Fortaleza (con las armas y el león a sus pies). Estucos de José Esteve.

En el lado izquierdo, imagen de Jesús en la pasión (Ecce homo) y en el lado derecho la Virgen del LLuch y santos patronos de Alzira, Bernardo, María y Gracia de R.Granell (1969).

Pechinas de la cúpula: Estucos de José Cotanda (1758-1802) con escenas del mártirio de San Vicente.

Capilla de la Santisima Trinidad foto de estilo gótico, siglo XV. Arquitectos Francesc Baldomar y Pere Compte.

Altar central: La Santisima Trinidad , óleo de Luis Antonio Planes del siglo XVIII.

Ático del retablo: San Joaquin y la Virgen María, de Planes. Predela del retablo: anunciación, San José y Santa Ana de Luis Antonio Planes.

En el lado izquierdo: sepulcro del cardenal arzobispo Mariano Barrio, muerto en 1876 y que participó en el Concilio Vaticano I.

Bocaporte del altar de santo Tomás de Villanueva, óleo de José Vergara, pintado en 1791.

En el lado derecho: Sepulcro del arzobispo Martín de Ayala, muerto en 1566, en mármol italiano. Participó en el Concilio de Trento.

En este lugar, concretamente en el espacio llamado Arcada Nova, encontraremos la puerta de acceso al Miguelete, y estaremos nuevamente situados en la puerta por donde hemos entrado osea la Puerta de los Hierros que da acceso a la plaza de la reina.

Este espacio llamado Arcada Nova, es obra de Francesc Baldomar (magister fabrice sedis), maestro de obras de la Seo, y fué comenzada en 1458, al fallecimiento de este le sucede en 1476 Pere Compte.

Este espacio lo que hace es alargar la catedral, uniendo definitivamente los pies de la catedral a la torre del Miguelete y al Aula Capitular, que hasta entonces estaban exentas. Es por tanto una nueva arcada que sigue los canones de las tres restantes.
El siguiente paso, puede ser avanzar por la nave central , hasta llegar al crucero, y observar desde abajo el impresionante cimborrio y el altar mayor , nos encontramos en la parte más sagrada de la Catedral.

Los textos referentes a las distintas capillas, estan recogidas de las notas informativas de la propia Catedral, existentes en sus capillas correspondientes.
Los artistas
Gaspar Gregori Arquitecto y escultor valenciano que vivió en el siglo XVI. Su actividad es conocida entre 1563 y 1566, etapa en la que realizó parte del artesonado del Salon de Cortes de la Diputación Provincial de Valencia y la Obra Nova de la Catedral.

Fernando Yañez Nació en Almedina provincia de Ciudad Real, hacia 1460 y murió en 1550. Trabajó en Valencia, aunque todavía joven viajo a Italia donde fué discipulo de Leonardo da Vinci. En 1506 fué contratado por la Catedral de Valencia para pintar, junto con Llanos, el retablo. Este es una obra capital del Renacimiento español. También realizó la Anunciación, del Colegio del Patriarca. Desde 1531 trabajó en la Catedral de Cuenca.

Fernando de los Llanos pintor manchego que vivió entre los siglos XIV y XV. Fué discipulo de Leonardo y a su vuelta de Italia, se encargó, junto a Yañez, del retablo de la Catedral de Valencia. Su pintura se caracteriza por la pesadez de los cuerpos y el uso de pocos colores. Otras obras suyas se encuentran en la Iglesia de Montserrat de Orihuela.

Juan Bautista Perez Castiel Nació en Navarra y murió en Valencia. Vivió entre los siglos XVII y XVIII. Llegó a Valencia muy joven y en esta ciudad entró a trabajar en el taller de Pedro Artigues. Fué el arquitecto de la Catedral entre 1672 y 1708, introduciendo en ella el estilo barroco. Otras de sus obras son: la Iglesia de San Valero, de San Esteban, de San Nicolás y de San Andres en Valencia, y las iglesias parroquiales de Chelva, Torrente, Tuejar y Biar. Planeó la construcción del Palacio de San Pio V, pero la realización de las obras corrió a cargo de hijo Bautista Perez Castiel y Artigues y su sobrino Jose Minguez.

Konrad Rudolf escultor aleman autor de la Puerta barroca de la Catedral de Valencia, conocida como "dels ferros". Se encuentra influido por la obra de Bernini

Francisco Vergara, el viejo Nació en Valencia en 1681 y murió en esta misma ciudad en 1753. Escultor y arquitecto fué discipulo de Julio Leonardo Capuz y completó su formación junto a Konrad Rudolf. Colaboró en el proyecto de la Puerta Barroca de la Catedral con las estatuas de los pontifices valencianos y las Virtudes Cardinales. Otras Obras suyas son las estatuas de la capilla del Santo Sepulcro en la Iglesia de San Bartolomé, el retablo mayor de la iglesia de San Agustin, la fachada de la iglesia de San Martin, las tres en Valencia, el retablo de San Francisco en Xativa etc.

Resumen Catedral de Valencia

HISTORIA
La Catedral valenciana había de ser modelo y madre de las iglesias menores. Como marco de las solemnidades espirituales y profanas, los valencianos planearon una Catedral de tradición románica tardía, en el curso de cuya construcción fueron incorporándose elementos góticos, que muy pronto se convirtieron en dominantes.
En su piedra fundacional se fecha el inicio de las obras el 22 de Junio de 1262 durante el pontificado del obispo dominico fray Andrés Albalat. Primero se construyó la cabecera del templo con su girola y crucero, y después siguió la nave a medida que lo permitieron los fondos disponibles hasta alcanzar su estructura global a comienzos del siglo XIV.
En el siglo XVII, Juan Bautista Pérez Castiel revistió el prebisterio con una lujosa y espectacular ornamentación barroca. A principios del siglo XVIII, se comenzó la construcción de la portada principal, llamada popularmente «dels ferros» por la verja metálica que cierra delante de ella una especie de plazuela. La reforma arquitectónica más importante llevada a cabo en este templo fue a la que fue sometida en el último tercio del siglo XVIII. El Cabildo encargó al arquitecto Antonio Gilabert la gran empresa de transformar la Catedral.
VISITA.
La portada del Palau, que recae a la plaza del Palacio Arzobispal, es la parte más antigua, con un muy diferenciado arcaísmo románico con notas decorativas de modejarismo. Doblando a la derecha hacia la nave del desambulatorio se encuentra al acceso a la Sacristía Mayor, una ojiva de ennegrecidas piedras dominada por un ventanuco. El paso, de gruesos muros, aún conserva elevada la puerta blindada abatible por un rastrillo, mandada colocar en 1521 por el Cabildo a causa de las revueltas de Germanías y que servía para fortificar esta sacristía, convertida en cámara del Tesoro. Su estructura fue levantada en el siglo XIII, cubriéndola con una bóveda de piedra, sobre ocho nervaturas. Encima del paso, o corredor de entrada hay una estancia abovedada accesible sólo a través de una ventana situada a cinco metros de altura del suelo de la sacristía. Esta sala semisecreta fue reconditorio eucarístico y de insignes reliquias, donde se guardaron la Santa Espina, regalada por San Luis de Francia, y la Madera de la Cruz ofrecida por Constanza de Suabia. A tal efecto uno de los muros tiene una pequeña hornacina a modo de sagrario, y está adornado con pinturas murales del siglo XIV.
Al otro extremo de la nave del crucero está la Puerta de los apóstoles construida a principios del siglo XIV y tradicionalmente atribuida a Nicolás de Ancona. Con sus numerosas esculturas de personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, esta portada constituye una verdadera exposición de la Historio de la Salvación en piedra finamente labrada. Tiene tres arquivoltas decoradas respectivamente con catorce estatuillas de ángeles, dieciséis de santos y dieciocho de profetas. Las estatuas de los apóstoles se apoyan sobre pilares de sección triangular, adornados con esculturas en relieve, emblemas gremiales y escudos de la ciudad y de las familias Borja, Ximénez y Mercader. En los extremos, en sendas hornacinas están las efigies de San Sixto y San Lorenzo, y San Vicente y San Valero.
La portada está coronada por una galería, posteriormente cegada, en la que figuraban las estatuas de Abraham, Jacob, Daniel, Salomón, Isaías, Miqueas, Simeón y San Juan Bautista. Todas estas esculturas estuvieron policromadas y eran continuamente reparadas y restauradas con gran ciudado por el Cabildo hasta 1522. Muchas han sido retiradas al Museo Catedralicio y algunas sustituídas por copias.
El rosetón tiene 6.5 metros de diámetro, y tuvo que ser renovado totalmente en 1960, reparándose sus vidrieras y la tracería que dibuja la estrella de David, conocida popularmente como el «Salomó de la Seu». Delante de esta portada y protegido por una verja de hierro que existía hasta el siglo XIX, se celebra cada jueves las sesiones del Tribunal e las Aguas, reliquia milenaria de la administración de justicia de los huertanos valencianos.
El cimborrio que corona la nave del crucero constituye una especie de torre octogonal de dos cuerpos, elevada sobre el crucero; obra de un gótico muy airoso y refinado que contrasta con la pesadez de las naves. Fue construido en el siglo XIV, pero posteriormente se realizaron importantes obras de restauración y adorno. Tuvo vidrieras de colores, pero actualmente cierra sus vanos una piedra alabastrina que no impide el paso de la luz.
Las naves se dividen en cuatro tramos, añadido posteriormente el de los pies, señalados al exterior por falsos arbotantes, que sólo sirven de desaguaderos del sistema de terrazas que cubrió originalmente este templo. El último tramo construido en el siglo XV,sigue el trazado del resto en lo esencial, pero muestra en multitud de pequeños detalles la pericia de los pequeños canteros de la época.
Desde aquí se llega a la Sala Capitular Vieja, hoy Capilla del Santo Cáliz, a través de un pasadizo construido a finales del siglo XV por Pere Compte con la ayuda de Asensi Fos, cubierto por una bóveda estrellada rica en clave esculpidas. En la pared hay dos pinturas murales trasladadas a lienzo: la Adoración de los Reyes de Nicolás Florentino y la Adoración de los Pastores, obra de Francisco Pagano, pintadas en el siglo XV.
LA CAPILLA DEL SANTO CÁLIZ
La Sala Capitular fue construida a instancias del obispo Vidal de Blanes, a mediados del siglo XIV, quizá por el mismo Andreu Juliá que comenzó la edificación del Miguelete. Es una instancia cuadrada de notables proporciones y gruesos muros, cubierta por una bóveda estrellada de ocho puntas. En cada una de sus doce claves figura un apóstol en relieve que con el gran medallón central que representaba la coronación de la Virgen y las esculturas de las repisas vieron restaurado su antiguo recorrido en 1979.En esta sala se encuentra la célebre reliquia del Santo Cáliz, regalado a la Catedral en 1437 por Alfonso V el Magnánimo.

Palacio Marqués de Dos Aguas

Declarado en 1941 Monumento Histórico Artístico. En uno de los lugares mas centricos de la ciudad de Valencia se halla el magnífico edificio artistico, mansión señorial que fué de los marqueses de dos Aguas, actualmente propiedad del Estado Español, donde se halla instalado el espléndido y valioso Museo Nacional de Ceramica y Artes Suntuarias "Gonzalez Martí".
Este monumental edificio, que llama la atención de cuantos lo contemplan por la originalidad y riqueza de la decoración artistica de sus fachadas y de su espléndido interior, fué construido en el siglo XV por una de las familias de más rancio abolengo de Valencia.

Dicen los historiadores, que la casa de los Marqueses de Dos Aguas fué considerada en Valencia durante siglos, como dechado de nobleza y opulencia y que, su fortuna provenia de los años mil quinientos, en cuyo tiempo una familia de mercaderes, los Rabassa, se enriquecierón, primero con los tratos mercantiles y luego con los arriendos de los derechos de la Generalidad, o sea los contratos de contribuciones indirectas. En el año 1356, esta familia pidió al rey que los declarase militares y generosos, como asi les fué concedido.

Un noble caballero, don Francisco Perellós, descendiente de los condes de Tolosa, casó a principios del siglo XV con la hija única del acaudalado mosén Giner Rabassa, y los descendientes de este matrimonio tomarón el apellido Rabassa de Perellós. Esta familia adquirió por compra la baronia de Dos Aguas en el año 1496, elevada a marquesado por el rey Carlos II, en 1699.

Los Rabassa de Perellós continuarón sus negocios con la Generalidad, al mismo tiempo que ocupaban elevados puestos en la gobernación politica de Valencia y acumulaban dotes y herencias importantes por medio de enlaces matrimoniales con otras importantes familias nobles valencianas.

En su origen el palacio era una construcción gótica de tres cuerpos dispuestos alrededor de un patio y con una sola torre almenada en la esquina noroeste. La fachada disponía de una galeria corrida.

El actual palacio de los Marqueses de Dos Aguas es producto de una radical reforma llevada a cabo en 1740 sobre la antigua casa solariega de los Rabassa de Perellós, titulares del Marquesado de Dos Aguas. Llevada a cabo por el primer Marqués de Dos Aguas Giner Rabassa como muestra de su poder y linaje.

De planta cuadrangular irregular, organizado en torno a un patio y con torres en las esquinas, sus fachadas se alzan con planta baja y dos alturas, en un lateral se abre la puerta principal, realizada en alabastro por el valenciano, Ignacio Vergara (fundador y profesor de la Escuela de Bellas Artes de Santa Barbara, luego de San Carlos) sobre diseño de Hipólito Rovira, protegido del Marqués de Dos Aguas. Hipolito Rovira se encargó de decorar la señorial casa.
En la composición de esta magnífica portada se hace referencia a los dos ríos mas caudalosos de la Región Valenciana: el Turia y Júcar, representados por dos grandes figuras humanas desnudas; a su lado descienden dos caudales de agua en alusión al titulo de los marqueses, también en lo alto de la puerta se esculpe el complicado escudo de los marqueses, y en lo mas alto dentro de artistica hornacina, la bellisima imagen, en tamaño natural, de la Virgen del Rosario, elegida como especial patrona por la casa de Dos Aguas. En toda la portada se desprende una desbordante voluptuosidad.

En la fachada recayente a la calle Poeta Querol, encontramos una portada, bastante mas sencilla que la principal. En la plazoleta que forma este espacio una fuente da un toque romantico a este maravilloso palacio. Esta fuente es la que originalmente se encontraba situada en el centro de Patio del Embajador Vich, patio hoy reconstruido en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

En 1853 hereda el titulo por no haber sucesión directa familiar, don Vicente Dasí Lluesma. Este comienza una espectacular reforma del edificio, basada principalmente en la decoración ornamental del interior y el exterior del edificio. Asi en un claro estilo eclectico, combina rococó, neo-imperio y motivos chinescos. Asi es frecuente la presencia de decoradores italianos y preferentemente franceses, ajustándose los adornos de rejas y balcones al gusto napoleonico de aquellos años.

En el interior en el patio se sustituyerón las ventanas góticas por balcones con relieves de figuras alégoricas alusivas a las artes (arquitectura y escultura) y también a la agricultura y el comercio, base de la fortuna del marqués.

En esa época toda la fachada estaba decorada con frescos de Hipolito Rovira, pero en 1867 el palacio sufrió una nueva remodelación -obra de José Ferrer-, y de ella desaparecieron las pinturas, que estaban en mal estado por la humedad, siendo sustituidas por estucos en tonos grises y rosas imitando mármoles, y además se realizaron también los balcones de sabor francés, con barandillas ondulantes.

Todo el interior fué estucado y pintado por Salustiano Asenjo, y en su decoración intervinierón Jose Maria Brel, Plácido Francés, Rafael Montesinos, Ramiro Contreras y Aznar, Molinelly, Franchini y Nicoli entre otros.

En su interior aún podemos observar hoy las carrozas del siglo XVIII y los salones decimonónicos con su decoración original, recientemente restaurada, mientras que la segunda planta acoge el Museo Nacional de Cerámica González Martí, con una importante colección de piezas desde la Antigüedad a los más modernos diseños.

Los fondos de las paredes se estucarón con alabastro de las minas de Niñerola -de donde se extrajerón también los bloques de mármol alabastrino que utilizó Vergara para labrar la bellisima portada del palacio-, proxímas a la villa de Dos Aguas, que da nombre al marquesado.

El interior se decoró también con bellas pinturas y artisticos mármoles en los salones, donde fuerón famosos los bailes y conciertos con la actuación de los mejores cantantes y músicos que se desplazaban a Valencia, especialmente invitados por los Marqueses de Dos Aguas.

El paso de los años y por el cambio de residencia de sus propietarios, el antiguo palacio de Dos Aguas fué adquirido por el Estado español, en el año 1949, para instalar en él la colección de cerámica reunida por el profesor don Manuel Gonzalez Martí y su esposa, doña Amelia Cuñat y Monleón, con los nuevos fondos adquiridos después, creandose el Museo Nacional de Cerámica.

La restauración artistica del edificio fué minuciosa, así como la instalación del gran número de valiosas obras en las grandes salas, efectuandose la solemne inauguración del Museo Nacional de Cerámica, el dia 18 de junio de 1954 por el entonces ministro de Educación Nacional, don Joaquin Ruiz Jimenez, que ostentaba la representación del Jefe del Estado, acompañado del ministro de la Gobernación don Blas Perez González.

Es verdaderamente magnifico el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias, no sólo por la exposicion de obras artisticas, sino, además, por la historia y anécdota de usos y costumbres, fiestas y solemnidades de pasadas épocas. Alli se muestran notables retablos del más puro barroco valenciano, donde se representan variedad de imagenes, muestra y recuerdo de la piedad valenciana en las calles de la ciudad, ante las que se celebraban aquellas tipicas "festes de carrer", tan numerosas en pasados siglos y como numerosos eran los retablos. Y la esplendida reproducción de la cocina valenciana en un feliz muestrario gastronomico de primeros del siglo XIX donde, entre utensilios tipicos, paneles de azulejos con brillantes tonos, representan curiosos tipos y escenas de ambiente culinario. Y la extensa variedad de platos policromados y de dorado reflejo metálico, muestra feliz de la ceramica popular de Paterna y de Manises, con la epléndida y variada colección de azulejos donde se encuentran -desde el dorado "all i oli" a la policromada paella-, como invitación a suculento yantar, la diversidad de la cocina valenciana.

También sedas y abanicos -las dos industrias que tan famosas fuerón en la Valencia de pasadas épocas-, junto a las galas femeninas en trajes y bordados del ochocientos: la "clavariesa", con su vistoso atuendo típico; la dama, con su fino traje de calle; la novia, con sus magnificas galas.

Y en los paneles, con los retablos, con las esculturas cerámicas, con los frisos artisticos, con los azulejos policromados o de severos tonos góticos, viejas banderas históricas, reposteros magníficos, tapices decorativos, cuadros y grabados, panoplias con diversidad de armas, muebles artísticos, armaduras de bruñido acero, suntuosas carrozas doradas que recuerdan los antiguos tiempos del palacio de Dos Aguas, con sus fiestas esplendidas, sus minués danzados, su música y sus conciertos en los magnificos salones radiantes de luz y de color, y un desfilar de empolvadas pelucas, casacas bordadas y trajes lujosos de encopetadas damas, descendiendo de literas y carrozas, antes la reververancia constante de nobles y caballeros.

Entre 1969 y 1972 el palacio es ampliado construyendose una nueva ala y una nueva torre, concretamente la mas cercana a la iglesia de la Santa Cruz o de San Andrés. Siguiendo el mismo estilo que el resto del palacio está ampliación se encuentra tan bien realizada que es dificil para los no entendidos percartarse que esa zona es de nueva construcción.

Colegio del Patriarca


Fundado por el patriarca de Antioquia San Juan de Ribera (1532-1611), arzobispo y virrey de Valencia, quien, por su propia mano, puso la primera piedra, el día 30 de Octubre de 1586, asistiendo a este acto el virrey de entonces, Don Francisco de Moncada, conde de Aytona y Osuna, junto con el Cabildo catedralicio.

San Juan de Ribera llegó a la ciudad de Valencia en 1569 y en 1583 escribió la carta fundación del Colegio Seminario para la formación de sacerdotes siguiendo el rígido espiritu de la Contrareforma.

Las obras fuerón llevadas a cabo por Guillem Rey que ya anteriormente habia intervenido en las obras de la Cartuja de Porta Coeli en el termino municipal de Serra (Valencia).

Construido en un tiempo record, entre 1586 y 1615, el edificio presenta una gran uniformidad arquitectónica. En su fachada muy austera, destaca la galeria de arquillos que corona su parte alta y la gran ventana enrejada correspondiente al coro de la capilla. Una torre cuadrada de dos cuerpos rompe la uniformidad en la esquina de esta fachada.

El domingo, 8 de febrero de 1604, aprovechando la estancia en Valencia de Felipe III y su esposa, doña Margarita de Austria cuyos desposorios habia bendecido el Patriarca dos años antes en la Catedral valenciana, quiso el arzobispo don Juan de Ribera inaugurar su fundación con el brillo de la majestad real. Los reyes, con su corte, se sumarón a las solemnes fiestas y asistierón a la gran procesión que, desde la catedral, se dirigió al nuevo templo. Bendecida por el propio Patriarca, se inauguraba la magnifica Capilla del Real Colegio de Corpus Christi, cuyas constituciones redactó de su puño y letra don Juan de Ribera, para regir tan ilustre y venerada institución.

El Patriarca intervino personalmente en las obras encomendadas, elección de artistas, vigilancia de las obras, corrección de planos, rectificación de bocetos, facilitaba ideas para que fueran realizadas por constructores y artistas, todo ello harian de este Colegio una obra personal del Patriarca.
La fachada principal recae a la calle de Nave donde se encuentra la portada principal, formada por una puerta adintelada con dobles columnas en sus extremos sobre un alto basamento. Un frontón curvo partido en cuyo centro encontramos el escudo del Patriarca y una fecha MDCIII, sobre este otro pequeño frontón mas pequeño y una inscripción CORPVS CHRISTI. En el centro de este pequeño frontón un diminuto oculo. Realzan la portadas algunos adornos de bolas.

En la parte superior de la fachada una larga galeria de arquillos formada por 26 vanos con arcos de medio punto, obra realizada en 1593 por Miguel Rodrigo y Antonio Morovia.

La torre campanario alta y no excesivamente voluminosa, se remata en su último cuerpo con vanos formados por arcos de medio punto, lugar donde se alojan las campanas. En el plano de Antonio Mancelli de 1608, se puede observar con perfección que esta torre disponía de un chapitel que en la actualidad no tiene y que debió desaparecer hace bastante tiempo.

El conjunto total del colegio es de planta trapezoidal, y lo forman dos espacios principales: la capilla o iglesia y el claustro:

La capilla o iglesia Es singular en la medida en que dispone de un esquema novedoso en lo que respecta a la planta y el alzado.
Atravesada la puerta de la calle entramos en un gran vestibulo. Dos puertas la de la izquierda da acceso a la Capilla, la de la derecha a un segundo vestibulo al que también se puede acceder desde el exterior por una puerta situada al lado de la principal. Este segundo vetibulo permite el acceso al claustro y a la Capilla del Monumento.

En el muro a la izquierda, veremos un imponente caiman disecado colgado de la pared, reptil traido de las misiones americanas.

Sobre este caiman existe una leyenda que dice asi: Convertido en feroz dragón por la leyenda, habitaba en el cauce del rio Turia atemorizando a las gentes que por allí se acercaban, y sin que nadie pudiera hacerle frente, hasta que un día un despechado y valeroso joven le hizo frente utilizando la astucia como aliada. Dotado de una armadura revestida de espejos logro inmovilizarlo al verse sorprendido el animal por la luminosidad que tal figura desprendia. Matólo entonces el joven con un golpe certero. Desde entonces quedó expuesto en el vestibulo de la Iglesia del Colegio del Patriarca. Popularmente se le conoce como el dragón del Patriarca.

A traves de una puerta clasicista, situada a la izquierda como hemos dicho, accederemos a la capilla del Colegio que desemboca en los pies de la iglesia justo debajo del coro alto. Esta puerta está formada por una puerta adintelada, y ambos lados dos columnas corintias de fuste estriado sobre alto basamento que sostienen un entablamento donde encontramos un friso con un relieve con el escudo del patriarca y remata un fronton triangular. El atrio se encuentra decorado con un alto zocalo de azulejos y en el techo un plafon con una pintura alusiva a la Eucaristia y en él un texto con la divisa episcopal extraida del Genesis: "Tibi post haec, fili mi, ultra quid faciam" (¿Que mas puedo hacer por ti?).
La capilla o iglesia se inició en el año 1590. Tiene forma de cruz latina de una sola nave con tres tramos y un cuarto ocupado por el coro alto; en el crucero cúpula en forma de media naranja sobre tambor con una pequeña linterna. La cúpula se cubre al exterior con teja vidriada, blanca y azul.

La decoración arquitectonica de la capilla se compone de grandes pilastras estriadas de orden corintio que descansan en altos pedestales. Estas sujetan el entablamento donde se apoya la bóveda de medio cañón. Las capillas laterales estan formadadas por arcos de medio punto que descansan sobre pilares cuadrados estriados de menor tamaño.


Dispone la iglesia de dos capillas laterales no muy profundas, a cada lado de la nave central. Cada una de estas capillas luce un retablo dorado dedicado a virgenes o santos. A los pies de la iglesia se situa el coro alto. No hay que olvidar tampoco el revestimiento cerámico del zócalo, tradicional del arte valenciano que rodea el interior de la capilla.

Los muros de la iglesia y de las capillas están pintados con interesantísimas pinturas murales del italiano Bartolomé Matarana (1550-1625), realizadas entre 1597 y 1605.

Son frescos que narran historias de los dos santos Vicentes, (San Vicente Mártir y San Vicente Ferrer) y que además nos muestran sugestivas imagenes de la Valencia del siglo XVI.

En la Capilla Mayor con cabecera recta se encuentra el retablo mayor diseñado por Bartolomé Matarana y tallado por Francisco Perez en 1600. En él encontramos un lienzo con la impresionante Última Cena de Francisco Ribalta que preside el centro del retablo. Al lienzo le rodean tres columnas de orden compuesto en cada uno de sus lados. También encontramos dos figuras recostadas en las volutas recurvadas de su frontón partido. Todo el retablo se encuentra dorado y guarda cierta similitud en su distribución con la portada de la calle que ya hemos descrito con anterioridad.

Se da la caracteristica que este lienzo puede ser desplazado de su ubicación para dejar al descubierto la imagen de Cristo en la Cruz que hay oculto detras del lienzo, operación que se realiza todos los viernes del año.

Este lienzo es de lo más destacado de toda la iglesia, en el cuadro podemos ver representado el Santo Caliz tal y como lo podemos observar hoy día en su ubicación en la Catedral de Valencia, que por aquel entoncés no se encontraba expuesto a la vista del pueblo.

A los pies de la iglesia podemos encontrar un lienzo representando al Santo Angel Custodio del Reino de Valencia.

Vueltos otra vez al vestibulo, enfrente, otra puerta da entrada al segundo vestibulo, y desde aquí accederemos al claustro uno de los más antiguos y puros patios renacentistas de España. No obstante tal vez tengamos que salir a la calle y entrar por la puerta de al lado para acceder a este segundo vestibulo, cuadrado y mas pequeño que su homologo.

El claustro es uno de los más bellos del Renacimiento español. Las columnas dóricas y jónicas son de mármol de Carrara. En el centro del patio está la estatua sedente de San Juan de Ribera, realizada por Mariano Benlliure en 1895. Esta escultura sustituyó la obra de época romána denominada La Pelletera que representaba a un magistrado románo que, con una postiza cabeza de mujer, decoró durante tres siglos este patio central. Había sido encontrada en la excavaciones del subsuelo que se realizarón al comenzar la obra y fué colocada en el centro del claustro por orden del mismisimo Juan de Ribera. Actualmente se encuentra en el Museo del Colegio.
Sin duda la obra mas hermosa de este colegio es el claustro. No puede darse mayor acierto en el ordenamiento armónico total encaminado a la belleza del conjunto. Es el triunfo sereno y apacible de la regularidad y la simetria. Es la obra maestra de Guillem del Rey, quién despues que labró diversas obras en el templo y Colegio del Corpus Christi, recibió el encargo del Patriarca para edificar el claustro monumental, conviniendo los capítulos para su construcción, según consta en los archivos del Real Colegio, el 26 de noviembre de 1599.

De base rectangular construido a base de 26 arcos de medio punto en cada una de las galerias inferior y superior, ocho arcos laterales y cinco extremos, facilitandole el Colegio las columnas de mármol blanco, siendo aportada por el contratista la piedra de Ribarroja para dovelaje de los arcos, todo ello por el convenido precio. (Era tan exacto y minucioso en sus cuentas, como en todo, el Patriarca, que consta relación de cuanto se gastó en el Real Colegio de Corpus Christi; un total de seis mil libras valencianas, pagaderas en tres plazos). En total tiene el claustro cincuenta y seis columnas de mármol blanco.

Dicen las cronicas que las columnas las había adquirido el Patriarca a los duques de Pastrana, principes de Eboli, los cuales las habian mandado traer a España procedentes de Carrara, en Genova, con el propósito de construirse un gran palacio en Madrid, pero desistidos del proyecto, las dejarón en los puertos de Alicante y Cartagena, siendo adquiridas, en 1596 para Valencia por el Patriarca, citandose como nota curiosa que en la compra se incluian, con el total del precio, "seis columnas de ágata color gris verdoso", que fuerón colocadas en el altar mayor de la iglesia del Real Colegio.

El claustro inferior se organiza con arcos de medio punto que descansan sobre columnas dóricas apeadas an altos plintos, mientras que el claustro superior lo hace sobre columnas jónicas. La galeria superior está rodeada de una balaustrada, presentando los espacios lisos entre arco y arco bellos oculos renacentistas.

El remate del claustro se adorna con bolas y piramides, mientras que las bóvedas de las distintas pandas estan formadas por cruceria simple y son obra de Guillem Roca y Alonso Orts.

Por un lateral del claustro se accede por una escalera al pequeño pero interesante Museo del Colegio, con obras del Greco, Joan de Joanes, Sariñena, Morales o Ribalta. Se compone de arte religioso de los siglos XVI y XVII. También dispone de una buena colección de pintura flamenca.

Desde el exterior del edificio podemos ver dos torreones en los angulos del claustro, y que correponden a las dos cajas de escaleras de que dipone el claustro. La de menor tamaño se remata por una espadaña y aloja una escalera de albañileria, mientras que la segunda de mayores dimensiones acoge una excepcional escalera de sillería.

Desde uno de los extremos del claustro arranca esta singular escalera de vueltas de tres tramos convertida en otra muestra más del espléndido renacimiento que tuvo lugar en Valencia. Realizada en piedra por excelentes profesionales de la cantería, podemos encontrar su inspiración en la escalera del Palacio d'en Bou, modelo que más tarde se desarrollaría en San Miguel de los Reyes. En el último tramo de la escalera, sobre la puerta de la Biblioteca, hay una figura de Hércules de gran valor. Se cierra la escalera por una bóveda cuadrangular.

Esta escalera fué comenzada por Francisco Figuerola natural de Xátiva y terminada por Joan Maria Quetze natural de Milan. En 1602 se prolongó la escalera una altura mas de la mano de Joan Baixet, Bartolomé Abril y Joan Maria Qutze.

No conviene olvidar por último, una estancia rectangular a la que se accede por el segundo vestibulo, y que es la conocida como Capilla del Monumento, dedicada a la Semana Santa. Esta decorada por pinturas al fresco obra de Tomas Hernandez (discipulo de Matarana) en 1606. Se cubre con bóveda de cañón rebajada y dispone de pequeños lunetos. Es una estancia bastante mal iluminada en cuanto a luz procedente del exterior.

El colegio alberga la biblioteca de San Juan de Ribera y su archivo, que son de los más importantes que se puedan encontrar en Europa. Mención aparte merece su Archivo Musical en el que abundan las obras de los grandes maestros desde el siglo XVI hasta nuestros dias. Es notable su capilla de Musica, elemento esencial para las funciones liturgicas, especialmente cuidadas.
El ilustre arzobispo, virrey, patriarca y capitan general que fué de Valencia, dejó memoria en este colegio por él fundado de su probado amor a las Bellas Artes y a la cultura en general.

La artistíca decoración del edificio; los claustros dormidos en su magnificencia; la música sacra, las bibliotecas, que ofrendan en silencio valiosos incunables; las bellezas artísticas que decoran los diversos aposentos con valiosos objetos del culto y ornamentos, cuadros, esculturas, tapices ... Y el bello museo, donde se ha reunido una valiosa colección de obras de geniales artistas - Juan de Juanes, Francisco Ribalta, el Greco, Mabusse, Van der Weyden, Caravaggio, Pablo de San Leocadio, Luis de Morales, Sebastián del Pombo, Alberto Durero, Vicente López, Juan Sareynena, Pedro Orrente, Jerónimo Espinosa, Salvador Maella, José Vergara, José Estruch, Isidoro Garnelo, Ignacio Pinazo, Mariano Benlliure ... - recuerdo y homenaje al gran enamorado y protector de las bellas artes que realizó la obra magnifica y esplendida, que pone de manifiesto la grandeza de espiritu del santo varón don Juan de Ribera, fundador del Real Colegio de Corpus Christi, el más destacado monumento de arte y devoción de Valencia.

En definitiva el colegio, rompe con la arquitectura tradicional en Valencia, si bien no tiene continuidad ya que, responde al refinado gusto del patriarca Ribera, que inmerso en el ambiente contrarreformista supo desarrollar la función de gran mecenas artístico. Es uno de los grandes y mas importantes monumentos de que dispone la ciudad. Sin duda hay que visitarlo y como postre enfrente podemos visitar el edificio de la Univerisad.

Iglesia de Santa Catalina
La iglesia de Santa Catalina se encuentra incrustada en el entramado tortuoso de la Valencia medieval, y sobre el lugar donde existió una mezquita, siendo únicamente visible la fachada que recae a la antigua plaza de les "herbes" (en la actualidad Lope de Vega), y su famosa torre campanario. La cabecera de la iglesia queda completamente envuelta por las casas circundantes al igual que ocurre con el lado derecho de la nave. Respecto al lado izquierdo, resulta parcialmente visible desde la calle de la Tapineria, cuyo trazado desigual queda cerrado por uno de los accesos laterales del templo.

Los origenes de la iglesia de Santa Catalina se remontan a la propia conquista de Valencia por Jaime I en 1238, ya que se trataba de una de las diez parroquias fundacionales de la ciudad. Al conquistar Valencia, Jaime I tratará de estructurar el espacio urbano distribuyendolo en parroquias, concediendo para ello la propiedad de todas las mezquitas y cementerios musulmanes al arzobispo de Tarragona, Pedro de Albalat, quien realizó la distribución del espacio urbano entre diez parroquias, concediendoles a cada una de ellas una demarcación o territorio, siendo una de ellas Santa Catalina.

Esta demarcación no era sólo un instrumento de cristianización, organización y control eclesiastico de la vida vecinal, sino también un instrumento administrativo y politico útil para el gobierno de la ciudad, de hecho, el Consell municipal (hoy diriamos Ayuntamiento) estaba formado por representantes elegidos entre las diferentes parroquias de la ciudad.

Recibió el nombre de Santa Catalina por indicación directa del Rey don Jaime en honor a su hija la infanta Catalina de la casa real de Aragón.
La primera fábrica de esta iglesia data de 1245 (siglo XIII) cuando tras la conquista de la ciudad, comenzarón a construirse algunas parroquias en los alrededores de la catedral.

El estilo arquitectonico es un gótico mediterraneo, con una nave unica y contrafuertes laterales entre los que se ubican las capillas, con un abside poligonal y una cubierta de bóvedas de cruceria entre arcos fajones. A diferencia del resto de las iglesias góticas primitivas valencianas la de Santa Catalina se caracteriza por rodear con una girola el altar principal. Así, parece que el templo consta de tres naves al prolongarse el deambulatorio a lo largo de los flancos de la nave central

Es la única iglesia de Valencia que dispone de girola en la cabecera a semejanza de la Catedral.

Las caracteristicas de esta iglesia son muy singulares, esta singularidad se debe a una mezcla de influencias en el estilo gótico: las del Languedoc francés que tanto influyen en la zona mediterránea de la Corona de Aragón, y las grandes iglesias meridionales francesas de tanta influencia en la Corona de Castilla. A esta se añaden otras particularidades como la inexistencia de arbotantes en los muros exteriores sustiyéndolos por recios contrafuertes levantados sobre las naves laterales.

En el siglo XVI el monumento fué remodelado recubriendose los muros con motivos decorativos renacentistas. El 29 de marzo de 1548 un incendio destruyó completamente el altar mayor, algunos retablos de las capillas laterales, la sillería del coro y el órgano. Los archivos parroquiales se quemarón y el sagrario que logró salvarse fué trasladado a la cercana Iglesia de San Martin en la calle San Vicente.

La iglesia disponía de cementerio propio, que se encontraba situado en la actual calle de San Fernando, cerca del Mercado Central; ya en el plano del padre Tosca de 1704 consta su existencia y no será hasta principios del siglo XIX cuando este desapareció. Una reforma barroca clasicista se inicia tardiamente, en 1740 y durará hasta 1785; supondrá la casi total renovación del templo. Las obras, que en conjunto suponían una fuerte transformación del espacio, consistierón en el revestimiento interior de la iglesia, el cegado del gran rosetón de los pies y de los óculos, el cambio de cubierta, la construcción de las portadas de la calle Tapineria y la correspondiente al imafronte y la reedificación de la fachada de la calle Tapinería. Durante estas obras también se desmontará el antiguo campanario situado a los pies de la iglesia en el lado sur. Las capillas sepulcrales o arcosolios del imafronte, en aquellos momentos abiertos hacia el interior del templo, se tapiarán utilizando para ello diversas piezas góticas, entre ellas, fragmentos de una escultura que representa a un obispo.

Durante la guerra civil, el templo sufrió un nuevo incendio que destruiria el presbiterio al tiempo que dañaba la decoración interior. Tambien dañó la propia estructura del edificio. Ya entre 1975 y 1960, el arquitecto Luis Gay Ramos inició los trabajos en el templo eliminando la decoración barroca, consolidando la estructura, saneando las bóvedas y construyendo la actual fachada interior además de pavimentar el conjunto de la superficie interna. Con las obras de repristinación se aprovechó para devolver a la iglesia su primitiva traza gótica.
Tiene tres puertas, la principal es la que recaé a la Pl.Lope de Vega, y las dos laterales una que recae a la calle Tapineria y la tercera que está situada a los pies de la torre , en la plaza de Santa Catalina. En esta portada podemos encontrar en una hornacina barroca el busto de Santa Catalina.

El imafronte o fachada a los pies de la iglesia muestra en su fábrica las huellas del tiempo. Sobre una edificación preexistente del siglo XIV, representada por los tres arcosolios o capillas sepulcrales del antiguo cementerio, se levanta a principios del siglo XV la fachada que hoy vemos. El descubrimiento, durante las obras de restauración, del óculo situado al norte nos habla de una simetria compositiva conformada por una portada, hoy sustituida por la portada del siglo XVIII, y un rosetón en el eje de la nave central y dos óculos que iluminaban las naves laterales.

La fachada es de estilo gótico, y en su portada podemos leer una inscripción que dice asi:
SACRAE AEDIS
INDIVAE CATHARINAE MARTYRIS
MEMORIAM DICATAE
NOVISSIMA INSTAURATIO
AN MDCCLXXXV
A los pies de esta fachada se emplazaba la "llotgeta del mustaçaf" o almotacén, funcionario municipal encargado de la vigilancia de los mercados y de la higinene pública, además del control de las pesas y medidas de la ciudad.

Todavía hoy se pueden observar las argollas para los castigos y el regatón del mastil donde se situaba este tribunal. Rememorando la actividad del Almotacén, el escritor setabense Vicente Boix, en su novela "El encubierto de Valencia", explica que los pelaires de la ciudad se sirvierón de estas argollas y anillos de la piedra para enarbolar su bandera durante la rebelión de las Germanias en 1519.

No hay que olvidar que en las cercanias de este lugar se encontraban las carnicerías y las pescaderias (actual Plaza Redonda) y un poco más alejada la lonja de los mercaderes (en la actual Plaza del doctor Collado). Era en definitiva una zona comercial y mercantil, donde se alojaban la mayoria de los gremios mas importantes de la ciudad.

En el lado izquierdo de la fachada podemos ver una pequeña capilla con azulejos bajo la advocación de la Virgen de la Paz, cuya hornacina hoy dia se encuentra vacia.

Una de estas capillas, la primera a la derecha según entramos por los pies de la iglesia, es la que fundó Arnau Valleriola, el financiero más importante de la Valencia del siglo XIV. La capilla estaba bajo la advocación de Sant Bernat y Santa Llùcia.

Otras capillas de la iglesia son:

- Capilla de Santa Teresa Jornet
- Capilla de la Inmaculada Concepción
- Capilla de Nuestra Señora de Fatima
- Capilla del Cristo de la Resignación y de la Salud
- Capilla de la Anunciación
- Capilla de San José

- Capilla Virgen de la Vocación. Talla en madera del 1982. La imagen fué mandada tallar por don Eugenio Fuertes, anterior rector de la iglesia. Presidió el encuentro del papa Juan Pablo II con cinco mil sacerdotes de toda España en el seminario de Moncada el 8 de noviembre de 1982, siendo bendecida en dicho encuentro. El hueco que tiene a la altura del corazón expresa el vacio que la Santisima Virgen hizo de si misma para ser exclusiva del Señor y hacer siempre su voluntad. Esta advocación "Virgen de la Vocación" es exclusiva y propia de la Hemandad de Sacerdotes Operarios diocessanos, que rigen esta iglesia, cuyo carisma es trabajar por todas las vocaciones de la iglesia.

- Capilla del Beato Manuel Domingo y Sol
- Capilla del Santisimo Sacramento (con una imagen de la Virgen de los Desamparados)
- Capilla de la Virgen del LLeó, patrona de Castellón
- Capilla de la Virgen del Pilar
- Capilla de Santa Catalina con una imagen dorada de Santa Catalina
- Capilla de la Virgen de la Cueva Santa
- Imagen del Santisimo Cristo de la Paz
La Torre
La antigua torre estaba situada a los pies de la iglesia en la actual Plaza Lope de Vega, en cuyo lugar dice la tradición se emparedaban voluntariamente en pequeñisimas celdas las mujeres para vivir de las limosnas de los fieles, practica que fué abolida en el 1566 por el Arzobispo Martin de Ayala.

La primera piedra de la torre fué colocada el 5 de octubre de 1688 y se terminó en el 1705, como dice una lapida que dice Este suntuoso campanario, a que felizmente se dio principio el año 1688 merced a la munificencia de los feligreses, en el presente año de 1705, cooperando todos, llevólo a cabo y con toda perfección Juan Bautista Viñes.

HANC SUMPTUOSAM CYMBALO
RUM TURRIM, QVAM GENEROSA
PARROCHIANORUM MUNIFICEN
TIA ANNO 1688. FOELICITER IN
CHOAVIT, HOC ANNO 1705, NU
MERIS OMNIBUS ABSOLUTAM FOE
LICISSIME RELIQUIT
IOANNES BAPTISTA VINES. F.
Los inicios de la torre fuerón comenzados por Valero Viñes, pero a la muerte de este en 1693, tomó el mando de las obras su hermano Juan Bautista Viñes, que es en definitiva el artifice final de esta gran obra.

Juan Bautista Viñes fué un gran difusor de las formas barrocas en Valencia. Arquitecto valenciano que vivió entre los siglos XVII y XVIII, fué discipulo de Juan Pérez Castiel quien le inculcó la estética barroca. Su principal obra es la torre de la Iglesia Parroquial de Santa Catalina en Valencia. También realizó la portada de la Iglesia parroquial de Vinaroz y trabajó en la ampliación de la Iglesia Arciprestal de Santa Maria en Vinaroz.

La torre campanario de Santa Catalina está considerada como una de las torres barrocas más originales de la arquitectura española. Como la mayor parte de las torres campanarios de la ciudad de Valencia data del siglo XVII. El precio final de su edificación se calculó que rondaba los 10.000 ducados. En la actualidad, es considerada como todo un modelo original e irrepetido.
La torre es de planta hexagonal y muestra cinco pisos mediante el recurso de modulaciones horizontales. Su mayor riqueza decorativa la encontramos en el tramo superior. Allí los resaltes de los angulos aparecen en forma de columnas salomonicas semiempotradas. El conjunto finaliza con un templete cubierto por un pequeña cupula de piedra labrada en forma de escama de pez, con columnas salomonicas y grandes volutas de a modo de contrafuertes que lo unen al cuerpo de las campanas.

Sobre la cúpula y como remate, una bola que representa al globo terraqueo y una veleta con los simbolos de la santa permiten alcanzar los 56,12 metros de altura.

Provenientes de Londres llegarón al Grao de Valencia el 2 de Octubre de 1729 seis campanas para su instalación en la torre. Fué elegido campanero el mismo de La Catedral. Las mismas fuerón bendecidas el 9 de Noviembre de 1729 y subidas despues al campanario. El 21 de noviembre se realizó el primer vuelo de las campanas.

Iglesia de San Martín

Ubicada en el lugar de una de las antiguas diez mezquitas que habia en la ciudad de Valencia en el momento de la conquista por el Rey Jaime.

Su fábrica actual es de fines del siglo XIV (1372), y como construcción gótica presenta una planta irregular longitudinal de una sola nave. En el siglo XVI se construyó la actual cabecera del templo, con una bóveda acasetonada con relieves figurativos insertos, y en su centro una linterna. Esta magnífica obra es de Miguel Porcar, autor también de la « Obra Nova » de la Catedral.

En la portada sur, recayente a la calle Abadía de San Martín, cabe destacar un bellísimo altorrelieve ovalado de San Antonio, obra de Ignacio Vergara. Tamibén a destacar las figuras de unos atlantes a modo de mensulas que podemos ver en la fachada de este lugar.

La portada principal recayente a la calle San Vicente es de 1740-1750 y en ella destaca la escultura en bronce a la cera perdida de San Martin y Jesús pobre, obra atribuida al flamenco Pieter de Béckere (escultor de camara de Maria de Borgoña). El caballo es de una pieza y el conjunto escultórico pesa 1.461 kilos. Fué instalada el 3 de junio de 1495 siendo donada por Vicente Peñarroja. Se le conoce popularmente como el cavallet de Sant Martí Esta situada en una hornacina de la fachada principal y representa a San Martin a caballo partiendo su capa para entregarsela a un mendigo. Es una obra maestra de la escultura renacentista en España.

En la actualidad (feb07) esta imagen está en proceso de restauración y temporalmente se encuentra ubicada en el Museo de Bellas Artes de Valencia, hasta tanto finalizen las proximas obras de rehabilitación de la iglesia.


La Lonja

Declarada Monumento Historico Artistico Nacional en 1931 y Monumento Patrimonio de la Humanidad el 05-12-1996
"por tratarse de un lugar de valor universal excepcional, ejemplo de edificio secular
de finales del periodo gótico e ilustrativo del poderio y riqueza de las grandes ciudades
mercantiles mediterraneas"
Si un edificio pudiera simbolizar la pujanza y la riqueza del floreciente siglo XV valenciano, éste sería sin lugar a dudas La Lonja. Muestra del alcance de la revolución comercial en el Medievo, del desarrollo social y del prestigio alcanzado por la burguesía valenciana. Es la pieza más singularmente bella de la arquitectura civil valenciana en la Baja Edad Media.

La lonja de Valencia es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, pieza maestra de la arquitectura civil gótica, y maravilla en piedra gótica. La llamada Lonja de la Seda o de los Mercaderes es un edificio del siglo XV que además de Patrimonio de la Humanidad está considerado como el más brillante ejemplo del gótico civil europeo.

El nombre de lonja proviene de la voz italiana "logia" que significa pórtico, ya que bajo los pórticos era donde se reunian los mercaderes para realizar sus transacciones y estar a resguardo de las inclemencias del tiempo.
La historia cita que a mediados del siglo XV la prosperidad mercantil había alcanzado tal desarrollo en Valencia que el Consejo General de la Ciudad, considerando insuficiente el local de la primitiva Lonja, que se hallaba situada en lo que actualmente es la plaza del doctor Collado (detras de la actual Lonja), acordó que se construyese una Lonja "molt bella, magnífica y sumptuosa, la cual fora honor e ornament daquesta insigne ciutat". Compráronse al efecto veinticinco casas, y arrasadas que fuerón, comenzóse a levantar el suntuoso edificio. Pere Compte, maestro cantero, "molt sabut en l'art de la pedra", según se le cita en documentos de la época, y que ya había acreditado su pericia en diversas obras, especialmente en la prolongación de la Catedral, por él terminada, fué el encargado de las obras.

El soberbio edificio es uno de lo más importantes en la arquitectura gótica civil de Europa. Sus grandes fachadas rectangulares y labradas, los suntuosos medallones, las artísticas gárgolas, los pináculos ligeros, las proporciones de sus bellisimas puertas, los delicados ventanales, los señoriales escudos y las majestuosas almenas, rematadas por coronas reales, recuerdan épocas de esplendor, donde el Renacimiento y el gótico bordó sus más delicadas y elegantes fantasias.

La lonja de los mercaderes está edificada en el centro de la urbe, como centro de poder de la misma y muestra de la gran ciudad que era Valencia en aquellos tiempos. Frente al Mercado Central y el templo de los Santos Juanes "Barri del Mercat". Este rincón ha sido calificado por numerosos cronistas de Valencia como un escenario colorista y ruidoso dotado de un encanto sensual, al que es dificil sustraerse.

Cerca de la lonja actual, en la plaza del doctor Collado, existía ya a principios del siglo XIV una lonja posteriormente conocida por "Llotja de l'Oli" (La Lonja del aceite), aunque también se empleaba para otras operaciones mercantiles.

Al resultar insuficiente, "El Consell General de la Ciutat" (Consejo General de la Ciudad) resolvió en 1469 contruir un edificio que reuniera las comodidades y condiciones requeridas. Se le llamó "Lonja de los Mercaderes" porque al uso de ellos se dedicaba, y "Lonja de la Seda" en razón del comercio que allí se realizaba, como era la seda.

El "Consell General de la Ciutat" fué una institución creada por Jaime I en la ciudad de Valencia en 1245 con la finalidad de organizar politica y administrativamente la vida pública local. El rey cedía parte de su poder en estas personas para que gobernasen la ciudad en su nombre. Eran elegidos por los prohombres de la ciudad y no podían ser ni nobles ni clérigos. Más tarde se extendería esta institución a otras ciudades valencianas. Sus integrantes eran llamados los jurados de la ciudad, y en la actualidad vendría a representar lo que hoy es un Ayuntamiento.

La primera piedra se colocó oficialmente el 7 de noviembre de 1482 y el inicio de las obras fué el 5 de febrero de 1483, según se encargarón de perpetuar los constructores en una inscripción en piedra, y se dierón por terminadas, en lo fundamental colocandose la última clave de la bóveda de la Lonja, el 19 de marzo de 1498.

La incripción de comienzo de la obra figura en letra gótica en la franja que adorna el escudo de la ciudad , en la esquina del edificio que da a la Plaza del Doctor Collado, dice: "La noble ciutat hi ... de Valencia ab cor de acabar la mia excellencia me ha començat a cinch de febrer del any que corrent es compta en ver MCCCCLXXXIII". (La noble ciudad de Valencia acordó mi excelente fábrica a 5 de febrero de 1483).

A lo largo del siglo XV Valencia apareció como una de las principales plazas comerciales del Mediterráneo. La importancia de la actividad mercantil condujo a la construcción de grandes edificios públicos para albergar las operaciones de intercambio y ubicar las sedes de los órganos y de gobierno mercantil. La Lonja de Valencia se contruyó con el objeto de dar cabida a las numerosas operaciones de contratación de aquellos productos que se comercializaban en la ciudad. En ella se reunian mercaderes y comerciantes para llevar a buen término sus transacciones , principalmente de seda, ya que la manipulación de este material tenía gran importancia entre los habitantes de la ciudad y sus alrededores.

La principal figura que intervino en la construcción fué Pere Compte, ciudadano de Valencia, con categoria al mismo tiempo de arquitecto e ingeniero. Perítisimo en el arte de la piedra (molt sabut en l'art de la pedra).

Pere Compte y Johan Yvarra fuerón elegidos en 1481 para la construcción del edificio, no obstante, hasta cinco nombres de "pedrapiquers" se conocen. Pere Compte y Johan Yvarra fuerón los primeros, este último también muy conocido hasta el punto que en los escritos se hace constar "de modo quel hun mestre no sia subordinat al altre nil altre al altre" (de modo que ningún maestro este subordinado al otro).

Pere Compte emprendió la obra de la nueva Lonja en 1482 y la concluyó en 1498, en tan sólo quince años, quedando el Consejo General tan satisfecho de su constructor, que le nombró alcaide perpetuo de tan grandiosa obra debida a su ingenio y asignandole el sueldo de trescientas libras anuales.

Más tarde también se le encargó las obras del edificio adjunto, del Pabellón del Consulado, pero no pudo acabar su obra, ya que falleció en 1506.

El conjunto se divide en cuatro partes: La Sala de Contratación, El Torreón, el Pabellón del Consulado y el Jardin. Guardan entre si perfecta armonía. La Torre central severa y robusta, de elegante trazo y a sus lados el Pabellón llamado del Consulado y el grandioso Salón Columnario o Sala de Contrataciones que indudablemente, por su magnificencia y por sus proporciones extraordinarias resulta lo más admirable del magnifico edificio.

Comprende el conjunto una superficie aproximada de 2.000 metros cuadrados, formado por un rectangulo de 51,47 metros x 39,10 metros. La sala de contratación tiene una superficie de 35,60 metros cuadrados x 21.39 metros cuadrados y una altura de 15,75 metros.

El edificio tiene una traza rectangular, la fachada principal recaé a la Plaza del Mercado (fachada oeste), la fachada posterior recaé en la calle de la Lonja (fachada este), y la fachada izquierda según se mira el edificio, a la calle Cordellats (fachada norte) , y la de la derecha a una calle peatonal, a la que se accede por unas escaleras que recibe el nombre de Pere Compte, mestre en el noble art de la pedra (fachada sur). A esta calle también se le denomina calle de los escalones de la Lonja. El estilo gótico llega a Valencia con la Conquista, sin embargo, y dada la fecha en que se produjo (la ciudad de Valencia fué conquistada en 1238), este estilo no es el mismo que se estaba desarrollando en el norte de Europa. Por sus caracteristicas especiales algunos especialistas lo denominan gótico mediterráneo o meridional. La arquitectura gótica se caracteriza por ser más elevada que sus predecesoras, aparecen altos pilares, más vanos, enormes ventanales y vidrieras, se utiliza sobre todo el arco apuntado en sus diversas variantes: lobulado, trigeminado, etc. La escultura se utiliza para adornar el edificio. Se colocan obras escultóricas o relieves en tímpanos, jambas, etc., mientras que en el interior la decoración es de tipo geométrico o con motivos vegetales. Algunos elementos como los púlpitos de las grandes iglesias se convierten en soporte de complicados diseños escultóricos cuyo significado es, a veces, muy complejo. El realismo y el movimiento sustituyen a la antigua estaticidad.

Cinco "pedrapiquers" principales han trabajado en la La Lonja:

Pere Compte fué nombrado, junto con Yvarra, maestros de la Lonja Nueva el 12 de enero de 1481. Nació en Gerona en 1447 y trabajaba en Valencia desde las obras de la Iglesia de San Nicolás. En 1480 participaría en la construcción de la catedral. Impulsó para la Lonja un proyecto personal y más ambicioso que el previsto inicialmente. Falleció en Valencia el 25-07-1506.

Johan Yvarra , nació en Tolosa (Guipuzcoa), pero la mayor parte de su vida estuvo avecindado en Valencia, muriendo en esta ciudad el 5-11-1486.

Johan corbera elegido en 1506, a la muerte de Pere Compte, no se sabe de su lugar de nacimiento pero se cree con casi total seguridad que era valenciano.

Miguel de Maganya colaborador de Corbera nació en la villa de Maganya (Soria).

Domingo de Urtiaga también colaborador de Corbera, fué el finalizador de las obras de la Lonja, a él se debe la finalización del piso superior del Pabellón del Consulado y los medallones que en el mismo podemos observar. Nació en Azpeitia (Guipuzcoa).
FACHADA Pl. Mercado
Situada en el lado oeste, es la fachada principal recayente a la Pl.Mercado, en ella podemos distinguir tres partes claramente diferenciadas. En el centro la torre, sobresaliendo en altura sobre el resto del edificio, a su izquierda la fachada del Pabellón del Consulado del Mar y a su derecha la entrada principal al edificio.

La puerta principal está formado por una puerta de estilo gótico, a cuyos lados se abren dos amplias ventanas también góticas. En la parte superior de estas ventanas encontramos en cada una de ellas, el escudo de la ciudad sustentada por dos angeles, mientras que en la parte superior de la puerta, encontramos el escudo del Reino de Valencia.

Sobre la puerta principal del edificio,a la que se accede subiendo una pequeña y amplia escalera, la Virgen con el niño, patrona de los mercaderes valencianos, rodeada de dos angeles, que portan cartelas (se trata de una talla neogótica colocada al restaurar el edificio a principios del siglo XX). Los ángeles aparecen muchas veces tanto en el exterior como en el interior, en recuerdo del Angel Custodio, símbolo de la ciudad. Destaca como curiosidad una escena de brujeria en el capitel del parteluz de la puerta principal. Desde el siglo XIV se tiene constancia de la existencia de la brujeria en Valencia como se aprecia en los sermones de San Vicente Ferrer y los autos de la Inquisición. Es interesante el hecho de que las brujas se encuentren bajo la Virgen, única mujer que con su pureza puede salvarlas.

En la puerta podemos encontrar esculpidos multiples motivos, unos infernales, como una máscara demoniaca; un hombre desnudo, simbolo de la pureza de los hombres no influidos por la civilización y el pecado; un dragón; centauros tocando timbales y flautas; una pareja abrazada, en referencia a la prostitución, muy arraigada en Valencia, y la lujuria; un hombre sentado ante una mesa, en referencia a los mercaderes valencianos; un lobo, simbolo de la gula; un jabali, simbolo de la ira; una cabra; un perro, símbolo de la envidia; caracoles y tortugas, simbolo de la pereza; el león del orgullo; un hombre que levanta una maza, en referencia a la ira y la locura; y otros motivos de dificil lectura como un hombre encadenado, cinco patos, grupos de acrobatas etc.

Esta iconografia consta en los libros de la época como "ymatges e maçoneries e fullatge". A tener en cuenta que en la Baja Edad Media los hombres desnudos simbolizaban los pecados de la carne, razón por la cual la mayoría de las representaciones humanas son hombres desnudos, ya que toda la iconografia de esta puerta nos habla de los pecados capitales.

En la torre podemos observar, tres ventanas, la inferior de arco apuntado, la que le sigue en altura, de forma rectangular y la superior mas pequeña. Rematando la torre la terraza con almenas y tres gárgolas, dos en cada una de las esquinas y la tercera en el centro. Es de destacar una pequeña diferencia de color en la parte superior de la torre, ello se debe a que el remate de la torre no es original, sino que es de principios del siglo XX, ya que la torre no llegó nunca a terminarse.

En la parte inferior de la torre hay una representación de la boca del demonio simbolizada por la cabeza de un diablo comiendose un tronco.

En esta fachada podemos encontrar dos placas conmemorativas de distintos hechos una de ellas de los dependientes del comercio a la paz y la otra dedicada a Jose Romeu Parras heroe de la guerra de la independencia.

En la fachada del Pabellón del Consulado del Mar, podemos distinguir tres pisos. En la planta baja encontramos cuatro ventanas de dintel recto. Las ventanas disponen de una imposta a modo de alfiz que las remata y que apoya en mensulas.

Entre los elementos decorativos de estas mensulas destacan figuras de dragones, mantícoras, basiliscos (animales fantasticos que podían matar con la vista), grifos, diablos, arpías y, la escátologica figura del "cagaoret" que se encuentra esculpida en una de las mensulas de la ventana de la planta baja del llamado "Consolat del Mar". Otra de las figuras que podemos observar en la decoración de la planta baja es a un mono encadenado como emblema del vicio.
Fotos de las mensulas de las ventanas del primer piso del Pabellón del Consulado
Las ventanas de la fachada del piso principal son bastante mas grandes que las de la planta baja, son cuatro ventanas de dintel recto, con tracerías goticas y también disponen de una imposta a modo de alfiz que descansa sobre mensulas. Las ventanas tienen dos delgadas columnas como parteluces.

El piso superior es lo que mas destaca de esta fachada ya que se compone de un bloque que destaca sobre el resto de la edfiicación. Se trata de una gran sala en donde al exterior podemos ver ocho ventanas y en la parte superior unos medallones. De las ventanas una de ellas está cegada.

La disposición de este bloque se compone en todas ellas, de la ventana propiamente dicha, un la parte inferior podemos ver el escudo de la ciudad y en la parte superior un largo baquerón donde se situan las gargólas, más arriba los medallones y finalmente como remates las almenas con las coronas del Reino.

Este piso superior dispone en total de cuarenta medallones, dieciseis en la fachada de la Pl.Mercado, diecisesis en la fachada recayente al Jardin y ocho en la parte recayente a la c/Cordellats. Se agrupan por parejas a razón de dos medallones por ventana.

No se sabe el nombre de los autores de estos medallones, ya que se adivinan varias manos en su ejecución. Por ejemplo los que recaen a la plaza del mercado y los de la calle Cordellasts son de peor ejecución que los que recaen al jardín. Estos ultimos se atribuyen a Jaume Vicent.

De los medallones se pueden reconocer algunos personajes con relativa facilidad, así en la parte recayente al jardin, el primer medallón mas cercano a la torre representa al dios Hermes o Mercurio, mientras que los cinco siguientes se consideran dioses del Olimpo. Le siguen a continuación cuatro medallones que representan sin genero de duas a Fernando e Isabel (los Reyes Católicos) y a continuación a Maximiliano I y Carlos V, el resto de los medallones del jardín siguen siendo dioses o personajes de la mitólogia clásica.

De los medallones que recaen a la calle Cordellats se encuentran muy deteriorados pero dos se adivinan su identidad, representan a Maximiliano I y su esposa Maria.

Del resto de los medallones se consideran dioses, guerreros o personajes mitólogicos.
FACHADA LATERAL C/Pere Compte
La portada exterior de la fachada da acceso al salón columnario de La Lonja y se situa practicamente en el centro del muro, careciendo el resto de la pared de cualquier tipo de decoración.

Se compone de un ancho vano formado por un arco conopial que descansa en dos mensulas. En el centro triangular que forma el arco encontramos una excepcional representación del yelmo y escudo de armas con decoración flamigera, problablemente aludiendo al rey de Aragón. Más abajo en lo que sería el timpano de la puerta encontramos una pequeña reja de hierro con un escudo también en hierro de la ciudad de Valencia. Debajo de esta reja encontramos la gran puerta de madera que da acceso al edificio. Las arquivoltas del arco apuntado descansan en tres pequeñas columnillas.

En la mensula izquierda podemos encontrar una figura que representa a un angel con una filacteria, mientras que en la mensula derecha encontramos a otro angel con otra filacteria.

A ambos lados dos ventanas de estilo gótico de dintel plano. En el tercio superior del vano decoración de tracería gótica y dos pequeñas columnillas que hacen de parteluz de la ventana. Recorre la parte superior un alfiz que descansa como es habitual en todo el edificio en mensulas.

Ventana izquierda: mensula lado izquierdo, una figura humana con capucha y cuerpo de animal (imagen bastante inquietante), mensula lado derecho, un león alado.

Ventana derecha: mensula lado izquierdo, un dragón y en la mensula lado derecho un animal fantastico con pinta de felino.
FACHADA POSTERIOR C/La Lonja
La fachada posterior se compone de dos partes bien diferenciadas, la primera de ellas situada a la derecha es un simple muro que cierra los almacenes que recaen al jardin y por otra la portada que permite el acceso al salon de contratación de La Lonja.

Esta portada es uno de los ejemplos más sobresalientes del gótico flamigero valenciano. Se compone de un gran vano formado por arcos apuntados que a su vez forma un gran arco conopial. En su vertice un gran florón en forma de cruz y a ambos lados un escudo de la ciudad de Valencia. Dos delgados pinaculos enmarcan el conjunto. El timpano de la puerta permanece vacio y una delgada columna forma el parteluz. Dos hojas con aldabas góticas forman la entrada al salón columnario. Cinco pequeños escalones salva el desnivel de la calle. En todo el conjunto podemos encontrar decoración gótica flamigera.

En el centro en el triangulo que forma el arco conopial encontramos la figura de Cristo Rey, portando una bola del mundo, cetro y corona.

De una serie de jarrones situados en la base de la portada, nace toda una exhuberante decoración vegetal, y en algunos lugares se alterna con pequeñas figuras humanas en actitudes grotescas, animales fantasticos o cabezas humanas, estas situadas en la base la portada.

Destaca el capitel de la columnilla que hace de parteluz el cual junto con una cenefa que la atraviesa es un alarde de detalle en la decoración vegetal junto con pequeñas figurillas humanas.

A ambos lados de la portada dos grandes ventanales con arco conopial a las cuales flanquean dos delgados pinaculos con decoracion flamigera. En el vertice del arco un florón, en la parte superior del vano decoración de tracería gótica y dos delgadas columnillas hacen de parteluz.

En el centro del triangulo del arco conopial de la ventana de la derecha encontramos al rey David con una onda en las manos como recuerdo de su hazaña contra Goliat, y en el mismo lugar pero en la ventana de la izquierda Sansón abriendo las fauces de un león.

Un gran alfiz o guardapolvo encuadra todo el conjunto de la puerta como de las ventanas, formando una simetria de lineas de gran belleza.

Se considera que esta puerta está dedicada a Cristo en contraposición a su homologa de la Plaza del Mercado dedicada a la Virgen.

La decoración de impostas, molduras, pináculos, capiteles sobre los que se aprecian decoraciones diversas, hacen de este edificio un monumento histórico universal, en el cual la arquitectura y la escultura se encuentran estrechamente fundidas y le confieren el calificativo de ser el edificio único en su género.

La decoración con motivos vegetales: mirto, laurel, hiedra, está plenamente identificada.

Esta puerta normalmente permanece cerrada siempre.

En el lado opuesto de esta portada se abre una pequeña plaza donde podemos encontrar la Iglesia de la Compañia de Jesús. En esta plaza también podemos encontrar una maqueta de metal de La Lonja con inscripciones en braile para que los ciegos puedan conocer el aspecto del edificio.

Asi mismo y ya en la fachada de la lonja podemos ver una placa commemorativa de un hecho importante en la historia de la ciudad.
FACHADA LATERAL c/Cordellats
La fachada de la calle Cordellats, se limita a un simple muro de cerramiento, que fué restaurado en el año 1930, y al que se le abrió en ese mismo año, una puerta muy simple que da acceso al jardin.

En su muro se abrió una sencilla puerta de arco rebajado cerrada por una verja de hierro y a ambos lados de la puerta dos grandes ventanas cerradas por grandes verjas. Esta puerta permanece siempre cerrada.

A la derecha destaca sin embargo el muro que cierra el pabellón del consulado. En su fachada podemos ver una gran ventana de dintel recto, tracería gótica y doble parteluz. Rodeando la ventan un alfiz que descansa sobre mensulas. Se correponde con una de las ventanas del Salón principal del Pabellón del Consulado. Mas arriba en la parte superior cuatro ventanas correspondientes al piso superior del Pabellón con ocho medallones. Dos de esas ventanas estan cegadas. La escenografia del conjunto sigue la misma temática que el resto del conjunto.

Por la parte baja un moldura sin decoración recorre el muro de la fachada.
LA SALA DE CONTRATACION
La Sala de Contratación o Salón Columnario constituye el cuerpo principal del edificio. Su contrucción se inspira en la Lonja de Palma de Mallorca (construida en el año 1233 por Guillen Sagrera), a la que llega a superar. Se da la circunstancia que este a su vez se inspiró en el Convento de Santo Domingo (en la actual Pl.Tetuan de Valencia) para la construcción de su lonja mallorquina.

El Salón Columnario o Sala de Contratación se inició en 1482 y consta de una gran sala dividida en tres naves longitudinales, sostenida la bóveda por columnas helicoidales que apean los arcos de crucería de la bóveda, dando la vistosa apariencia de palmera. El edificio está concebido como un templo al comercio y presenta un marcado carácter simbólico, en el que se ha querido ver la representación del paraiso en el que las columnas sería los árboles y las bóvedas representarían la cúpula celeste. Es un amplio recinto de 35,60 metros de largo por 21,39 de ancho y 15,75 de altura.
La decoración, magnífica, se despliega en una rica inografía que invade casi todo el edificio de motivos cotidianos, religiosos, animalísticos o guerreros, emergiendo en baquetones, jambas, dinteles, etc. El techo de la bóveda estaba pintado de azul con estrellas, queriendo simular la bóveda celeste. Hoy en dia de dicha decoración no queda ningún resto.

Sobre las columnas y a una altura de 12 metros unos delgados haces de nervios se distribuyen para formar los arcos. En las claves podemos encontrar figuras de santos, cada santo corresponde al patrón de los gremios valencianos de la época. Un adorno de soga trenzada enlaza las claves con las mensulas, en clara referencia al gremio de los sogueros (fabricantes de cuerdas). Noventa y siete claves podemos encontrar en esta Sala, aparte de los citados santos titulares de los gremios, en elllos podemos encontrar angeles músicos, escudos de la ciudad, escudos reales etc.

La sala de contratación es un espacioso rectangulo, dividida en tres naves longitudinales y cinco transversales, cuya elevada bóveda de crucería sostienen un total de veinticuatro columnas helicoidales, ocho de ellas exentas, doce medias columnas adosadas a los muros y, las cuatro restantes cuatro partes de columna que ocupan los angulos del amplio salón. A una altura de 11,20 metros, corre una inscripción latina con caracteres góticos, pintada en oro sobre fondo oscuro y que dice asi:
Inclita domus sum, annis aedificate quindecim gustate et videte concives quoniam bona est negociacio que non agit dolum in lingua quae iurat proximo et non decepit quae pecuniam non dedit ad usuram eius mercatores sic de gens diviciis redundabit et tandem vita fruetur eterna.
cuya traducción podría ser asi:
Casa famosa soy, en quince años construida. Compatricios, comprobad y ved que bueno es el comercio que no lleva el fraude en la palabra, que jura al prójimo y no le falta, que no da su dinero con usura. El mercader que así haga rebosará de riquezas y después gozará de la vida eterna.

La sala de contratación dispone de cuatro puertas de acceso, una en cada fachada, y la cuarta con acceso desde el jardin.

Las tres que dan al exterior dispone cada una de dos amplias ventanas rectuangulares góticas por donde entra la luz, y una puerta de acceso. La fachada recayente al Mercado, que es la principal es de advocación mariana, no en vano la Virgen es la Patrona del gremio de los mercaderes.

El pavimento de la Sala de Contratación, lo forman piezas de mármol negras, blancas y de color canela, las cuales se unen en algunos puntos para formar estrellas de seis puntas rodeadas por cuadrados. Este suelo no es el original aunque sigue el mismo modelo que el original a excepción de las estrellas que son inventadas.

En esta sala se instaló la Taula de Canvis i depòsits (Mesa de Cambios y Depósitos), instituida en 1407 por el Consejo Municipal de Valencia que obtuvo prestigio por su solvencia y volumen de operaciones bancarias. Actualmente la Taula o Mesa en la que se realizaban las transacciones mercantiles, así como la primera letra de cambio conocida en España, se encuentra en el archivo municipal de Valencia, situado en el Palacio de Cervelló.

La taula de canvis era una institución de carácter municipal que se dedicaba al cambio de moneda y al depósito de objetos de valor. Fué creada por privilegio concedido por Martin el Humano el 15 de octubre de 1407, aunque no comenzó a funcionar hasta el 31 de junio de 1408.

Diferentes avatares le llevarón a la liquidación en 1416. Pero el 14 de abril de 1519 se inauguró la Nova Taula y perduró hasta 1649. Por algún tiempo se ubicó en la dependencias de la Lonja de Valencia al ser el centro mercantil de la ciudad. En 1649 apareció la Taula Novíssima que funcionó hasta la promulgación de los decretos de Nueva Planta y la abolición de los fueros a comienzos del siglo XVIII, desapareciendo definitivamente en 1719.

En el propio salón columnario, se halla la puerta que da paso al jardin, expléndida muestra de los "pedrapiquers" valencianos, está ornamentada con caprichosas figurillas y hojarascas cinceladas en la piedra. El recoleto jardin -antiguo "pati dels taronjers" (patio de los naranjos), con sus cipreses y naranjos y la poética fuente con su alberca -evocación moderna de la que antaño ocupó su parte central-, da paso a descubierta escalera de piedra que conduce al piso principal del Pabellón del Consulado, amplio local donde antaño celebraban sus sesiones los jueces o cónsules de comercio. Es de planta rectangular.

El tejado se cubre con una armadura triangular de madera. A este tejado se puede acceder por una puerta situada en la escalera de caracol de la torre, y el mismo dispone de una especie de paso de ronda.
CAPILLA
A la izquierda del salón columnario, según se entra desde la plaza del mercado, se encuentra una portada, cerrada en el 1902 -con una hermosa verja de hierro forjada en el siglo XV, procedente de la antigua y desaparecida Casa de la Ciudad- que da acceso a la antigua capilla que estuvo dedicada a la Virgen de la Misericordia y donde se celebró la primera misa el 26 de mayo de 1499.

Este espacio fué construido entre 1484 y 1486. En el diseño de la bóveda parace haber colaborado el arquitecto Juan Guas, maestro mayor de obras de los Reyes Católicos. De hecho la bóveda de nuevas claves cruzada es caracteristica de la obra de este maestro.

Ocupa el cuerpo bajo del edificio de la torre y posee afiligranada bóveda de crucería estrellada apoyadas en mensulas y rosetones, con escudos, ángeles en relieve y preciosas puertas y ventanas. En la clave de la boveda encontramos una imagen de la Virgen de la Misericordia y en el resto de las claves de la bóveda, angeles y escudos de la ciudad de Valencia. En total nueve claves o medallones encontramos en la capilla, en la central la Virgen de la Misericordia y en el resto angeles músicos y escudos de la ciudad. En las mensulas encontramos los simbolos de los cuatro evangelistas (llamados los cuatro vivientes), se atribuyen a Johan de Kassel y en su origen estaban policromadas.

La clave de la bóveda muestra la más antigua representación de la corporación municipal, los jurados de la ciudad aparecen bajo el manto de la Virgen de la Misericordia flanqueados por dos maceros.

Dispone la capilla de dos ventanas, una gran ventana de arco apuntado que se cubre con vidrieras de colores y la otra que da al jardin. Aunque las vidrieras actuales no son las originales, si que se sabe que era la única ventana de la lonja que disponía de ellas. Las originales eran de Miquel Arnau y Arnau Moret, mientras que la labra de la ventana corresponde a Rollandus de Alemanya y Laurencius Picart.

El resto de todas las ventanas de La Lonja se cubrian con telas enceradas que permitian el paso de la luz de una manera uniforme. Actualmente se cubren con cristales opacos.

En su interior podíamos encontrar un altar y una pila bautismal de mármol de Carrara, asi como un retablo con un crucifijo de madera. Las paredes se recubrian con cortinas y tapices.

En el arco conopial que forma la entrada y en su parte superior tenemos la imagen de Cristo con la bola del mundo (Cristo Rey). Toda la puerta esta adornada con finas filigranas y traceria gótica. Remata el arco un florón crucifero. La talla de Cristo Rey se atribuye a Johan de Kassel.

Desde esta capilla se puede acceder a la planta baja del Pabellón del Consulado, a traves de una portada de estilo gótico abierta en 1549 por Miquel Johan Porcar. Se trata de una sencilla puerta con adornos florales y el escudo de la ciudad en su centro y en la parte superior un florón cruciforme.

En principio y en el lugar donde hoy se abre esta puerta de acceso al Pabellón del Consulado se encontraba el retablo de la capilla, pero al abrirse la puerta, el retablo fué situado debajo de la ventana. Ni que decir tiene que de su antigua utililización como capilla no queda resto alguno.

Hasta 1891 existía un lienzo de Cristo Crucificado, obra anónima del siglo XVI que hoy día se encuentra depositado en el Ayuntamiento de Valencia.
EL TORREON
A pocos metros de la antigua capilla, y en el interior del salón columnario, se halla una historiada puertecilla, con calados adornos en piedra, y cercada por una cancela de hierro, que da entrada a la torre.

La puerta está ricamente decorada en época moderna, aunque con motivos de raiz iconográfica de tipo medieval. El color de la piedra, nos indica que se trata de una restauración moderna.

La puerta es de puro estilo gótico, tiene un arco conopial, el cual esta adornado en su parte superior y a lo largo de él, por unos entrelazados vegetales. En la parte superior de la puerta y debajo del arco conopial hay un angel tallado en piedra, también aparecen en una orilla un hombre desnudo que corre con una bolsa en la mano, siendo perseguido por otro. Esta puerta parece ser la primera que se construyó en toda la Lonja. Mide 180 cm.de alto por 80 cm.de ancho.

Tambien aparece una mujer alada a la que un dragón le muerde un pecho en referencia a los castigos que sufrirá la mujer lujuriosa. Esta imagen se encuentra labrada en la puerta que da acceso al interior de la torre, ya dentro del Salón Columnario.

La escalera de acceso es circular, de caracol o sin nabo, al tener los peldaños adosados al muro cilíndrico que la envuelve, dejando vacío el centro de la misma.

La torre esta situada en el extremo izquierdo de la fachada principal de la Lonja. Su planta es cuadrada y se divide en varios pisos:

En el primer piso de esta torre se hallaba antiguamente instalada la cárcel de los mercaderes en quiebra. Es una estancia que se ilumina con ventanales recayentes uno a la plaza del mercado y otro al jardin. Está cubierta con bóveda de arista, y dispone de una pequeña puerta que da paso al Pabellón del Consulado. Desde el exterior de la torre vemos que esta ventana tiene forma rectangular con tracería de estilo gótico.

En el segundo piso, la sala está cubierta con bóveda vaída. Dos ventanas, una recayente a la Pl.Mercado y otra al jardin. En la primera se situó un reloj que posteriormente fué desmontado. Desde el exterior podemos ver que se trata de una pequeña ventana con un pequeñisimo apenas insinuado arco conopial. También dispone de un acceso al Pabellón del Consulado.

En el paso de segundo piso al tercero encontramos una puerta que da acceso al tejado de la Sala de Contratación y a su paso de ronda.

El tercer piso sirve a de acceso a la planta superior del Pabellón del Consulado a traves de una pequeña escalera de madera provisional

Y por último llegamos a la terraza de la torre, la cual ya es de época moderna. Se construyó a principios del siglo XX, siguiendo el mismo estilo que el resto del edificio, ya que se consideraba que la torre no estaba terminada.

A la torre y terraza se accede por una escalera de caracol "caragol", constaba en principio de 110 escalones, pero más tarde se elevó el torreón ampliando asi el número de peldaños a 142 . El torreón es de planta cuadrangular, siendo aproximadamente un tercio mas alto que el resto del edificio.

La escalera de caracol, es un alarde virtuosista, donde Pere Compte demostró sus conocimientos de arquitectura.

La escalera se caracteriza por la falta de eje central, o sea, es la escalera denominada de ojo. Los escalones miden 18 cms. de alto por 92 de largo, la parte de la base del escalón empieza por medir 10 cm. y termina midiendo 47 cm.

El pasamanos de piedra, los peldaños y las dovelas de la bóveda helicoidal forman en conjunto una vivida unidad

La altura de pasamanos que va adosado a la pared es de 88 cm., la moldura redonda tiene un radio de 3,5 cm. y esta separada de la pared 6 cm. contando desde el centro de la moldura. Esta moldura va unida a la pared por dos molduras convexas, en su parte inferior, la primera mide 5,5 cm. y la segunda no esta diferenciado del final por lo que se confunde con la pared. Estas molduras estan colocadas de forma paralelas. La altura maxima entre los escalones y el techo es de 290 cm. en todo el torreón.

La baranda que va al centro de la escalera tiene forma helicoidal, en su parte mas alta hay una moldura redonda que asciende como un tubo en la misma forma. Segun se sube en la parte inferior le siguen una seria de molduras; la primera, ya nombrada mide 3,5 cm. de radio, luego una convexa que mide 4 cm., la tercera mide 8 cm. y también es convexa, la cuarta es concava y convexa, y aqui estas molduras o franjas paralelas ya se introducen por debajo de la escalera, mide 32 cm; la quinta que tambien va por debajo de la escalera en convexa y mide 34 cm; la sexta es convexa y mide 42 cm. y la septima y ultima se junta con la pared, es convexa y de 8 cm.

En la parte inferior derecha conforme se sube por la escalera de la baranda hay cuatro molduras, tres convexas (6,9'5 y 10 cm.cada una) y la última concava se confunde con la escalera.

El número de ventanas hasta la pequeña cupula es de seis. Las dos primeras son de arco apuntado y se encuentran en los peldaños 4 y 19 respectivamente, la tercera se encuentra en el peldaño número 34, tiene el arco casi de medio punto, la cuarta ventana esta en el peldaño 48, el arco es de tres centros, el llamado caracol, la quinta esta en el escalón numero 64, su arco es rebajado o escarzano, la ventana seis esta en el escalón 79.

Las ventanas primera, segunda, tercera, quinta y sexta estan en el mismo eje. Y asi nos llegamos a la cupula en el peldaño 97, desde ahi hasta el final del torreón quedan 45 escalones entre los que se encuentran dos ventanas de arco conopial.

En el torreón aparte de ventanas, también se encuentran puertas. Aparte de la de la entrada, tenemos una en el escalón 50 es de estilo gótico se adapta de una manera extraña a la forma helicoidal de la escalera, las medidas de la puerta en si son 215 cm. de alta por 85 de ancha; en el escalón 89 tenemos otra puerta de estilo no diferenciado pareciendo del estilo romanico avanzado, tiene en la parte superior una clave bien diferenciada, tambien se adapta a la forma helicoidal de la escalera, las medidas de la puerta son 205 cm. de alta por 77 cm. de ancha, dicha puerta da acceso al tejado del salón de las columnas.

El diametro de la caja de la escalera es de 240 cm. y la altura desde la escalera hasta la pequeña cupula es de 2200 cm.
EL PABELLON DEL CONSULADO
El Pabellón del Consulado o "Consolat del Mar" se comenzó a edificar en 1497-98 y se finalizó en 1548. Su estilo es gótico finalizado en estilo renacentista.
El Pabellón del Consulado o "Consolat del Mar" lleva esta denominación porque en su dia albergó al Tribunal del "Consolat del Mar", antiquisima institucion valenciana que desde el 1283 (siglo XIII) se ocupó de los asuntos maritimos y mercantiles. por concesión del rey Pedro III. Fué el primer tribunal mercantil que se fundó en España.

El Consell de la Ciudad acordó en 1407 que se anotara en un libro las costumbres del mar y cuanto se habia recopilado hasta entonces. Es asi como nació el Códice conocido como "Llibre del Consolat del Mar", verdadera joya que se conserva en al Archivo Municipal de Valencia.

El Pabellón consta de sotano, planta baja, salón principal y piso superior.

Al sotano se accede a traves de una pequeña puerta situada debajo de la escalera que sube al salón principal desde el jardín y dispone de iluminación a traves de una pequeña ventana situada en la fachada recayente a la Pl.del Mercado.

Se trata de una sala sostenida por pilares octogonales y cubierta con bóveda de aristas. A esta se accede por una escalera tras atravesar la pequeña puerta antes mencionada.

En la planta baja se encuentra el Salón en el que originariamente se asentó el Tribunal de Comercio del Mar. A esta sala se accede por una puerta de estilo gótico, existente en el jardin. También tiene otro acceso por una puerta abierta en la capilla situada en la planta baja de la torre. .

En las mensulas de esta puerta formado por un arco conopial podemos encontrar las imagenes de un león en una de ellas y en la otra un animal devorando a un ser humano.

Al salón principal, se accede a través de una amplia escalera de piedra recayente al jardin. También recibe esta sala los nombres de Camara Dorada o Salón dorado, ya que desde desde 1920, se encuentra el artesonado dorado y policromado con relieves, procedente de la desaparecida Casa de la Ciudad, que se incendió en el 1585.

La portada formada por un arco conopial encuadrada por un alfil, apoya en dos mensulas representando una de ellas a un diablo devorador y la otra a un grifo alado con cabeza humana.
La obra del artesonado fué realizada por Juan del Poyo entre 1418 y 1455. Se compone de 670 piezas con alusiones diversas de caracter zodiacal, bélico, grotesco, heráldico, quimérico, vegetal y musical.

En el histórico y magnífico salón, con amplios y decorativos ventanales, destaca esta verdadera joya artística de inestimable valor. Esta techumbre, constituye una autentica maravilla, no solamente por la riqueza de los materiales empleados en la obra, sino también por el derroche de motivos y adornos de que se hace alarde, tallados y policromados. Todas las piezas que constituyen este valiosisimo artesonado, ejemplar único del siglo XV, son distintas, y en ellas se reproducen diversidad de curiosas escenas; juegos de niños, luchas de guerreros, actuación de musicos, figuras quimericas y grotescas, motivos ornamentales de animales y plantas ...

Dicen las crónicas que el rey Alfonso el Magnanimo se desplazó expresamente a Valencia para ver este artesonado.

Complemento artistico de esta magnifica sala es el grandioso cuadro pintado por Jeronimo Jacinto de Espinosa, de mediados del siglo XVII (1662) que representa a la Inmaculada y a sus pies los jurados de Valencia. De siempre este cuadro se encontraba al fondo de la gran sala presidiendo todos los actos, pero en la última reforma efectuada en julio de 2.006 y por motivos de seguridad el cuadro ha pasado a otros fondos museisticos. Por eso es facil en algunas fotos ver el citado cuadro que en la actualidad no existe.

La sala se ilumina con grandes ventanas de dintel recto de estilo gótico con doble parteluz.

Al piso superior, se accede exclusivamente por una puerta situada en la torre de La Lonja y eran los aposentos privados del alcaide y personal de la lonja.

El Pabellón del Consulado se terminó en 1548 bajo la dirección de Domingo Urtiaga.

En el exterior, es de destacar en la parte alta de la fachada recayente a la plaza del Mercado la galería corrida de arcos y los cuarenta medallones representando bustos de emperadores romanos y personajes ilustres, todo ello de época renacentista, asi como es onmipresente el escudo de la ciudad en todo el edificio, muestra inequivoca que patentiza el gran amor a su tierra. Fotos del Pabellón del Consulado

Forman parejas sobre cada ventana y suman un número de 40 en total. Los de la plaza del mercado son cabezas masculinas y femeninas que representan a héroes y guerreros de fama universal. Los de la calle Cordellats son emperadores y emperatrices. Hay dieciseis medallones que recaen a la Pl.Mercado, ocho que se encuentran en la fachada de la calle Cordellats, y dieciseis mas que dan a la parte posterior del Pabellón del Consulado y son visibles desde el jardin de la Lonja.

El exterior del Pabellón del Consulado es de estilo gótico con el fin de mantener la coherencia con el resto del conjunto, a excepción de los medallones antes citados. Los ventanales del piso superior son ventanas con arcos conopiales, con antepechos decorados con escudos de la ciudad. Sobre todo el conjunto observamos las almenas rematadas con la corona.
ELEMENTOS DECORATIVOS
La Lonja posee 28 gárgolas que rodean el extremo superior del monumento. Son un ejemplo de expresionismo primitivo inspirado en los tratados de la época como podrían ser la obra de Plinio "El Fisiologo" y los "Bestiarios" de San Isidoro, son generalmente, figuras de monstruos con rasgos humanos y en actitudes groseras.

Son elementos decorativos al tiempo que prácticos por cumplir una función concreta, como es la de recoger aguas pluviales de las cubiertas del edificio, son gárgolas góticas que coronan las partes altas del monumento, la variedad temática de las cuales (animales fantasticos, personas en las que divertidas actitudes, monstruos con y sin alas, águilas etc) han dado lugar a leyendas y exagerados comentarios sobre la pretendida procacidad de algunas.

Las gárgolas en el momento de construrise el edificio de la La Lonja deberían tener un programa iconografico concreto, hoy dia dado que muchas de ellas son elementos nuevos por haberse perdido las originales, tal vez ese programa se haya perdido.

A la izquierda encontraremos un plano (no a escala) donde aproximadamente nos indica el lugar exacto donde se encuentra cada gárgola. La explicación de cada una de ellas es por visualización directa del autor de la web, por lo que puede considerarse a veces una descripción mas voluntariosa que real. Pido disculpas anticipadas por los errores cometidos.
01. Figura que lleva un jarrón en sus manos (esquina Pl.Mercado c/Cordellats)
02. Una figura que parece un perro lleva en su lomo a un hombre (Pl.Mercado-Pabellón del Consulado)
03. Una arpía coronada con una filacteria que rodea el cuerpo (Pl.Mercado-Pabellón del Consulado)
04. Un hombre con la boca abierta parece que lleva un pez (PL.Mercado-Torreón)
05. Un hombre con una maza (Pl.Mercado-Torreón)
06. Una figura humana lleva algo sobre la cabeza (Pl.Mercado-Torreón)
07. Sansón abriendo las fauces de un león (Pl.Mercado-Salón de Contratación)
08. Un animal devorando a un hombre (Pl.Mercado-Salón de Contratación)
09. Un hombre salvaje y peludo (Pl.Mercado-Salón de Contratación)
10. Un hombre alado introduce su pene en un jarrón (esquina Pl.Mercado c/Pere Compte)
11. Animal alado fantastico (c/Pere Compte)
12. Un hombre parece que abre las fauces de un animal o lucha con el (c/Pere Compte)
13. Un aguila (c/Pere Compte)
14. Una figura fantastica lleva en su vientre a un pequeño lagarto (c/Perez Compte)
15. Animal fantastico (esquina c/Pere Compte-c/La Lonja)
16. Una figura alada tocando una guitarra morisca (c/La Lonja)
17. Un animal lleva a su lado a un figura humana (c/La Lonja)
18. Un hombre sale de la boca de un gran pez (Jonas y la ballena) (esquina c/La Lonja con el jardin)
19. Un león llevando entre sus garras a un animal para devorarlo (Jardin-Sala de Constratación)
20. Una figura con habito de monje lleva sobre sus hombros una pequeña figura humana (Jardin-Sala de Contratación)
21. Un hombre con casco que lleva en sus manos un caracol (Jardin-Sala de Contratación)
22. Un animal fantastico (esquina Jardin-Torreón)
23. Una figura humana lleva en sus manos un objeto (Jardin-Torreón)
24. Un animal fantastico lleva en sus manos una figura de dificil interpretacion (Jardin-Torrerón)
25. Una figura de mujer parece llevar en sus manos a un mono (Jardin-Pabellón del Consulado)
26. Un animal fantastico (Jardin-Pabellón del Consulado)
27. Una mujer desnuda que se toca el sexo (esquina Jardin-c/Cordellats)
28. Un animal alado con cuernos de cabra (c/Cordellats)

Dentro de la gran variedad temática del mundo arquitectonico y escultórico de la Lonja, en la que ambos se hallan estrechamente identificados, cabría destacar las representaciones heráldicas de la Ciudad:

Uno de ellos es el archiconocido escudo de la ciudad que es llevado por dos ángeles y situado en la esquina de la Pl.Mercado con la calle Pere Compte.

El segundo es otra representación del escudo de la ciudad situado en la esquina de la calle Pere Compte con la calle La Lonja y que tiene como caracteristica principal, como ya hemos indicado mas arriba que tiene una cartela con la fecha de inicio de las obras.

El tercer escudo de la ciudad situado en la esquina de la Pl.Mercado con la calle Cordellats es recreación neogótica y destaca por las esferas que lleva sobre la corona. Claramente se aprecia en el color de la piedra distinto del fondo donde se encuentra que es un añadido posterior.

El escudo de la ciudad de Valencia esta omnipresente en todo el edificio.
Otro de los elementos decorativos de La Lonja es su jardin o Patio de los Naranjos. En este tranquilo lugar podemos admirar una pequeña fuente en forma de estrella de siete puntas por el que mana un escaso chorrito de agua. A su alrededor unos bancos de piedra permiten descansar mientras contemplamos los elementos arquitectonicos del patio.
OTROS ASPECTOS DE LA LONJA
En la historia y anécdota de este monumental edificio valenciano se citan curiosos episodios por lo que, a través de los tiempos, la Lonja fué destinada a otros usos diversos y no muy de acuerdo ni con su finalidad ni con la magnificencia de la fabrica, que sufrió no pocos desperfectos. Pero una concienzuda y artística labor de reparación -se reestablecierón columnillas y tracerías y considerándose que el torreón había quedado sin terminar, se elevó su altura agregándole al remate gárgolas y merlones coronados en consonancia con los otros cuerpos del edificio- por parte del Ayuntamiento, devolvió la belleza y gallardía artística de este magnifico monumento de Valencia.

Por citar algunas de sus misiones extraordinarias cumplidas por el edificio podemos citar que en su recinto, como local destinado a la pública contratación, tenian lugar las subastas de arriendos de los derechos de la Generalidad del Reino durante la etapa foral.

En más de una ocasión el Salón Columnario sirvió de improvisado depósito de trigo, en tiempos de escasez de grano.

En 1707, y por motivos belicos, el edificio fué convertido en cuartel y el jardín en cocina para la tropa. Esto produjo notables deterioros, subsanados posteriormente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. De improvisado hospital en momentos de peste, como las oleadas del cólera del siglo XIX

Además otro comercio se desarrolla en la Lonja los domingos, es el de la Filatelia y Numismática de Valencia. Se trata pues, de un monumento vivo.

En épocas no muy antiguas el salón de contratación servia de Exposición de Ninot en tiempos de Fallas.

También casi al finalizar la Guerra Civil Española (1936-1939) y cuando el gobierno de la Republica se refugió en Valencia, la Lonja sirvió para celebrar reuniones de las Cortes Españolas.

Iglesia de los Santos Juanes

La iglesia se levanta sobre una de las antiguas mezquitas musulmanas de la ciudad. Tiene cuatro fachadas: la principal situada a los pies, recae a la plaza de Brujas, la trasera a la plaza del Mercado y las laterales la situada sur a la calle Vieja de la Paja mientras que la norte a la plaza de la Comunion de San Juan.

La primitiva iglesia de "Sant Joan Mercat", se alzó en el arrabal de la ciudad conocido como "la Boatella". De su antigua estructura gótica aún queda la nave y el gran óculo cegado, conocido como "la O de Sant Joan", que fue concebido como un gran rosetón en la fachada de los pies. También son góticos unos arcos apuntados en la plaza de la Comunión de San Juan.

En su origen se trataba de un templo gótico, de una sola nave con capillas laterales entre los contrafuertes. A principios del siglo XIV un incendio obligó a reedificarla siguiendo el mismo estilo.

En 1592 (siglo XVI) la iglesia sufrió un aparatoso incendio que obligó a una reconstrucción casi total a lo largo de los siglos XVII y XVIII . La nueva construcción se basaba en un nuevo concepto decorativo y dinamico, el barroco exuberante, de tendencia italiana y centroeuropea, en el que tienen una decisiva responsabilidad artistas italianos como Jacobo Bertessi (de Cremona) y Antonio Aliprandi (de Milan). Será por tanto entre 1693 y 1702 cuando la iglesia adquiera su actual fisonomia.

Siguió conservando una nave única, el interior fué totalmente modificado y se construyó la fachada barroca de la cabecera y la puerta del lado sur, amen de otras reformas que cambiarón la fisonomia de la misma.

Se construye en este tiempo (mediados del siglo XVII) la Capilla de la Comunión por indicación directa del arzobispo de Valencia San Juan de Ribera. El Santo Patriarca preside y predica en la colocación de la primera piedra de lo que sería la gran reforma del templo. La capilla fué bendecida en 1653. Entre 1782 y 1786 Jose Vergara pintó en la cúpula de la capilla, los frescos sobre la Exaltación de la Eucaristia.

Fachada principal Plaza de Brujas. En la reforma se abrió en la fachada de los pies, la portada barroca bajo el gran óculo de piedra en cuyo interior se abrió una ventana rectangular. Este de origen medieval siempre ha estado cegado pese a lo que pudiera parecer. Se desconoce el motivo por el que no fué abierto pero se especula con la posibilidad que dado el tamaño del mismo no hubo voluntad de acometer una obra de tal envergadura. En la actualidad podemos ver en el óculo una ventana rectangular que fué abierta en su día, con bastante mal gusto y mala leche. En esta portada destaca el cordero (simbolo de Juan el Bautista) y el aguila (simbolo de San Juan Evangelista), los Santos Juanes titulares de la iglesia. El aguila se situa en el interior del óculo mientras que el que cordero a menor tamaño se situa en la misma portada.

A los pies de la iglesia encontramos la torre de tres cuerpos, la parte inferior conserva una ventana circular que nos recuerda su pasado gótico; mientras que la parte superior es plenamente barroca.

Fachada lateral sur calle Vieja de la Paja. En esta fachada lateral se elevó el muro y en ella se abrierón ventanas rectangulares. Esta nuevo aditamento tapa casi completamente los contrafuertes. Asi mismo se construyó una nueva portada de estilo barroco, que es la normalmente utilizada para acceder al templo. De la simple visión de esta fachada se adivina que esta quedó inacabada, seguramente por razones económicas.

Fachada lateral norte Pl.Comunión de San Juan. En esta plaza se construyó la Capilla de la Comunión antes citada. Podemos ver una puerta de acceso a esta capilla y otra puerta que da acceso al interior de la iglesia. Estas portadas son las mas sencillas de todas las puertas de que dispone la iglesia. Al otro extremo de la fachada dos arcos góticos rehundidos, recuerdo de la antigua fabrica, que bien podría tratarse de nichos para sepulcros o capillas.

En esta fachada podemos encontrar un panel de azulejos con una oración del Cardenal Benlloch a la Virgen de los Desamparados.
Fachada trasera Pl.del Mercado. Destaca por lo infrecuente la amplia fachada del Mercado, concebida como un grandioso retablo de piedra sobre una terraza que domina la plaza frente a la Lonja, formando un conjunto urbanístico único.

En la parte baja de la terraza se abren "les covetes de Sant Joan", semisótanos en los que antaño se ubicaban chatarrerías y tiendas de viejo, parte de la historia viva de Valencia.

La fachada es obra barroca de Jacobo Bertessi y Antonio Aliprandi. En la fachada, encontramos en su parte superior y de izquierda a derecha cuatro estatuas exentas que representan a San Francisco de Borja con la corona ducal, San Juan Bautista, San Luis Bertrán y San Juan Evangelista, talladas de la mano de Leonardo Julio Capuz y Felipe Coral.

En el centro de esta parte superior, un campanil triangular con un reloj y tres pequeños balcones de hierro, flanqueados por dos columnas salomonicas; el campanil se remata con unas pequeñas esculturas de San Vicente Mártir, San Vicente Ferrer y San Lorenzo mártir. En lo mas alto una piramide con una esfera sobre la que descansa la veleta. Todo el conjunto profusamente decorado con motivos propios del barroco y los simbolos de los evangelistas.

La veleta es una representación del águila del Apócalipsis con el tintero en la boca, está construida en metal y es obra junto con la esfera de Antonio Almela y Gregorio Ucell. Recibe el nombre de "pardal de Sant Joan", a la que según cuenta la tradición se hacía mirar a los niños cuando sus humildes padres los abandonaban en la plaza.

En el centro de este retablo en piedra que es la fachada y en medio de las dos puertas que permiten el acceso a la iglesia encontramos una imagen de la Virgen del Rosario, obra en estuco de Jacobo Bertessi. La imagen que se encuentra bajo un tejadillo sostiene entre sus manos una esfera con las letras JHS y tres clavos y en la otra mano un rosario. La Virgen se eleva sobre una nube sostenida por dos angeles.

A ambos lados sendas puertas barrocas con imagenes en sendas hornacinas que representan a San Juan Bautista y a San Juan Evangelista.

Interior El interior del templo es de una desbordante imaginación barroca, con estatuas de Bertessi que representan a personajes de las Doce Tribus de Israel, y sobre todo, el conjunto de los frescos que ejecutó Antonio Palomino en la bóveda de la iglesia.
Los frescos de Palomino son tal vez junto con la fachada antes descrita de lo mejor que podemos encontrar en esta iglesia. Los frescos fuerón concluidos por Antonio Palomino en el año 1701. Su tématica desde el presbiterio hasta los pies es amplisima: La gloria de la Santisima Trinidad, El libro de los siete sellos con el cordero, la Inmaculada con la luna en los pies, los Santos Titulares, los coros de las virgenes, los patriarcas, los doctores, los angeles, los santos del Apocalipsis, San Vicente Ferrer y la lucha de San Miguel con Lucifer y los demonios.

En los lunetos de las ventanas aparecen los Apóstoles sentados sobre tronos y nubes. A los pies: la humildad, la Verdad y la paz y San Judas Tadeo.

En 1861 Luis Lopez restauró las pinturas que se encontraban en mal estado, pero en 1936 a raiz de los daños e incendios sufridos durante la guerra Civil quedarón ennegrecidas, estando en este momento en proceso de recuperación.
El retablo mayor de la actual iglesia procede de la desaparecida iglesia de Betolaza en Álava. Consta de dos cuerpos y es de madera policromada y dorada. En la hornacina central se alberga la imagen de la Inmaculada y a su lado en sendas hornacinas imagenes de San Pedro y San Pablo. En el atico Cristo en la Cruz. A ambos lados del retablo encontramos dos imagenes una de San Juan Bautista y otra de San Juan Evangelista obras de Octavio Vicent, con sus animales simbolicos a los pies.

En la nave encontramos trece grandes figuras en escayola sobre un pedestal, representan a Jacob y las doce tribus de Israel, obras de Bertessi y representan la historia de la salvación de los egipcios. Han sido restauradas y se les ha colocado el nombre de cada tribu a cada una de ellas. Fuerón realizadas en torno al año 1700.

Torres de Serranos

arquitectura militar del siglo XIV. Las puertas de Serranos se encuentran situadas junto a un puente -el de los Serranos- cuya antiguedad resulta dificilmente datable - pudiendose tratar incluso de una pasarela romana -.

El nombre de Serranos, le viene dado, tanto al puente como a las torres, por su situación geografica, ya que esta puerta situada en el norte de la ciudad recogia, la llegada de todos aquellos, procedentes de la zona de la Serranía, comúnmente denominados "los serranos".

El puente unía y une la ciudad con uno de los barrios más antiguos, el situado en torno a la calle Sagunto. Siendo por todo ello que estas puertas llegarón a recoger hasta el 95% del acceso a la ciudad, como indica la lapida del siglo XIX que todavia se conserva en las torres.

Las Torres de Serranos son uno de los monumentos más importantes que nos recuerdan el carácter amurallado de la ciudad de Valencia, en época medieval y cristiana.
Citan los cronistas, que la ciudad, ensanchada, enriquecida y apaciguada, despues de las revueltas de la Unión y de las guerras con Castilla, quiso embellecerse y el Consejo general y la Fabrica de Muros y Valladares emprendierón obras dispensiosas, siendo una de las principales la nueva puerta de Serranos.

Las torres de Serranos eran el simbolo del poder de la ciudad de Valencia, por la magnificencia de su arquitectura y por la elaborada ornamentación que iba mucho más allá de una arquitectura utilitaria de mero carácter defensivo.
Esta puerta formaba parte fundamental del programa de renovación urbana de la ciudad de Valencia, realizada despues de las revueltas de la Unión y la guerra con Castilla que supuso la construccción de la nueva muralla cristiana de la ciudad.

También para dotarla de una mayor seguridad, se realizó un foso defensivo, ya en la segunda mitad del siglo XIV. Estos elementos forman la visión general del edificio.
En el siglo XV, las torres de los Serranos serán la puerta principal de entrada a la ciudad, situandose en ella un lugar de cobro de peaje para las mercancías que entraban y salian de la ciudad. Este tipo de peaje era uno de los impuestos propios de la Baja Edad Media, siendo una de las formas de fiscalidad municipal.

La puerta de Serranos con sus dos esbeltas torres, representaba en aquellos tiempos el poderio y la importancia de Valencia.

Su contrucción tuvo lugar entre abril de 1392 y marzo de 1398 por encargo de los "jurats" (jurados) de Valencia. El arquitecto fué Pere Balaguer, que se inspiró para su proyecto en la puerta real del Monasterio de Poblet, aunque la de los Serranos es de mayores proporciones. Pere Balaguer tambien colaboró en otras construcciones de la ciudad como la Catedral, el Miguelete o la Iglesia de Santa Catalina, y en otras ciudades de la comunidad, como la capilla de San Marcos de Gandia, encargada por el padre del poeta Ausias March.

Su planta la forman dos torres poligonales simétricas, rematadas por almenas, de tres pisos abovedados, unidas por un cuerpo central a modo de arco de triunfo en arco dovelado de medio punto, que es donde se encuentra la puerta propiamente dicha, esta decorado con arquería ciega flamear. Las torres están descubiertas por su parte posterior (de gola abierta), para que los militares que las ocuparan no pudieran hacerlas servir contra la ciudad. Entre 1397 y 1398 se construyó la gran escalinata interior que daba acceso a la planta noble, donde jurados y caballeros recibían las visitas ilustres de la ciudad. Hoy en dia es la puerta de entrada de visita a las torres .

La fabrica está realizada con muros de mamposteria y sillería muy cuidada, para la que se utilizó piedras de canteras cercanas como Alginet y Rocafort. Toda la parte recayente hacia el exterior de la ciudad tenía un remate de almenas, perdido el de la zona central por encima de la puerta; sin embargo, sí que se conserva con cuidadosa restauración de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la labor de tracería calada de arquerías ciegas sobre columnillas, que junto al escudo real y los escudos de la ciudad, proporcionan el carácter esencialmente ornamental de esta zona central de la puerta. Por encima de esta labor decorativa y uniendo las torres de los extremos se encontraba el camino de ronda o barbacana con sus correspondientes almenas apoyado sobre gruesos elementos escalonados y bovedillas.
La parte recayente al interior de la ciudad, muestra la misma estructura dividida en tres con la zona central más sobresaliente y las dos torres a los lados. La componen una serie de estancias abovedadas con bóvedas de crucería apeadas en ménsulas esculpidas en unos casos y bóvedas de cañón apuntadas en otros, en las tres alturas o cuerpos en que se dividen las torres. A estas estancias se accedia por una escalera, parecida a la de los palacios valencianos, que permitía la presencia de nobles y miembros importantes del poder municipal, en las salas abiertas hacia la ciudad. Este espacio quedaba convertido en tribuna para poder contemplar las entradas solemnes y otros festejos ciudadanos, hecho absolutamente desconocido en puertas con exclusiva función militar y defensiva, lo que le confiere un carácter que nos recuerda el del arco triunfal, monumental y simbólica entrada a la ciudad.

Entre los elementos decorativos destaca la filigrana flamígera del arco del triunfo central , con las armas reales en el centro y dos escudos de la ciudad sujetados por ángeles esculpidos en los laterales. En el interior llaman la atención las ménsulas sobre las que arrancan los nervios de las bóvedas . En la decoración de las estancias interiores trabajarón insignes artistas de la época como los pintores Pere Nicolau y Marçal Pintor. Estos se encargarón de dorar y colocar las claves y los escudos que rematan las bóvedas. En algunas partes de la sillería y mampostería se pueden localizar algunos signos lapidarios que utilizaban los canteros para facilitar el recuento de los bloques que se iban utilizando en la construcción.

Las torres disponen de un alto talud que forma su basamento en la zona del foso .

En su parte trasera podemos observar la hermosa escalera y los arcos góticos que mantienen la estructura defensiva, así como la campana procedente del Convento de San Antonio Abad, situado entonces en la huerta, hoy en la calle de Sagunto, que en 1363 alertó a la población del ataque de las tropas del Rey de Castilla, don Pedro I el Cruel, en guerra contra el Rey de Aragón, don Pedro IV el Ceremonioso.

Esta campana sufrió una mella en 1813 durante el asedio de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia, por lo que está fuera de uso.
Las Torres de Serranos albergarían desde fines del siglo XVI y hasta el siglo XIX una de las cárceles de la ciudad, lo que motivó el cerramiento de las estancias hacia la zona interna, su subdivisión interior y otras obras de acondicionamiento para este fin, como sucesivos enrejados, que alterarón sustancialmente el conjunto, aunque sirvierón en parte para conservar las torres cuando a partir de 1865 comenzó el derribo de la muralla de Valencia.

Fué en julio de 1586, el incendio provocado en la cárcel de la Casa de la Ciudad obligó a trasladar a los presos nobles, caballeros y generosos a otras dependencias, entre ellas las Torres de Serranos. Desde entonces su utilización como prisión fue ininterrumpida hasta el año 1888.

El triste aspecto que ofrecian las magnificas torres convertidas en carceles, las insalubres condiciones en que se hallaban los reclusos, movierón repetidamente la protesta de las gentes, con el deseo de liberar el historico edificio de su cruel destino, trasladando a los reclusos a local de mejores condiciones.

El dia 23 de marzo de 1888, se inició el traslado de los presos desde las carceles de las torres de Serranos al antiguo convento de San Agustin, convertido en correcional.

A este traslado siguió -afortunadamente- el acuerdo de restauración del monumental edificio, que se inició en el mismo año de 1888.

La demolición de muros, escalerillas de servicio y otras paredes y barandas, fué seguida de la restauración, previo informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Se reestableció el foso en el 1893, cegado desde antiguo; se repuso el antepecho murado de la barbacana, con la previa consolidación de mensulas y bovedillas; se arrancarón las rejas de hierro que estropeaban los muros de las torres; se reconstruyerón las escaleras primitivas de piedra que unian los distintos pisos; la arcadura que adornaba el cuerpo central.

La reconstrucción lenta, pero constante, se efectuó totalmente y el gótico edificio -borradas las huellas carcelarias- se mostró grandioso como uno de los monumentos historicos y artisticos mas bellos de Valencia.

Las Torres de Serranos recogen ante todo, el espíritu de gobierno de la ciudad. Realizadas en estilo gótico, su contrucción buscaba desde sus inicios arrebatar el control de las murallas de la ciudad a los elementos nobiliarios que controlaban determinados trozos de dichas murallas, siendo ésta unas de las causas que llevará al Consell de la ciudad - controlado por el patriciado urbano- a encargar la realización de dicha obra.

En los duros años de la Guerra Civil fueron escogidas por su solidez como depósito de los fondos pictóricos del Museo del Prado. Han sido retratadas y descritas por el viajero inglés Henry Cook en sus "Annales" publicado en Londres en 1585, y también por el francés Jouvín, en su "Voyage" de 1672. Laborde, otro francés, enviado como espía por Napoleón en 1813, quedó subyugado por la belleza y solidez de esta construcción, considerada como la más brillante obra gótica defensiva de la Península Ibérica.

Desde el año 1404 con el Rey don Martín I el Humano y hasta 1976, con el Rey don Juan Carlos I, las torres han sido testigos mudas de las primeras entradas de 22 Soberanos de la Corona de Aragón, rumbo a la Catedral.


Torres de Quart

Las Torres de Quart, conocidas antiguamente como "Portal de la Cals" son una de las más conocidas puertas de la muralla medieval cristiana de Valencia. Se le dice de la "Cals" porque toda la cal que entraba en Valencia, tenía que entrar por esta puerta. Orientadas hacia poniente, era el camino de entrada y salida hacia los pueblos y ciudades del interior de la peninsula.

Era la puerta hacia Castilla cuyo camino pasaba por la población de Quart de Poblet. El nombre de Quart proviene del latin "at quartum milliarium" que era la distancia a la que se encontraba la mencionada población, y de donde procede su nombre.

Se trata de una de las cuatro puertas mayores de la ciudad de Valencia, y venia a sustituir a una anterior mucho menor, que se consideraba no estaba de acuerdo a la importancia de la ciudad. Las otras tres puertas mayores eran las Torres de Serranos, la Puerta de San Vicente y la Puerta del Mar (estas dos últimas ya desaparecidas). A titulo de curiosidad mencionaremos que las Torres de Quart son un metro más altas que las Torres de Serranos.
Se encuentran emplazadas en la confluencia de las calles de Quart y de Guillen de Castro. En sus alrededores todavía se puede contemplar algún pequeñisimo tramo de la muralla construida a partir de 1356 durante el reinado de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) por Guillem Nebot y que se salvó de la demolición en el año 1865.

La construcción de las torres se inició por decisión de "Els Jurats" de la ciudad, de la "Fabrica de Murs e Valls" y del "Mestre Racional". Las obras comenzarón en 1441 y practicamente se dierón por terminadas en 1460, de la mano del maestro Francisco Baldomar.

Continuarón obras menores Jaime Perez desde 1461, Pere Compte en 1468 y Pere Bonfill en 1469.

La primera tarea de estos artistas consistió en modificar el sencillo portal que existia antiguamente y sobre el que comenzarón a erigirse las Torres que actualmente conocemos.

El antiguo "Portal de Quart" era en principio, según atestiguan los documentos historicos, una modesta puerta abierta en la muralla que rodeaba la ciudad de Valencia y que el rey Pedro IV habia mandado ampliar en 1356, incluyendo dentro de la ciudad fortificada, el populoso arrabal que allí se habia formado.

Sus dependencias interiores fuerón, desde muy pronto, destinadas a diversos quehaceres. En 1562 la Diputación de la Generalidad del Reino ocupó una parte de las Torres como almacen de pólvora. Esto supuso el inicio de numerosas tensiones entre la autoridad militar y el ayuntamiento de la ciudad por el control y utilización del edificio.

Hacia 1626 una de sus torres se destinó temporalmente a prisión para mujeres prostitutas. Tambien la Casa Galera (una de las prisiones que tuvo Valencia) estuvo ubicada en el interior de las Torres de Quart. En el siglo XIX el gobernador militar volvia a reivindicar el uso del edificio como prisión esta vez militar. Seguramente el hecho de que las Torres de Quart estuvieran en uso como prisión es por lo que se libró de la piqueta cuando fuerón demolidas las murallas de Valencia en 1865.

El 1 de septiembre de 1931 el gobierno de la II República devolvía a la ciudad las Torres de Quart, tras haber sido declaradas el 3 de junio de ese mismo año Monumento Historico Artistico Nacional.

El estilo de las Torres de Quart imita a las torres del castillo de Castelnuovo en la ciudad italiana de Napoles, que fué construido durante el reinado de Alfonso V el Magnanimo (1416-1458) por el arquitecto mallorquin Guillem Sagrera.

El estilo arquitectonico de las Torres de Quart es un gótico arcaizante de influecia provenzal. La componen dos enormes torres construidas con mortero y cal por el sistema de encajonadas utilizando la piedra picada en los ángulos, arcos y cuerpos volantes. Estan asentadas sobre una basamento en forma de talud; son de base cilindrica en su parte frontal y seccionadas verticalmente en la parte posterior (de gola abierta). Ambas torres quedan unidas por un cuerpo central compuesto por un arco de medio punto. Por su funcionalidad defensiva la decoración no es un elemento por el que se pueda caracterizar este monumento. Las estancias interiores están cubiertas por bóvedas de crucería en el cuerpo central y por bóvedas de arcos apuntados en las torres. Disponia de un foso, cegado en la actualidad.

El interior de las torres incluye una planta baja y dos pisos que estan abiertos a la ciudad, con grandes arcadas ojivales.
Las torres cilindricas se consideraban mas conveniente para resistir los nuevos cambios de la artilleria, asi como la sustitución de la piedra tallada por un muro de tapia lisa que facilitaba la la defensa.

Al efecto se trazó una robusta obra, que fué iniciada en el año 1441 con el derribo de la parte necesaria para elevar las dos grandes torres. El 6 de marzo del año siguiente de 1442, con el objeto de activar las obras se acordó que la asignación de mil florines anuales que se habia otorgado se elevase al doble. El 22 de agosto del propio año de 1442 se hacia público mediante "crida" o pregón por las calles de la ciudad que, en tanto se efectuasen las obras de construcción del portal de Quart, nadie pudiese entrar cal en la ciudad, como no fuera con destino a estas obras.

En el centro de la estructura, se encuentra la puerta que en su parte superior tenia al Ángel Custodio de la ciudad, pero después fué sustituido por el escudo del Reino de Valencia entre los de la ciudad, que son los que se conservan en la actualidad.

En 1449 se colocarón las puertas de madera de entrada a la ciudad. Estas puertas miden cuatro metros de altura.

Al ser una torre de defensa, tiene pocos elementos decorativos, practicamente reducidos a una moldura que recorre la planta baja de las torres y que acaba en el talud inclinado. Cubre la puerta una terraza con merlones defensivos que no tiene funciones de camino de ronda, sólo de defensa.

En el centro de las torres, encima del arco de la puerta aparece un balcón octogonal por el cual podía atacarse al enemigo que se acercaba a la puerta y facilitaba la vigilancia del paso.

Siguiendo el diseño trazado por el "mestre Francesc Valdomar" autor de excelentes obras en la Catedral y otros edificios notables de la época, se realizó la parte de la cantería, trabajandose sin interrupción, y avanzando las obras de tal manera que en 29 de abril de 1444 se comienza a trazar el portal, festejándose ello con un obsequio de pan, vino y cerezas, a "mestre Valdomar" y los demás trabajadores, a todos los cuales se les daría una comida extraordinaria -según el "Manual de Consells" consistió en pan, seis espaldas de carnero al horno, fruta y vino blanco y tinto- en 23 de junio del citado año 1444, con motivo de comenzar "a paredar les pedres" que circundaban la base de las dos grandes torres.

Al maestro Francisco Valdomar, le sucede Jaime Pérez, el cual trabajó algún tiempo, encargandose despues de la continuación de las obras el famoso Pere Compte -"molt sabut en l'art de la pedra"-, que tan excelentes obras realizaría en Valencia, siendo la mas destacada la construcciòn del esplendido edificio de La Lonja.

El acceso a las Torres se efectua por una empinada escalera de construcción reciente que accede al primer piso a traves de una puerta de arco apuntado. Esta puerta se situa en el lateral de la torre derecha (según se mira hacia el interior de la ciudad). Se cierra por una reja de hierro.

Otra puerta esta ya situada a nivel de calle se encuentra en el lateral de la torre izquierda. Y una tercera puerta se situa a nivel de calle en la parte posterior de la torre izquierda. Esta puerta la cierra una bellisima reja de hierro con el escudo de la ciudad.

Ademas de estas puertas, las torres tienen a la altura del primer piso dos puertas que comunicaban con el paseo de ronda de las murallas, hoy cerradas, ya que como hemos mencionado las murallas han desaparecido de la faz de la ciudad.

Uno de los aspectos mas singulares de esta obra es que la planta esta dispuesta ligeramente en oblicuo, para adaptarse al trazado del camino de Quart que no era perpendicular a la muralla, sino que se abría en disposición diagonal

Desde un principio consta que el Consejo de la Ciudad solo utilizó las Torres de Quart como fortaleza para defensa de la ciudad, pues si bien la Diputación de la Generalidad del Reino, por el año 1562 almacenaba allí la polvora necesaria para la defensa del territorio, y practicando por cuenta propia algunas obras, lo hizo sin duda a titulo precario, puesto que fué breve la ocupación.

Por primera vez son utilizadas como prisión las Torres de Quart en el año 1585, con motivo del incendio de la antigua Casa de la Ciudad que estuvo situada a la entrada de la calle de Caballeros, junto a la actual Generalitat, provocado por los presos que se hallaban recluidos en la cárcel municipal. Después cuando se habilitó para prisión las Torres de Serranos, pasarón allí los que aqui se encontraban, pasando entonces a ser prisión de mujeres (1626).

El patriotico movimiento de 1808 contra la invasión de las tropas de Napoleón Bonaparte pusierón en conmoción al pueblo valenciano, quien necesitando los baluartes para la defensa de la ciudad, decidió trasladar las reclusas a otro lugar del interior de la ciudad amurallada.

Cuando el 28 de junio de 1808 asomarón las tropas del Mariscal Moncey por la calle de Quart, (entre 8.000 y 10.000 franceses) el arranque brioso del pueblo valenciano se impuso contra las armas de los invasores que, repetidamente, no sólo fuerón rechazados sino obligados a retirarse.

Todavía en las Torres, pueden observarse los impactos de la artilleria francesa que bombardearón la ciudad de Valencia al mando del Mariscal Moncey durante la guerra de la independencia.

En el proceso de restauración se ha querido dejar las huellas de los impactos de bala de cañón, en recuerdo del sitio y toma de Valencia durante la Guerra de la Independencia contra el francés, en total se han contabilizado 132 marcas de bolaño (marcas de cañón) y mas de 1.000 perforaciones de proyectiles de fusil.

Posteriormente, cuando el Mariscal Suchet, tras largo asedio, logra la rendición de la ciudad, las Torres de Quart quedarón a disposición de la autoridad militar, continuando despues de ser evacuada la ciudad por las tropas francesas, en 1813. Desde entonces la grandiosa fortaleza quedó convertida en permanente prisión militar. Y, a pesar del derribo de las murallas en 1865, y la liberación, en 1887, como carcel vulgar de las Torres de Serranos, la corporación municipal quiso recobrar las Torres de Quart y, como las de Serranos, efectuar obras de reparación para devolver al grandioso edificio la belleza y explendor que ocultaban las obras de interes carcelario allí realizadas.

De los avatares de la guerra de la independencia nos ha quedado una inscripción colocada por la Sociedad Lo Rat Penat que dice:
Als heroes
de la guerra de la independencia
defensors de la ciutat
y de estes torres
En XXVIII de juny de MDCCCVIII
Lo Rat Penat
Per a recort en lo
primer centenari
Pero los propositos del municipio valenciano no pudierón realizarse hasta el año 1931, en que el Gobierno, atendiendo la justa petición de la corporación municipal, devolvió a la ciudad de Valencia las Torres de Quart.

Como en las Torres de Serranos, el Ayuntamiento ha emprendido lentas y costosas obras de reparación y reconstrucción del historico edificio valenciano, y donde es propósito de la corporación municipal instalar un museo dedicado a las antiguas artes del hierro, que tanta importancia ha tenido siempre en la historia gremial y artística de Valencia.

En las torres existia una placa en bronce hoy desaparecida que decia:

"A gloria e honor de nostre senyor i Deu Jhesus Salvador e senyor e del beanventurad sant Jordi aquest portal fon començat a XXII de juny de l'any de la nativitat de nostre senyor Mil CCCCXXXXIIII regnant lo escelent rei e senyor Nalfons rei d'Arago e de les deus Cicilies: essent jurats en Pere Serra i Mossen Guillem de Pertusa, generosos i Pere Andreu, Guillem Zaera, Lois Frigola y Manuel Lorens ciutadans".


Basílica de los Desamparados


El origen de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados está unido a la fundación del Hospital de "Santa Maria dels Ignocents" en 1409 y a la de su Cofradia cinco años despues. Hasta el año 1489 la imagen y su Cofradia tenia su centro en una pequeña capilla conocida como "El Capitulet" instalada en los actuales Jardines de la Biblioteca Valenciana y entonces Hospital General. En esta fecha la imagen fué trasladada a una de las capillas situadas en la Catedral, concretamente en el espacio conocido como Balcón de los Canonigos, Lonja de los Canonigos o también como Arcada Nova.

La devoción cada vez mayor por la Imagen de la Virgen de los Desamparados obligó a la necesidad de buscar un lugar adecuado para que la imagen pudiera estar expuesta a la devoción del pueblo en condiciones razonables. Como consecuencia de la epidemia de peste habida en la ciudad de Valencia en 1647 que causó cerca de 18.000 victimas, los ojos de los valencianos se volvierón hacia la Virgen a quien pedian auxilio y amparo, por lo que una vez recuperada la ciudad de esta terrible plaga, se comenzarón las obras en 1652 para dar cobijo a la Virgen que ya entonces era considerada madre de todos los valencianos.

En la construcción de la capilla intervinierón los maestros José Artigues y José Montoro y en 1667 pudo trasladarse la imagen desde la catedral. El camarin de la Virgen se comenzó en 1685 más no se concluyó hasta 1694 aunque su construcción ya se encontraba presente en los planos originales de la capilla.

Aunque exteriormente la Basilica pueda dar la sensación de tratarse de un templo de forma ovalada, nada mas lejos de la realidad, se trata de una planta de forma trapezoidal cuya cupula descentrada de su eje tiene eso si forma ovalada, que aunque no extraño en templos católicos, si lo es en la ciudad de Valencia, cuyas cupulas suelen ser en su gran mayoria circulares.

Lo más destacable desde el punto de vista arquitectonico de la Basilica es su monumental cupula de planta oval de 18,75 metros de anchura, la articulación entre el recinto oval y el camarin, y como no los frescos de Antonio Palomino de la bóveda.

La bóveda pintada al fresco por Palomino en realidad es una falsa bóveda de ladrillo que fué construida ex-profeso para albergar las citadas pinturas. Entre esta falsa bóveda y el techo de la bóveda original existe un espacio libre bien conocido por los restauradores que recientemente se han hecho cargo de la restauración de las pinturas de Palomino.

La Basilica tiene dos puertas en la misma plaza, y una tercera que va a dar al pasaje que separa la basílica de la Catedral, unidas ambas por un arco superior. En esta tercera puerta hay una ventanilla enrejada a través de la cual puede contemplarse el interior cuando la basilica se encuentra cerrada y puede contemplarse la Virgen iluminada. A destacar los bronces del escultor Octavio Vicent de factura moderna que relatan diversos hechos relacionados con la historia de la Virgen de los Desamparados.

Casi justo enfrente, en la pared exterior de la Catedral en ese pasaje, podemos observar una estancia curiosa. Se trata de una pequeña capilla, protegida por una reja, en donde se realizó la primera misa después de que Jaume I reconquistara la ciudad en 1238. Una placa conmemorativa nos lo recuerda.

Enfrente de esta puerta si que podemos observar una capilla perteneciente a la Catedral con una imagen de San Vicente Ferrer, de factura moderna. Es precisamente en esta capilla donde se encontraba la imagen de la Virgen de los Desamparados antes de la construcción de su Basilica.

Este es el primer templo que se construyó en Valencia en el siglo XVII, no alzándose sobre ninguna otra iglesia anterior, sino sobre los terrenos de la vivienda particular del que fuera arcediano mayor de la Catedral. Hay que señalar que la cúpula como ya hemos dicho no está centrada, sino desplazada hacia la Catedral.
A destacar como hecho curioso que la zona donde se encuentra la Basilica se corresponde con el foro románo de la ciudad de Valencia, recientes excavaciones realizadas en La Almoina asi nos lo indican. Cabe destacar que en la fachada principal de la Basilica podemos encontrar diversos sillares que no son más que lapidas e inscripciones de época romána y que fueron utilizados en la construcción.

Sobre los restos romános encontrados en la época de construcción de la Basilica, hay un libro escrito por Joseph Vicente Olmo en el siglo XVII que lleva por titulo "Lithología o explicación de las piedras y otras antiguedades halladas en las çanjas (lease zanjas) que se abrierón para los fundamentos de la capilla de Nuestra Señora de los Desamparados".

En el interior de la Basilica la decoración es de corte clasicista, pilares, capiteles, frontones, ventanas, todo es de un clasicismo formando una sóla unidad estilistica.

Sant Vicent Martir (patrón de Valencia) y Sant Vicent Ferrer (patrón de la Comunidad Valenciana) custodian permanentemente a la Virgen en el interior de la basílica, en forma de estatuas de mármol blanco, obras de Esteve Bonet, del siglo XIX.

La imagen de la Virgen se encuentra depositada en el altar mayor y, a través de un mecanismo, gira hacia el camarín, accesible por una escalera, donde puede ser venerada.

La imagen de la "Mare de Deu" es una talla del siglo XV del más puro estilo gótico francés revestida según los gustos de los siglos XVII y XVIII, que presidía la antigua cofradia "del folls, ignoscents i desamparats" es decir, de los locos, disminuidos mentales y desamparados: condenados a la pena de muerte, sobre cuyos féretros, yacia como signo de amparo maternal.

Es la Patrona de Valencia y la imagen de la Virgen más venerada por todos los valencianos, conocida como madre de todos los valencianos y "mare dels bons valencians".

Los frescos de Palomino

La intervención en la cúpula de la Basilica de los Desamparados de Valencia ha servido para recuperar todo el color de los frescos que pintó Antonio Palomino en 1701, pero también ha rehabilitado el nombre de este artista y tratadista cordobés, pintor de cámara de Carlos II, cuya labor pictórica ha tardado siglos en reconocerse, aunque hoy es considerada fundamental en la producción mural del Barroco Español.

Palomino considerado en la actualidad una de las figuras más interesantes del periodo de transición del siglo XVII al XVIII, dejó una huella notable en Valencia (más que en ninguna otra ciudad), que podía ser mayor si los 1.200 metros cuadrados de bóveda pintados en la Iglesia de los Santos Juanes (serían el mayor fresco del mundo) hubieran sobrevivido a los cuatro incendios que casi arrasarón el templo durante la Guerra Civil.

Fué este edificio precisamente el motivo de su llegada a Valencia en 1697. El clero de la parroquia habia encargado una nueva decoración, pero no estaba satisfecho con los resultados iniciales, así que pidió la ayuda del rey. Carlos II envió a su pintor, Palomino, quien corroboró la impresión de los capellanes, vió el gran espacio que se ponia en sus manos y aceptó el reto. Se eliminó lo hecho y pintó el presbiterio y todas las bóvedas de la iglesia en los últimos años del siglo XVII. Solo una pequeña parte de aquella obra es hoy visible.

Acabado este trabajo, Palomino diseñó el programa pictórico de la cúpula de la Iglesia de San Nicolás, pero dejó el trabajo manual a uno de sus colaboradores, el valenciano Donís Vidal.

Pasó entonces a ocuparse de la bóveda de la Basilica de la Virgen, en la que, siguiendo la moda de finales del siglo XVII, se pretendia reformar su aspecto interior. En palabras del delegado del Patrimonio del Arzobispado de Valencia, Jaime Sancho, se trataba de convertir "el cofre cerrado" que era entonces aquel templo eliptico de inspiración renacentista en un "patio abierto". Palomino fué el encargado de poner el cielo a ese claustro (con sus balcones y columnas) que vemos hoy en el interior de la Basilica.

No se concoce con certeza qué tiempo le llevó la cúpula, aunque Sancho considera que no debió gastár mas de un año por las exigencias propias del trabajo al fresco: la última capa de enlucido se ha de aplicar la víspera de plasmar el dibujo, pues el temple ha de penetrar en la masa.

Ello implicaba también la necesidad de contar con un gran equipo de albañiles y artistas auxiliares. Primero se tuvó que construir la fina bóveda interior (de dos ladrillos de grosor), que ocultó la linterna renacentista. Después, hubo de prepararse la capa de enlucido, al tiempo que en el suelo los diseños de Palomino se plasmaban sobre papel. Estas hojas, que tenían unos pequeños agujeros en los trazos del dibujo, se sobreponian sobre el mortero aún fresco y se realizaba el estarcido: se soplaba el polvo de hollín sobre el papel, de manera que quedaban unos puntos negros sobre el muro. La mano del artista era la que luego los unía para perfilar el dibujo sobre el que se extendian los colores. Estos se fabricabán de pigmentos naturales (el rojo salía de unos insectos llamados "cochinillas") y cada maestro tenia su receta.

La intensidad de los trabajos llevados a cabo hizo que Palomino buscará descansó en Vall d'Uixó hacia 1703. Allí, en gratitud a los duques de Segorbe, dejó su última obra en tierras valencianas: los frescos del ábside de la parroquia del Santo Angel.Texto sobre los frescos de Palomino: Alfons Garcia "Diario de Levante" jul 2003.


Convento de Santo Domingo

a primera piedra de este antiguo Convento llamado de Predicadores fue colocada por el propio rey Jaime I el 11 de abril de 1239, siendo una fundación de Miguel de Fabra (fraile dominico confesor del rey) construyéndose una pequeña iglesia en 1250 muy sencilla. Aunque no han llegado hasta nuestros días estas edificaciones, salvo el Claustro Mayor, datado en el siglo XIV, es hoy en día uno de los monumentos más importantes y también mas desconocidos de la ciudad.
De su importancia cabe destacar que en este convento vivierón y fueron priores, San Vicente Ferrer (1357-1419) y San Luis Bertran (1526-1581) (santos valencianos); que en su sala capitular se realizarón diversas Cortes del Reino y que ha sido desde antiguo lugar de enterramiento de personajes celebres de la ciudad. En el convento descansaban los restos de frey Miguel de Fabra, aunque ahora descansan en la Basilica de San Vicente Ferrer, actual Convento de Predicadores.

El lugar donde se construyó el convento despues de la reconquista de la ciudad se encontraba extramuros de la ciudad, por lo que en 1276 el obispo de Valencia fray Andres de Albalat construyó a sus expensas una ampliación de la muralla que abarcara este nuevo convento dominico.

El convento albergó entre sus muros y esta es una nueva prueba de su importancia pasada, la Escuela de Gramatica y Lógica (creada por el obispo Andres de Albalat en 1259, la Catedra de lenguas orientales (1281), la catedra pública de Teologia creada por el obispo Ramón Gastón en 1345 y la Iniciación de los estudios de hebreo en 1629, y que muchos de sus monjes que procedian de diversos lugares de España y aun del extranjero ejercian de interpretes ante las embajadas de distintos paises que llegaban al Reino de Valencia y aún a la España de los Austria y los Borbones.

El conjunto del Real Convento de Santo Domingo, está formado en la actualidad por las siguientes unidades basicas:

CLAUSTRO MAYOR
SALA CAPITULAR
CAPILLA REAL
REFECTORIO O SALON DEL TRONO
CAPILLA DE SAN VICENTE
FACHADA DEL CONVENTO

Claustro Mayor Una de las mas destacadas bellezas arquitectónicas que posee Valencia es el claustro mayor del antiguo Real Convento de Santo Domingo, tan ligado a la historia de Valencia desde la reconquista de la ciudad por el rey don Jaime I de Aragón.

El plano del padre Tosca, realizado en 1704, tan valioso para el estudio de la Valencia antigua, muestra claramente el área que ocupaba aquel importantisimo convento, con su iglesia y sus magnificos claustros. De los dos que tenia este cenobio, destaca ostensiblemente, con toda magnificencia, el llamado claustro mayor, donde el estilo ojival florido del siglo XIV resplandece con vigor en todos sus elementos decorativos.
El claustro gótico, iniciado a principios del siglo XIV, es cuadrado (34 metros por lado) tiene seis arcos apuntados en cada lado, menos en el del lado norte que tiene cinco, en el centro tiene un pequeño jardin, en cuyo centro existe un brocal de pozo de estilo gótico; el maestro Sala, cronista que fué del convento, advierte que en 1597 se hizo la cisterna, con soporte de hierro forjado, de donde pende la necesaria polea.

En su lado este presenta tracerías gótico-flamígeras, floridas y trilobuladas. Las galerías están cubiertas por bóvedas de crucería simple con nervios de piedra y plementos tabicados en ladrillo. Todas las alas tienen contrafuertes exteriores adosados a los muros interiores.

Sobre este clautro gótico del siglo XIV y XV, se levanta un segundo piso formado esta vez por numerosos arcos de medio punto dispuesto entre pilastras clásicas y rematado por una cornisa soportada por elaboradas ménsulas. Este segundo claustro es obra de Francico Padilla del siglo XVII y realizado en ladrillo.

Las cuatro naves del espléndido claustro tuvierón instaladas buen número de capillas y altares, la mayoría erigidas por notorios caballeros valencianos, algunos de los cuales, con sus familiares, fuerón enterrados en aquellos lugares. La única excepción es la nave norte que no dispone de capillas aunque si hubierón enterramientos en el suelo y en sepulcros unidos a la pared.

El padre dominico José Teixidor escritor laborioso, que falleció en este convento en 1775, en su obra "Capillas y sepulturas de la iglesia y claustro del Convento de Predicadores de Valencia", cita con detalle curiosidades historicas, especialmente de estas capillas, de las que destacaban principalmente las dedicadas a Nuestra Señora de la Leche y la de la Virgen de la Misericordia. A invocación de la primera "que es lo primer diumenge ans de Nadal", concedió el papa aragones Benedicto XIII, el famoso Papa Luna, indulgencia "per dos anys e dos quarentenes", según bula de abril de 1406, expedida por el citado pontifice.

A destacar que en la Capilla de la Virgen de la Leche estuvo situado el retablo del mismo nombre obra de Antoni Peris que en la actualidad se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

Nota: El retablo de la Virgen de la Leche está fechado en el primer cuarto del siglo XV. Se compone de seis oleos sobre tela que representan las tablas centrales a la Virgen de la Leche (174 x 95 cm.) y en la parte superior un Calvario. Las tablas laterales La Epifania (65 x 68 cm.), la Huida a Egipto (68 x 65 cm.), La Virgen amamantando al Niño en presencia de los ángeles (150 x 83 cm.) y Lactación de San Bernardo (150 x 82 cm.) (Texto: Museo Bellas Artes de Valencia).

Se dice que en la capilla de Nuestra Señora de la Leche predicó San Vicente Ferrer (1357-1419) en diversas ocasiones, el padre Teixidor cita que en el claustro grande, "lleno de lápidas y sepulcros", estaban enterrados los hermanos del santo, Constanza Ferrer, esposa de Pedro Signes, notario, y Pedro Ferrer, mercader, fallecido en 1404.

En la capilla dedicada a la Virgen de la Misericordia, las Cortes Valencianas, convocadas por don Alfonso V de Aragón, el Magnanimo, se reunierón en el año 1428. Aquella fué también la capilla donde el oficio de veleros, o fabricantes de velos y tocas para las damas, gremio que tuvo importancia en Valencia, celebraba solemne fiesta anual a la Virgen de la Misericordia, su patrona.

En el ala OESTE solo encontraremos los arcos tapiados de lo que fuerón las capillas antes mencionadas, ya que las mismas fuerón destruidas para construir la actual Capilla de San Vicente.

De las capillas que tuvo el monasterio en este lado oeste (la que queda enfrente de la Sala Capitular) citaremos: la Capilla de San Martin Obispo, la Capilla de San Onofre, propia del abad Santangel, la Capilla de San Luis Bertrán (tambien llamada de "Sant Vicent Ferrer lo Vell"), la Capilla de las Santas Catalinas, en ella se encontraban dos retablos dedicadas a Santa Catalilna Mártir y a Santa Catalina de Siena, la Capilla de la Presentación de Jesús al Templo, propiedad de micer Mateo Benet cuyo escudo se conserva en una de las enjutas de la capilla y finalmente la Capilla de la Oración en el Huerto.

En las claves de la bóveda encontramos: al Salvador, Cristo varón de Dolores, La Anunciación, Jesús en el pesebre, Santo Domingo y la Virgen y finalmente San Jorge.

En la panda SUR encontramos la Capilla de la Virgen de la Misericordia, la Capilla de San Miguel Arcángel, también llamada del Juicio Final y de las Almas del Purgatorio, que fué propiedad de la familia de los marqueses de Boil, la capilla de San Cristobal, que antes recibió el nombre de Santa Barbara y antes de Santo Tomás, la Capilla de la Virgen de la Leche, fundada por Juan Civera y que luego pasaría a la familia del marques de Sotelo en 1796 y que como ya hemos dicho aquí predicaba San Vicente Ferrer, la Capilla de la Santa Cruz fundada por Nicolás Pujades y en cuyo interior se eocntraba un retablo de la Santa Cruz obra del maestro Gil y Pujades y que en la actualidad se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia; la Capilla de San Jerónimo construida en 1389 por el maestro Francesc Corts, y finalmente la Capilla del Nacimiento antes llamada de San Francisco de Padua.

En la nave ESTE del claustro es donde las tracerias que adornan los arcos góticos estan mas elaborados y trabajados, en ellos podemos ver, nuevamente como simbolo de poder que tuvo este monasterio los escudos nobiliarios de familias que favorecierón el lugar, asi encontramos escudos de armas de las familias de los Esplugues (flor de lis y torre), los Codinats (dos cabrias), los Castellví (castillo de tres torres) e incluso las armas de la Generalitat Valenciana.

Entre las capillas que encontramos en este lugar, estaban la Capilla de San Vicente Ferrer y San Jaime Apóstol; la Capilla de San Pedro y San Pablo; la Capilla de la Virgen de la Escala antes conocida como Capilla de Nuestra Señora de Monte Sión y finalmente en este lado encontramos también la Sala Capitular y en la esquina el edificio de la Sacristia Mayor que fué construida entre 1640 y 1641.

De la capilla de San Pedro y San Pablo cabe destacar que adopta la forma de una pequeña iglesia, ya que dispone de un pequeño abside pentagonal.

La Sacristía Mayor que actualmente realiza funciones de pequeño museo de Galeria de Capitanes Generales, se formó de la unión de de dos capillas: la Capilla de Todos los Santos y la Capilla de la Resurrección.

La panda NORTE hacia pared con la gran iglesia del convento, templo que sería arruinado durante la guerra de la independencia y posteriormente con la exclaustración de 1835, para finalmente ser demolida en su totalidad en 1865, a excepción del ultimo tramo de los pies que quedaría unida a la Capilla de San Vicente.

Esta ala del claustro no tenía por tanto capillas, pero si diversos altares y retablos adosados al muro. Se considera que este lienzo es el mas antiguo del claustro y sería de finales del siglo XIII, ya que servía de contrafuerte a la bóveda de la iglesia conventual.
Una estancia que hay que comentar sin lugar a dudas es la conocida como Celda de San Vicente. A ella se accede a traves de una sala que recibe del nombre de "Sala de profundis" situada entre el refectorio y el claustro y que en la actualidad no tiene ningún interes ya que es sólo un lugar de paso hacia la sala que vamos a comentar.

En esta celda vivió San Vicente Ferrer entre 1378 y 1396, se trataba de una sencilla celda donde vivia el santo mientras residia en el convento. Las peripecias de esta Sala han sido multiples, en 1604 se creó la Cofradia de San Vicente Ferrer con el fin de encargarse del cuidado de la capilla, los diversos avatares bélicos y la desamortización de 1835 no fuerón ajenos al destino de la celda y capilla, asi varias veces fué expoliada o sencillamente utilizada como almacen de articulos militares. En 1887 se rehabilitó de nuevo como capilla y en 1916 se reestableció la Cofradia de San Vicente Ferrer. En la actualidad es una pequeña capilla cuyas paredes estan chadapas de azulejos hasta mitad altura y una pequeña imagen del santo preside la estancia. Los azulejos de 22 x 22 cm. combinan figuraciones florales y vegetales con figuras antropomorfas de ángeles que van haciendo sonar instrumentos musicales o exhiben cartelas con diversas inscripciones. Las paredes laterales tienen 144 azulejos mientras que los frontales son 90 azulejos. Los paneles como es de figurar no son originales de la celda y proceden del refectorio, la sacristía y de la antigua capilla de San Jaime.


Sala Capitular Pero lo mas notable de este claustro gótico es la famosa Sala Capitular, contruida entre 1310 y 1320 (siglo XIV), donde se reunia la antigua comunidad religiosa.

¡El salón de las palmeras! Asi se ha llamado desde antiguo a esta gallarda muestra de la elegante arquitectura gótica valenciana. Cuatro columnas altisimas y delgadas, como verdaderos mastiles de palmeras, suben atrevidas hasta la bóveda y dibujan las aristas con el manojo de sus abiertas palmas. A esta sala se accede por una portada apuntada y dos ventanales tambien apuntados de igual altura y forma, con el mismo adorno que sus arcadas y un redondo y calado rosetón que se abre en lo alto del muro.
Es de planta cuadrada, de 12 metros de lado, realizada en silleria. Posee cuatro delgadas columnas centrales fasciculares y cuatro murales que sustentan la bóveda de crucería, formada por nueve paños con plementeria de ladrillo De cada columna central arrancan ocho nervios a modo de hojas de palmera. como ya hemos dicho. Las claves se adornan con el emblema de la orden dominica: la cruz flordeliseada.

La estancia se ilumina por tres alargados ventanales góticos en el testero de la sala y por dos ventanales también góticos que flanquean la portada de entrada a la sala.

En las paredes encontramos diversos blasones de la Corona de Aragón, de don Pedro de Boil (torre y buey) y de su esposa Altadona de la Scala (escalera de peldaños), asi hasta un total de quince blasones.

s obra de un arquitecto desconocido contratado por Pedro Boil (primer señor de Manises, Mestre Racional de Valencia, mayordomo del rey Jaime II de Aragón, tesorero y embajador ante la Santa Sede), quien costeó el Aula Capitular a sus expensas. Don Pedro Boil, fué áquel famoso "cavaller sens paor", (caballero sin miedo) que defendió Valencia contra su homonimo el rey de Castilla; aquel señor de la más alta nobleza valenciana que habia mandado a sus expensas edificar aquella magnifica aula capitular del Real Convento de Santo Domingo, y dispuso en su testamento, de 5 de marzo de 1321, que fuese enterrado en esta sala, ordenando, entre otras cosas, que se comprase un paño de oro, y después de cubrir su cuerpo, cuando lo llevasen a enterrar, sirviese de ornamento al altar de la propia sala capitular.

Rodea todo el conjunto una bancada en piedra formado por dos alturas o escalones donde se sentaban los monjes en el capitulo. Huelga decir que en esta Sala se llegarón celebrar Cortes del Reino en distintas ocasiones. La bancada fué reconstruida entre 1950 y 1953 por el Capitan General Gustavo Urrutia.

En el doble sepulcro de alabastro que encontramos en esta sala, reposan sin embargo, los restos de Ramón Boil (biznieto) y de Ramón Boil Montagut (hijo del anterior). Ramón Boil es conocido porque tiene una calle dedicada en Valencia, como Gobernador Viejo, fué asesinado en 1407 por Juan Pertusa por un tema de faldas y es el que figura en la parte de abajo del sepulcro, mientras que su hijo reposa en la parte superior. El sepulcro de mediados del siglo XV fué esculpido a expensas de Berenguer Vives Boil, IV señor de Betera, y mide 4.18 metros x 1,65 metros.

Al sepucro de los Boil, se le llama en tono irónico el del Juicio de Salomón porque cuando en 1865 se decidió quitarlo de su emplazamiento, hubieron discusiones entre el Museo Arqueologico Nacional y el Museo de Bellas Artes de Valencia, llegandose a la solución de dividirlo y dar la mitad a cada uno de ellos. En 1952 gracias al Capitan General Urrutia el sepulcro fué vuelto a unir de manera permanente y colocado en la Sala Capitular. El mismo sería restaurado por Carmelo Pastor.

El sepulcro, propiamente dicho, consta de urna cineraria, estatua inferior, friso inferior, estatua superior y friso superior; todo enmarcado por dos columnas cuadradas, prolongadas en aguja, que sostienen una archivolta exornada con hojas y semicirculos trilobados. Las columnas tienen cuatro espacios. el inferior, con un escudo; encima un guerrero con gramalla, capucha y espada; en el siguiente, un monje y, finalmente, una dama. Todas las figuras, menos el escudo, las cubre una especie de dosel, y todas ellas aparecen apoyadas y están esculpidas a todo relieve.

La urna cineraria la vemos decorada con combinaciones de arcos y escudos de los Boil, así como dos torres y dos bueyes.

Las dos estatuas yacentes corresponden: la de arriba caballero viejo, a don Ramón Boil III, señor de Bétera y virrey de Nápoles en el reinado de Alfonso V el Magnanimo; la inferior caballero joven corresponde a la del padre del anterior, don Ramón Boil II, señor de Bétera, llamado "Gobernador Viejo", y destacado personaje de su época cuyo recuerdo todavía se evoca en una de las calles de la ciudad.

Los frisos historiados representan: el inferior, diecisiete figuras humanas en las que se hacen patentes las actitudes y gestos de dolor, que la maestria del artifice ha sabido reflejar con singular arte; el superior, en el que igualmente se representa una ceremonia fúnebre de carácter religioso, destaca la presencia de un prelado que está bendiciendo los restos mortales, y de nuevo vemos afirmarse en el tallado admirable de las figuras, en la expresión de los rostros, en el plegado de los paños y en la gracia de los ademanes, el buen hacer artístico de su desconocido autor.

Texto: Manuel Sanchez Navarrete

En el suelo tres laudas sepulcrales:

En el centro los señores de Manises (correspondiente a la linea primogenita de los Boil); a la izquierda, los señores de Betera con una inscripción en latin que dice: "A la memoria de la noble estirpe valenciana de los señores de Betera"; y a la derecha, los señores del castillo de Boil con una inscripción que dice: "A la memoria de Pere Boil IV señor del castillo de Boil, capitan general defensor de Valencia, caballer senspahor".

Capilla Real o Capilla de los Reyes. A la Capilla Real se entra por una puerta formada por un arco moldurado existente en su bello y pequeño patio claustral que hay a la entrada de la iglesia. La capilla obra del segundo tercio del siglo XV, es una de las joyas del tardogótico valenciano. Antoni Ponz (siglo XVIII) que era el que mas sabia de arte en su época dijo: "Es toda de piedra picada, y aunque gótica (a Ponz le caia gordo todo lo gótico), es la cosa mas grándiosa y bien construida de todo este recinto". El critico se referia al vasto monasterio de los dominicos, pero la frase era, y es, de aplicación a toda la ciudad.

Fué mandada construir por el rey Alfonso V el Magnanimo en el 1431 y terminada por su sucesor Juan II en el 1463, su autor sin genero de duda fué Francesc Baldomar, autor tambien de las obras de las Torres de Quart.

Desde el interior de la capilla de San Vicente se puede acceder a la Capilla Real a traves de una bella portada ojival de tres arcos que se eleva sobre dos escalones y que se cierra mediante una verja de hierro.

Se trata de una estancia de planta rectangular de 11 x 22 metros. Los muros carecen de contrafuertes y pilastras ya que los muros de la estancia son de 2,50 metros de espesor. La techumbre de piedra, esta forrmada por bóvedas de crucería y la forman tres tramos, uno de ellos formado por la cabecera en cuya parte trasera se situa la sacristia, a la que se penetra por una puerta de arco de medio punto moldurada dispuesta en esviaje respecto al muro. En esta estancia se encuentra una curiosa doble escalera de caracol que asciende una de ellas al reservado eucaristico y la otra a la terraza. El hueco que forma la escalera es facilmente visible desde el exterior de la calle, pues se trata de una pequeña torre octogonal cubierta por una piramide de ocho lados. La sacristía se cubre con bóvedas de cruceria simple.

La bóveda carente de nervios, se apoya directamente en el muro sin mensulas ni columnas o pilares que la sustenten. El peso recae directamente en los gruesos muros de la pared.

En el muro de la epistola un vano abierto en la pared da acceso a traves de una pequeña escalera intramural al pulpito también en piedra que sobresale del muro.

Dos pequeñas estancias en cada uno de los muros de las paredes laterales, guardan piezas de orfebreria y liturgia a modo de minusculo museo. Estas dos pequeñas estancias se protegen mediante cristal.

Parece ser que estas estancias en realidad son los arcosolios que debian recibir los restos mortales del rey de Aragón, pues en el fondo esta capilla es una capilla funeraria, reforzada por el hecho que el lugar esté construido en piedra de color oscuro de Morvedre, actual Sagunto.

En principio parece ser que la capilla fué construida con la intención de ser el lugar de enterramiento de los reyes de Aragón Alfonso V el Magnanimo y de su esposa Maria de Castilla, pero por cuestiones que no vienen al caso el rey prefirió ser enterrado en Napoles y su esposa Maria de Castilla en el cercano Monasterio de la Trinidad. El caso es que ambos no se podian ni ver y que posteriormente los restos de Alfonso el Magnanimo fuerón traidos al Monasterio de Poblet.

La sala se ilumina por seis ventanas ojivales, tres en cada uno de sus muros laterales y un rosetón en el muro de unión entre la Capilla de San Vicente y la Capilla de los Reyes.
n el testero, un retablo en madera dorada formada por tres cuerpos. Realizado por José Esteve entre 1581 y 1588 en estilo renacentista. En el primer cuerpo en la calle central, una imagen en piedra policromada de la Virgen de la Esperanza y dos pequeñas figuras arrodilladas que representan a los reyes Alfonso V el Magnanimo y Juan II (monarcas que dan nombre a la capilla). En el segundo cuerpo un altorrelieve representando La caida de San Pablo camino de Damasco y en el tercer piso Cristo crucificado a quien acompaña San Juan y la Virgen María. En la parte de arriba dominando todo el conjunto El Padre Eterno.

Las pinturas del retablo representan a Santo Domingo de Guzman y a San Vicente Ferrer en el segundo cuerpo y a San Pedro y San Pablo en el primero. Las pinturas son obra de Isaac Hermes Vermey.

También en este lugar encontramos una sillería de madera de época renacentista.

Pero sin lugar a dudas lo que más destaca de esta Capilla es el sepulcro en mármol que ocupa el centro, es magnifico, sin comparación posible con ninguna otra capilla de los templos valencianos, donde los monumentos funerarios son harto escasos.
En 1535 la capilla fué entregada por el emperador Carlos I de España a doña Mencía de Mendoza, marquesa de Zenete para panteón familiar.

Los ocupantes del gran sepulcro, cuyas figuras aparecen esculpidas sobre él, son Don Rodrigo de Mendoza, al que tantos disgustos le dieron "els agermanats", y su segunda esposa Doña Maria de Fonseca, Marqueses de Zenete, la obra se labró en el año 1554, como consta en una inscripción. La hija de los interesados, Doña Mencia, esposa del duque de Calabria y una de las mujeres más gordas que han paseado en todo tiempo su humanidad por nuestra tierra, es quien costeó la marmórea tumba; ella, modestamente yace a los pies de la mismas y se conformó con una simple lápida de alabastro.

Sobre la lápida una inscripción nos dice: A la princesa doña Maria Mendoza Zenete, hija de don Rodrigo Mendoza y doña Maria Fonseca su mujer, marqueses de Zenete; esposa de don Fernando de Aragón duque de Calabria, excelentisima y singular matrona enaltecida con las brillantes dotes del espiritu, ingenio, virtud, fortuna y nobleza, que vivió 45 años, 1 mes y 5 dias y murió en 4 de enero de 1554. Don Luis de Requesens, comendador mayor de Castilla, de la Orden de Santiago, su heredero, para que quedase un perpetuo monumento de su cordial gratitud e imperecedera memoria de los ilustres antepasados de la difunta, de su propio peculio hizo costear estos sepulcros y estatuas de mármol de Paros.

El sepulcro descansa sobre una alta base decorada por cuatro ángeles. Sobre la base, el doble sepulcro con las estatuas yacentes de ambos personajes. El, don Rodrigo Diaz de Vivar y Hurtado de Mendoza, ellla doña Maria de Fonseca (marqueses de Zenete). El viste armadura y espada; el yelmo a los pies destaca sobre el conjunto, la dama tiene un libro de oraciones sobre el pecho, a sus pies un perro; simbolo de fidelidad. Las cabezas descansan sobre almohones. En los laterales unas calaveras nos hablan de la muerte. Los atributos militares del sepulcro nos hablan de él, era un guerrero.

El sepulcro realizado en mármol blanco de Paros fué realizado en Genova según traza de G.Castello, por los escultores Giovanni Carlone y Giovanni Orsolino.

La inscripción de este gran sarcofago dice: A don Rodrigo de Mendoza, marqués de Zenete, padre de doña Mencía de Zenete, varón esclarecido. Murió en 22 de noviembre de 1523. A doña Maria Fonseca de Toledo, marquesa de Zenete, madre de doña Mencía de Mendoza, esclarecida dama. Murió en 16 de agosto de 1521.

Bajo el sepulcro en una cripta subterranea yacen distintos personajes importantes, entre ellos el pintor Joan de Joanes traidos hasta aquí en 1850 de la desaparecida Iglesia de la Santa Cruz en Roteros. Hubo una época que se quiso convertir esta capilla en panteón de valencianos ilustres, pero hasta ahora el único ilustre es el pintor antes citado.

En otra epoca hubo en esta capilla dos tablas del Bosco, una de ellas el Triptico de la Pasión, pero ahora quien quiera verla ha de ir al Museo de Bellas Artes San Pio V. Conviene destacar la ausencia total en esta capilla de cualquier clase de decoración, lienzo o adorno que no sea la piedra desnuda y oscura como corresponde a una capilla funeraria.

Nota: Triptico de la Pasión, hacia 1510-1515. Óleo sobre tabla. Coronación de Espinas 139,5 x 169,8 cm. Prendimiento 150,5 x 82,2 cm., Flagelación 150,1 x 82,5 cm. Firmado "Jheronimus Bosch". Ingresa en el Museo por la Desamortización del Convento de Santo Domingo de Valencia. Texto: Museo de Bellas Artes de Valencia.
Refectorio o Salón del Trono Situado en el ala sur del claustro mayor, fué construido entre 1560 y 1567 (siglo XVI) en estilo renacentista, siendo prior fray Pedro Salamanca. Hoy esta estancia es conocida como Salón del Trono, ya que en 1966 fué habilitada como Salón de Trono de Capitania.

Esta sala se utiliza para actos protocolarios como es: entrega de medallas, nombramientos, ascensos y todos aquellos actos castrenses que precisan un cierto nivel.

Se trata de una estancia rectangular de 32 x 10 metros, cubierta con bóveda de crucería de arcos rebajados. En las claves de esta bóveda todavía podemos encontrar imagenes de personajes dominicos y de la Virgen del Rosario. La sala está construida en piedra de granito. Las paredes fuerón chapadas hasta media altura con azulejos en el siglo XVIII, aunque parte de ellos han desaparecido. La plementeria de la bóveda es de ladrillo y se ilumina por una serie de ventanas situados en la fachada sur.


La Iglesia de Santo Domingo, Capilla de San Vicente o Parroquia Castrense Aunque normalmente la iglesia recibe el nombre de Santo Domingo y como tal es conocida por los naturales, en realidad su nombre correcto debería ser y es Capilla de San Vicente, entre otras cosas porque a tal Santo esta dedicada la advocación de la parroquia y porque eso era en realidad; una capilla, resto de lo que fué la gran iglesia conventual que fué destruida por avatares belicos y desamortizadores en el siglo XIX como hemos comentado.

La primitiva iglesia que databa de la fundación del convento pronto quedó pequeña, por lo que en 1252 con autorización del obispo de Valencia fray Andres Albalat, se comenzó la construcción de una nueva iglesia. Esta primera iglesia se situaría aproximadamente en el lugar donde hoy se encuentra la Capilla Real, al construirse la segunda iglesia junto a la primera, esta quedaría como porteria del convento. Sería en 1382 cuando por amenaza de ruina de la anterior iglesia, se construyó una tercera iglesia, de nave única, con capillas entre los contrafuertes, cabecera poligonal, tramos cuadrados y unida al lado norte del claustro. Seria demolida en 1865.

Decir que sobre la primera iglesia, la que hacia de porteria, se construiria en el siglo XV la actual Capilla de los Reyes.

En 1460 y de alguna manera para conmemorar la canonización de San Vicente Ferrer en 1455, se decide la construcción de una capilla dedicada al santo. Estaba formada por tres tramos rectangulares, cubierta con bóveda de cruceria, estilo gótico y obra de Francesc Baldomar y Nicolau Bonet. Entre 1772 y 1781 sería ampliada y reformada por Antonio Gilabert con diseños de José Puchol.

Como ya hemos citado en diversas ocasiones la iglesia conventual fué demolida, y de ella sólo quedó a salvo el último tramo de los pies que quedó unido a la Capilla de San Vicente, formando podriamos decir un nuevo templo. Este nuevo templo es el que ahora podemos observar y visitar.

La actual capilla de San Vicente, es de estilo neoclásico, tiene una sola nave con crucero, cúpula con tambor y linterna sobre pechinas. Las bóvedas son de medio punto con lunetos pintados al fresco y el cimborrio es cilindrico. Tiene presbiterio de planta semicircular. Se decora la iglesia con columnas corintias, pilastras y zocalos todos ellos de mármol de distintos colores.

A los pies de la iglesia un organo barroco construido entre 1765 y 1775, a cuyos pies se halla un apostolado de metal de moderna ejecución. En este lugar encontramos un lienzo realizado por Evaristo Muñoz en 1730 representando la Aparición de San Pedro y San Pablo a Santo Domingo.
En el Altar Mayor encontramos un sencillo retablo, la mesa del altar y cuatro grandes columnas de mármol con capiteles corintios dorados.

En el centro del retablo talla dorada de San Vicente Ferrer, llamado Apóstol de Europa, Apóstol de la Paz y Angel del Apocalipsis.

El retablo tiene a ambos lados dos estatuas de bulto redondo que representan a la Religión y a la Castidad y sobre el frontón superior otras dos imagenes que representan a La Fé y la Esperanza. Por debajo del frontón una escena en relieve del nacimiento de San Vicente.

La bóveda del presbiterio se halla pintada por José Vergara, y representa la Apoteosis Celestial de San Vicente Ferrer. En la imagen central San Vicente Ferrer y Santo Domingo ante la Trinidad. A su alrededor encontramos imagenes de papas, reyes, personajes representando los diversos continentes, cruces y ángeles entre otros personajes. A destacar una figura femenina que porta el escudo de la ciudad y que logicamente representa a la Ciudad de Valencia.

A ambos lados del Altar Mayor, dos puertas, por una de ellas se puede acceder al claustro y por la otra a la sacristia. Se decoran con dos altorelieves con los bustos de los padres de San Vicente, el notario Guillem Ferrer y su esposa Constanza Miquel.

Cúpula con linterna y tambor precede al Altar Mayor. Bajo ella dos cuadros de Vicente Salvador Gomez (1637-1680) de 1665: El Milagro del anuncio de las naves cargadas de trigo a Barcelona y El compromiso de Caspe.

Las pinturas que adornan este lugar son obra de José Vergara, representan "La Imposición del habito a San Vicente" y "El venerable Juan Micó orando ante el altar de la celda de San Vicente". La estatuaria es obra del escultor José Puchol Rubio.


Fachada Se supone que después de construir esta capilla se construyó la nueva fachada del convento, a iniciativa y pagada por el rey de España Felipe II.
La entrada a la iglesia se realiza por la Plaza de Tetuan, en ella encontramos la portada del convento realizada a finales del siglo XVI en estilo renacentista y realizada en piedra jabalina. El autor de la portada es Francisco de Mora arquitecto mayor del duque de Lerma y marqués de Denia que habia sido virrey de Valencia.

Es una portada de las llamadas "portada retablo" y se divide en dos cuerpos horizontales. En el primer cuerpo se encuentra la puerta adintelada y sobre ella un enorme timpano semicircular en el que podemos observar el escudo de la orden de los dominicos entre dos perros tenantes, animales emblematicos de la orden. En su interior encontramos dos letras la "D" y la "F", que quiere decir "Dominicanus fratres" (frailes dominicanos).

A ambos lados de la puerta cuatro grandes columnas que se apoyan en un alto zocalo y que sostienen el segundo cuerpo de la portada. Entre cada par de estas columnas encontramos dos hornacinas superpuestas con las imagenes de Santo Tomás de Aquino y San Alberto Magno en un lado y San Raimundo de Peñafort y San Antonino de Florencia en el otro. Las imagenes son obra de Miguel Andres.
El segundo cuerpo se remata por un frontón triangular en cuyo interior encontramos una paloma (simbolo del Espiritu Santo). En la parte inferior se alojan tres hornacinas que representan a Santo Domingo de Guzman, San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán, los tres con un libro en la mano izquierda. San Vicente Ferrer extiende el dedo indice de su mano derecha hacia el cielo y Santo Domingo de Guzman en el centro está acompañado por un perro. A ambos lados de estas figuras encontramos dos escudos con las armas reales de los reinos hispanicos: Castilla Y León, Aragón, Navarra y Sicilia y Granada.

En la parte exterior de la fachada en lo que sería el testero de la Capilla Real encontramos unos relieves en piedra donde se encuentran esculpidos los escudos de Aragón, Sicilia y el Santo Sepulcro.

El campanario de planta cuadrada y estructura barroca se comenzó en 1648. Entre 1654 y 1667 la continua fray Vicente Morales. Construido sobre la cubierta de la Capilla Real, consta de un primer cuerpo liso que finaliza en una balaustrada, un segundo cuerpo donde se alojan las campanas con dobles columnas pareadas de orden toscano en cada uno de sus cuatro lados y el útimo cuerpo que lo forma una terraza con balaustrada decorada con diecisesis pinaculos sobre el que se alza un ediculo.

El remate de la torre es de 1755, pero fué desmochada por las tropas francesas y restaurada en 1955. Los nombres de las campanas son: San Francisco de Asís (1935), San Vicente (1935), San Luis Bertran (1991), María (1991) y San Andrés (1991).

Un elemento añadido que encontramos en la fachada es un balcón en lo que es el muro testero de la Capilla Real. Este balcón se corresponde con el primer piso de la sacristia de la citada capilla.

Otro elemento es un panel de azulejos de reciente colocación, en el que se nos narra uno de los mas conocidos milagros de San Vicente Ferrer.

Nada mas atravesar la portada entramos en un pequeño claustro renacentista que a su vez nos da paso al interior de la iglesia.

Este pequeño claustro construido por el dominico fray Pedro Gomez entre 1639 y 1640 y se compone de ocho columnas de orden toscano sobre las que apean tres arcos de medio punto en los lados norte y oeste y un sólo arco en los otros dos lados. Asi mismo en el centro de este pequeño patio claustral encontramos una imagen de San Juan de Ribera y el brocal de un pozo.

En este pequeño claustro, patio o atrio, encontramos dos puertas, la situada al frente es la que da paso a la iglesia, mientras qua la situada a nuestra derecha da paso a la Capilla de los Reyes . Ambas puertas son góticas del siglo XV, aunque la que permite el acceso a la Capilla de los Reyes carece de ojiva.
Sobre la puerta que da acceso a la Capilla Real campean tres escudos, se tratan de los escudos de Nápoles (las barras, las cruces del Santo Sepulcro y las del duque de Calabria), Aragón (las cuatro barras), y Sicilia (las barras y las aguilas de Sicilia) y representan a la Corona de Aragón, a Sicilia y a Jerusalen, titulos que ostentaban nuestros soberanos.

La portada de la iglesia es obra gótica de finales del siglo XV atribuida a Pere Compte. Se compone de una sencilla puerta formada por un arco apuntado y una puerta aditelada. En su timpano encontramos una imagen de la Virgen del Rosario y a ambos lados sendas imagenes de Santo Domingo y Santa Catalina de Siena, estas de época posterior (siglo XVII). El arco apoya en dos mensulas con la representación de dos angeles, uno de ellos sostiene un papel en las manos mientras que el segundo toca un instrumento musical (bandolin). En la portada podemos observar el rastro de lo que fuerón dos pinaculos góticos ya desaparecidos.

Despues de la invasión francesa de Napoleón Bonaparte, derribado el Palacio del Real de Valencia, y con la exclaustración de 1835, ocupó el edificio el ramo militar, estableciendose la Capitania General en 1840 , el Cuartel de infanteria y el Parque de artilleria, ocupando los locales que correspondian al gran claustro gótico y Sala Capitular. Como almacen de armamento quedarón por espacio de buen numero de años, hasta que, en el año 1975, se inició la restauración, librando de molestos aditamentos colocados en el trascurso de los tiempos la Sala Capitular y el magnifico claustro, volviendo a mostrarse espléndida la grandiosidad y belleza de tan magnifico monumento historico y artistico de Valencia.

El uso actual de esta construcción a excepción de la iglesia que ha quedado como parroquia castrense, es la de Sede del Cuartel General de Maniobra. A la derecha de la portada de entrada al convento podemos ver el gran edificio de esilo neoclásico que fué durante muchos años Capitania General de Valencia.

Por último tal vez sea necesario hacer hincapie en la enorme suerte que ha tenido el edificio al ser convertido en su momento en Cuartel Militar, ya que si bien es cierto que durante mucho tiempo el convento sufrió los inconvenientes de tal circunstancia como facilmente es de adivinar, sería a partir de ser nombrado el general Urrutia, Capital General de Valencia, cuando percantandose de la gran importancia que el monasterio tuvo en su momento inició obras de restauración y rehabilitación que otros capitanes generales han continuado con enorme acierto. Baste decir que el general Urrutia tiene dedicada una calle en su honor en la ciudad de Valencia y que en el claustro gótico encontramos un busto del mismo, como reconocimiento a su labor.

Monasterio de la Trinidad

Se trata de una fundación medieval de gran importancia y que tuvo una amplia repercusión en la vida cultural valenciana en los siglos siguientes, y es un magnífico ejemplo de la perfección alcanzada por los arquitectos, canteros y albañiles valencianos a lo largo del siglo XV. El llamado Siglo de Oro Valenciano.

Las obras se iniciaron en el año 1445 sobre el emplazamiento de un convento trinitario y su adjunto hospital de San Guillem del año 1256, a expensas de la reina Dª María de Castilla -esposa de Alfonso V el Magnánimo-, la cual está enterrada en el claustro. Allí la reina instaló a la comunidad del convento de Santa Clara de Gandia; que es la que sigue ocupando hoy el convento de clausura.

El hospital de San Guillem estaba a cargo de una comunidad de trinitarios, de donde recibió el nombre tanto el monasterio de clarisas, como el puente sobre el río que lo unía al recinto amurallado de la Valencia medieval. Puente que hoy día recibe el nombre de Puente de la Trinidad .

El conjunto arquitectónico consta de iglesia, coro, sacristía, claustro mayor, sala capitular, refectorio, locutorio, escalera, huerta y un antiguo claustro de entrada -del antiguo convento trinitario- con bóveda gótica y barroca. Todo el conjunto muestra una armoniosa continuidad desde el gótico clásico hasta el pleno renacimiento.
e accede a través de una puerta recayente a la calle, que da paso a una pequeña plaza. En esta plaza interior, se encuentra la fachada lateral de la iglesia en la que se encuentra la portada principal que da paso a la iglesia. Aquí podemos encontrar una estatua que representa a Santa Clara, con una incripción que dice: Santa Clara de Asís, alma del franciscanismo. En la pared a la izquierda de la portada, podemos encontrar un lápida conmemorativa relativa a Sor Isabel de Villena y su obra "Vita Christi". Por esta misma plaza se puede acceder a las distintas dependencias de lo que eran los locales de los artesanos de la época y que hoy han sido debidamente restaurados, y que junto con el monasterio forman todo un conjunto.

Fue abadesa de este convento la célebre humanista sor Isabel de Villena, figura señera de las letras valencianas y autora de la «Vita Christi» compendio feminista del renacimiento, fué publicada la obra en 1497 bajo la especial protección de la Reina doña Isabel I la Católica.

Sor Isabel de Villena acabó y enriqueció la obra del monasterio. Éste se convirtió en un foco de cultura vinculado a la universidad literaria y fué unos de los grandes focos culturales de la Valencia del siglo XV, y de toda la Corona de Aragón.

El monasterio de la Trinidad se convirtió en el convento de las damas nobles valencianas; la clausura no impidió que la comunidad se aislara de la sociedad valenciana, pues mantuvo contacto con personalidades como Jaume Roig, que fué su médico, y en otro orden el beato Nicolás Factor, que fué su confesor, a la vez que mantuvo estrechas relaciones con el colegio del Corpus Christi y la Universidad. La comunidad fué objeto de importantes donaciones a lo largo de los siglos que se sumaban a las dotes de sus mas insignes profesas, bienes que consolidarón su patrimonio económico y artístico.

Un Siglo de Oro en el que en torno a la figura de la abadesa se encontraban Jaume Roig que componía "El Espill", Joan Rois de Corella, Jordi de Sant Jordi que componía "El Presoner", Ausias March que se encontraba en pleno proceso creativo y Joanot Martorell que ultimaba el "Tirant lo Blanc", considerada como una de las mas grandes novelas de caballería jamás escrita, alabada años mas tarde tanto por Cervantes en boca de su inmortal Don Quijote de la Mancha, como por Shakespeare en "Much ado for nothing".

Un Siglo de Oro en el que contemplamos la subida al Papado de dos Arzobispos de Valencia, de la poderosa familia de los Borja (o Borgia), Alonso y Rodrigo que con los nombres de Calixto III y Alejandro VI pasaron a la historia, además de por sus escándalos, por su mecenazgo de las artes, siendo concretamente el último de ellos el que financió los trabajos de Miguel Angel en la Capilla Sixtina, y los que con su influencia introdujerón el arte renacentista en el Reino de Valencia y a traves de él en España.

Un siglo de brillantes campañas capitaneadas por Roger de Lauria y Roger de Flor que culminaron con la incorporación de Nápoles a la Corona de Aragón, que comprendía, además de los territorios peninsulares los Condados del Rosellón y la Cerdanya en Francia, los Reinos de Nápoles, Cerdeña y Sicilia en Italia, los Ducados de Atenas y Neopatria en Grecia, el Reino Latino de Jerusalén, la Isla de Malta, los territorios norteafricanos de Marruecos, Argelia y Túnez y más de 80 plazas de soberanía y consulados comerciales en todas las costas de este mar que en aquellos años anteriores al descubrimiento de América aún era el centro del mundo y en el que, según dicho popular de la época, para navegar seguros hasta los peces debían lucir en sus lomos las barras de la Corona de Aragón.

Un Siglo de Oro estrechamente relacionado con este edificio, que se alza en majestuosa armonía "a la vora del riu" y en el que seiscientos años después las monjas clarisas siguen cumpliendo clausura, silenciosas, conservando los secretos que guardan sus corredores, estancias, claustros, celdas y archivos y en el que se especula podrían encontrarse los restos de ese otro valenciano ilustre que fue don Luis de Santangel, banquero de los Reyes Católicos que financió el viaje en el que Cristóbal Colón descubrió América, quien sabe si tomando como garantía las valiosas joyas de la primera Reina de Castilla.
El acceso a la iglesia se realiza, desde la plaza antes indicada, por el lado del evangelio. En la fachada se abren tres accesos siendo el principal de estilo gótico flamígero en la que se desarrollan nueve arquivoltas con capiteles decorados sobre columnillas, y enmarcada por un arco conopial flanqueado por pináculos. En el tímpano de la portada hay una copia de un tondo atribuido a Benedetto de Maiano, cuyo original realizado en mayólica se encuentra en el Museo Nacional de Ceramica Gonzalez Martí. Los otros dos accesos son de menor tamaño y se situan más proximos a la cabecera. En la parte superior de la fachada se desarrollan dos óculos con traceria gótica.
El interior del templo es amplio y está decorado con ornamentación barroca de fines del siglo XVII (1695-1700). A ambos lados del altar se abren dos magníficas portadas barrocas policromas en la tradición de Juan Bautista Pérez.

El coro bajo es una pieza de crucería gótica amueblada y enriquecida en el s. XVII y en cuyo techo se funden policromos grutescos barrocos a pinturas de ángeles posteriores al saqueo francés. El coro alto ocupa dos tramos de la nave barroca de la iglesia, decorado con numerosos cuadros y da acceso al archivo y actual sala capitular de estilo isabelino.
La iglesia, al lado sur del claustro, es de una sola nave con capillas entre contrafuertes, y ábside poligonal. Parece ser que la iglesia fué el primer edificio que se levantó, junto con la tumba de la reina Maria. A finales del siglo XVII, sobre la estrúctura gótica la iglesia fué revestida con decoración de estilo barroco con bóvedas tabicadas de cañón con lunetos en la nave, y bóvedas muy rebajadas en las capillas laterales para dar cabida a las tribunas que tienen acceso desde el coro alto. Sobre la bóveda barroca se encuentra la bóveda gótica, con restos de policromía en las claves y los arranques de los nervios. Al lado de la cabecera se encuentran las sacristías.
l claustro es de estilo gótico purísimo de fines del s. XV y su belleza se debe sobre todo a la perfecta armonía de sus lineas y a la gran calidad de la talla de la piedra.

El claustro mayor ordena el conjunto y está dividido en dos plantas. La parte inferior se desarrolla mediante arcos apuntados, ocho en los lados mayores y siete en los menores, separados por unas potentes pilastras. Las galerias estan cubiertas con bóveda de crucería simple realizada en sillería a excepción de la plementeria realizada con ladrillo. La parte superior se desarrolla a modo de pórtico cubierto con columnas ochavadas que sustentan la cubierta de madera con teja al exterior.
n el claustro, formando ángulo con la cabecera de la iglesia, se sitúa el sepulcro de doña Maria de Castilla. Se trata de un arcosolio con un arco conopial en la parte superior y pináculos en los laterales. En el sarcófago de la parte baja se representan tres escudos con las armas reales.

En la galeria oeste del claustro se encuentra el refectorio. De planta rectangular está dividido por cinco tramos mediante los arcos fajones que separan las bóvedas de crucería con plementeria de ladrillo, que cubren la estancia. Por esta misma galeria se accede a la lavanderia, la cocina y a través de un pasillo al locutorio.

En la parte este se encuentra el acceso a la sala capitular de planta cuadrada cubierta con bóveda de crucería rebajada.

Los dormitorios se encuentran en la crujías norte y oeste, conservando una de ellas la cubierta original. En la intersección de ambas se encuentra la capilla de la Virgen de la Vela de planta cuadrada.

Cabe señalar que el monasterio custodia un icono sienés -la Virgen de la Vela- y otro bohemio -la Virgen del Refugio-, probablemente del siglo XV.

En la zona mas oeste del conjunto se encuentra el huerto del monasterio.

A lo largo del siglo XVII fue enriquecido con los dones y reliquias ofrecidos por María de Corella, Condesa de la Puebla, que entre otras cosas adornó espléndidamente el coro bajo, así como por numerosas bulas papales y privilegios reales.

Fue abandonado en la guerra de Sucesión y sufrió destrucciones en la guerra de la independencia con la ocupación del monasterio por las tropas francesas que saquearon la iglesia y sus dependencias. La desamortización, la guerra civil y la riada de 1957 fueron otros momentos difíciles para el monasterio con graves pérdidas en su patrimonio mueble. Pese a todo el edificio sigue siendo un rico depósito de obras artísticas reflejo de la historia de la ciudad y como siempre habitado por las monjas clarisas.

Mercado Central

Los antiguos colaboradores de Lluis Doménech i Montaner, Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial, son los responsables de los diseños del Mercado Central de Valencia. Sin embargo, los retrasos en su construcción motivaron que fuera Enrique Biedma el responsable de la finalización, en 1928, siendo inaugurado por el rey Alfonso XIII. El edificio ocupa una parcela de más de 8.000 m2 y se resuelve gracias a innovadoras cúpulas y diversas techumbres inclinadas. La armadura que recubre tan amplio espacio recuerda a las arquitecturas industriales decimonónicas mientras que los muros perimetrales -cuya función es más bien de cerramiento ya que apenas sirven de sustentación- presentan zócalos cerámicos policromados y elementos metálicos en el extremo superior, cubriéndose el espacio que resta con vidrieras de colores.



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